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María Irigoyen y Cepede con su trofeo de campeonas en Rìo.
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Hace varias temporadas que María Irigoyen viene consiguiendo resultados importantes en su carrera profesional: medallas de oro en distintos Panamericanos, títulos de singles en grandes Women's Circuits, buenos triunfos en la Fed Cup y su incursión en el top 65 mundial por equipos reflejan algunos de los éxitos de la zurda tandilense de 28 años, paradigma de esfuerzo y superación personal.
Hoy, en el WTA de Río, Mery volvió a concretar una notable actuación en su disciplina más fructífera al obtener su segundo torneo WTA en dobles en la misma ciudad que la vio ganar su primera copa en 2014. En compañìa de la paraguaya Verónica Cepede vencieron 6-1 y 7-6 (5) a la británica Moore y a la suiza Perrin para alzar además su cuarto título juntas y nada menos que el 60º para María en la especialidad incluyendo los ganados en Women's Circuits.
"Este lugar es encantador, es una ciudad muy linda. Me encanta venir acá, la gente es muy amable, fue una semana especial". contó la tandilense en la premiación.
Tiempo de festejos merecidos y también de ciertas revanchas para Irigoyen. El año pasado, la número uno argentina había tenido que retirarse de la definición del certamen por una lesión de Irina Begu, su compañera rumana con quien celebró en Río dos años atrás y también había caído en las definiciones de duplas de otros WTA en Florianópolis y Quebec.
6-3 - 6-7 (4) y [10-6] a Pous-Tio/Shapatava, 7-6 (5) y 6-0 a Goncalves/Marand y 6-4 - 3-6 y [11-9] a Duque/Maria fue el camino previo de las ganadoras en su recorrido a la conquista. Cabe destacar que en semifinales Mery y Cepede salvaron tres match points seguidos cuando estaban 6-9 abajo en el Match tie break.
Este resultado le permitirá a Irigoyen mejorar cerca de seis puestos su ubicación actual en el ránking de dobles, acercándose al lugar 60º desde el lunes en el que sería el registro principal de su campaña. Sin unidades por defender las próximas semanas en Acapulco y Monterrey, sus objetivos del top 50 en duplas y de poder seguir disputando los Grand Slams de la especialidad siguen firmes y vigentes para María, al igual que sus ganas de progresar semana a semana capitalizando a favor la experiencia vivida. Cualidades que, sin dudas, están transformando a María Irigoyen en una de las grandes de la historia del tenis femenino argentino.
Desde este espacio, felicitamos a María, a su hermano y entrenador Toti y a todo su equipo por otra gran semana. ¡Vamos Mery!
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