Así como en Europa durante el siglo XIX las niñas de clase alta celebraban su ingreso a la pubertad presentándose en fiestas, bailes y diversas reuniones sociales, Gabriela Sabatini dio a conocer su admirable talento al mundo del tenis en el escenario de Roland Garros 1985, con 15 años recién cumplidos, llegando hasta las semifinales.
En plena adolescencia y ubicada dentro de las 20 mejores tenistas del ránking, el universo grande del deporte pudo descubrir la belleza del juego de la habilidosa argentina, que ya había asomado meses atrás al disputar la final en Hilton Head.
Gaby, campeona en París del título juvenil apenas un año antes, comenzaba en esa primavera francesa una carrera de notables actuaciones en los Grand Slams, convirtiéndose en una de las figuras más valoradas por el público, la prensa y sus propias compañeras.
La suiza Drescher, las estadounidenses Barg y White, la sudafricana Fairbank y la cuarta del mundo búlgara Manuela Maleeva, a quien derrotó 7-5 en el tercer set, fueron las rivales vencidas por Gabriela en esas semanas de ensueño, que la convirtieron desde entonces en una figura entrañable para los espectadores de Argentina y distintas partes del planeta.
La norteamericana Chris Evert, número dos del ránking y próxima ganadora del torneo, pondría fin a la ilusión de Gabriela, imponiéndose 6-4 y 6-1 en el Estadio Central ante más de 16 mil personas.
"Me voy contenta, sabés. Ganarle a Maleeva y llegar a semifinales fue demasiado bueno. Al final sentí el cansancio porque yo nunca había jugado un torneo de dos semanas como este, ni nunca nadie a mi edad había llegado a semifinales, así que no tenía la experiencia de nadie para tratar de imitar", contaba la piba de oro luego de su consagratoria actuación.
Durante esos quince días, la ex número 3 del mundo y campeona del US Open '90, estuvo acompañada, además de por su familia y su entrenador Patricio Apey, por sus amigas Mercedes Paz (jugaron juntas el dobles) y Patricia Tarabini y Mariana Pérez-Roldán, quienes se adjudicaron el torneo junior de duplas. Gabriela y Mercedes también fueron distinguidas esas semanas como las mejores juveniles de singles y dobles del año '84, respectivamente. "No sabés cómo me hizo ilusionar Gaby con ese game", contaba Mecha al referirse al inicio del partido con Evert, cuando Sabatini mantuvo su saque en cero, desplegando sus maravillosos golpes y su recordado top spin.
El mismo día que avanzó a semifinales, Gaby fue agasajada como campeona juvenil del '84 en la "cena de los campeones". En la foto, junto a Navratilova, McEnroe y Kratzmann. |
Más allá del asombro y el magnetismo despertados por Gabriela en aquel campeonato, su histórica performance conllevaba, además, una veta social, transformándose, quizás, en la primera deportista mujer que provocaba el interés masivo del público argentino.
Pero no sólo a nivel local las primeras semifinales de Gaby provocarían conmoción. Como escribe el crítico cinematográfico francés Serge Daney en su artículo "Una piba linda y gruñona en la fosa de los dinosaurios", Gabriela venía a aportar una brisa refrescante en una circuito dominado casi exclusivamente por Evert y Navratilova y en el que la generación intermedia (como Sukova, Mandlikova, Garrison, Kohde-Kilsch) entre las nuevas (Gaby, Graf) y las veteranas (Chris y Martina) se encontraba vencida, desmoralizada.
Tras esta actuación, Gabriela disputaría otras 17 semifinales de Grand Slam (cuatro más en París), incluyendo su mencionado título en Nueva York, una final allí, y una definición en Wimbledon. Espectacular carrera que tuvo su primer hito en aquella edición de Roland Garros.
Con un tenis que estaba todavía en formación, pero respaldado por un talento prodigioso, la encantadora ciudad francesa fue testigo de la primera gran explosión de Gabriela Sabatini, una futura estrella del circuito. El tenis argentino vivía así, a la distancia, el nacimiento de la mejor tenista de su historia.
- Fuentes e Imágenes: Archivo personal Revista El Gráfico; Diario Clarín; Anuarios y Perfiles de la WTA e ITF; Libro "El amante del tenis" (Serge Daney, 1994, Ministerio de Cultura C.A.B.A./BAFICI 2014); Getty Images.
Que increíble Gabriela!!, en las semifinales de Roland Garros con 15 años, y jugando de igual a igual con las mejores del mundo. La verdad increíble, su talento no tenía dimensiones, solo comparable a contados casos fenomenales en la historia del tenis.
ResponderEliminarEs muy difícil tomar conciencia de lo que significó esa actuación y todos sus logros deportivos. También de la merecida popularidad de la que gozaba Gaby en todo el mundo. Casi con seguridad ella fue mas valorada afuera.
Pensar que hoy en día Mónica Puig, llegando a ser top50 es toda una celebridad en Puerto Rico, o mas notorio la hindú Sania Mirza, que sólo jugando dobles es una de las tenistas mas populares y mas buscada por los sponsors (su fan page en facebook tiene casi 9 millones de seguidores, las de Azarenka y Wozniacki que fueron nº1 tiene 1, 3 millones), y todo un ídolo nacional en la India. Quizás venir de un país lejano a la elite del tenis también le da un toque especial de atención en el resto del mundo tenístico.
Gabriela también fue muy particular y mucho mas que eso. Apareció de forma explosiva una adolescente sudamericana, con un estilo de juego hiper- talentoso y una imagen atractiva, batiendo records de precocidad en su momento y ganándole a las mejores del mundo. A los 18 años ya era top-5 del mundo...la verdad sin palabras.
Cualquier crítica hacia ella es un absurdo...Gaby hizo historia a los grande, fue y será la mejor de todos los tiempos.