lunes, 30 de julio de 2018

Victoria Bosio: "mejoré muchísimo física y mentalmente"


Women's Circuit Figueira Da Foz
El servicio de Bosio, uno de su golpes destacados. 


709º del mundo estaba Victoria Bosio cuando comenzó el año después de un 2017 interrumpido por lesiones y cirugías. Actualmente, y con un récord excepcional de 40 partidos ganados y 12 perdidos, ya se ubica en el puesto 386º con pocos puntos para defender el resto de la temporada. 

Subcampeonatos en los Women's Circuits 15K de San José Dos Campos y Villa Dolores, triunfos ante rivales de mejor ranking como la mexicana Sánchez (258ª), la noruega Stokke (270ª), la española Parrizas-Díaz (343ª), la chilena Brito (357ª, le había ganado los nueve encuentros previos), la mexicana Zacarías (ex top 200 WTA) y la china Liang (campeona del Australian Open Junior en singles y dobles) y una producción notable en Challengers europeos con una semifinal, tres cuartos y un invicto en cada una de las 4 qualies que disputó allí tanto en cemento como en clay, confirman el talento y la capacidad de Victoria para seguir avanzando

"La verdad que sí, vengo teniendo buenos resultados pero son consecuencia de mucho trabajo. Físicamente y mentalmente mejore muchísimo", le comenta Vito a Tenistas Argentinas desde Portugal, en medio de un descanso de la experiencia europea que la encontrará en el continente un par de meses más. Y agrega: "Yo creo que la diferencia entre los torneos de 15 y 25 son la cantidad de pelotas que se juega por punto, la intensidad y la concentración que necesitas". 

Compitiendo en su gira más larga desde que es profesional, y alejada desde Mayo de su Venado Tuerto natal, la jugadora entrenada por Federico Murray confiesa: "Es duro estar lejos de casa y de los afectos. Soy una persona muy sentimental, por lo tanto me cuesta muchísimo. Pero amo el tenis, me encanta lo que hago y eso significa estar lejos de esas cosas que uno ama también". 

Por último, respecto a lo que viene en su carrera, cuenta: "Siempre hay cosas que mejorar todos los días... seguro que tendré cosas a mejorar siempre. Mis objetivos para la temporada son seguir progresando, seguir metiéndome en nivel de Challengers y por ende seguir mejorando el ranking e intentar subir cada día más". 

Luego de esta pausa para recuperar físico, los 25K de Varsovia (desde el 06/08, main draw) y Leipzig (qualy) figuran como prioritarios para continuar su calendario y seguir demostrando todos sus progresos.


Women's Circuit Torun
El drive de Victoria, otro de sus puntos fuertes.



sábado, 28 de julio de 2018

Paula Ormaechea, campeona otra vez: "una necesita de este tipo de cosas para seguir creyendo, para seguir empujando"


Peter Zador/Hungarian Tenns. 
Paula, feliz en la premiación. 

Pocas jugadoras profesionales manifestaron públicamente tantas veces, con tanta convicción, su amor por el tenis como Paula Ormaechea. Lo hizo en sus comienzos, lo sostuvo cuando estuvo top 60 WTA y, lo que resulta más inspirador, lo conservó en los momentos difíciles, que no fueron pocos. 

Lesiones en espalda y muñeca (esta última le implicó una cirugía a principios de 2017) y una confianza que no resplandecía conformaron por largo tiempo un tramo con más incertidumbres que certezas. Y ni aún así la pasión por su deporte se desmoronó

Por todo esto, y porque es conocido su talento y profesionalismo, emociona especialmente el flamante título de la sunchalense en el Women's Circuit 25K de Baja, Hungría. Un éxito impresionante en una semana en la que Paula tuvo que ganar la qualy y luego vencer a cinco rivales mejor posicionadas en el ránking (incluyendo la máxima, cuarta y séptimas favoritas) para obtener su primera conquista en singles en más de dos años. Además, también fue campeona en dobles. 

"Estoy muy, muy contenta. Fueron meses, años (porque esto no viene sólo de ahora), difíciles. Pasé por muchas cosas y hoy poder volver a estar acá y ganar, y la manera en que lo hice, me pone muy contenta", le cuenta Paula a Tenistas Argentinas. Y continúa: "Este resultado significa una alegría enorme, un respiro muy grande también porque una necesita de este tipo de cosas para seguir creyendo, para seguir empujando día a día. Son inyecciones hermosas. Y no sólo por el hecho de ganar sino por la manera en que lo hice: por haber levantado una primera ronda muy dura, después por haberle ganado muy bien a la que salía de uno y no conformarme y seguir por los cuartos y hoy en semis levanté 5 match points y después entré a la cancha a las dos horas y ahí estaba de vuelta para seguir peleando, pensando que iba a ser mío y se me dio. Entonces yo creo que más que nada estoy muy feliz por el lado mental, por cómo encaré todo, que por ganar en sí. Obviamente que ganar es algo increíble, pero veo cosas muy buenas por el lado mental y es lo que más contenta me pone"

6-4 y 4-2 abajo estuvo Ormaechea en su primera ronda contra la rumana Dascalu (396ª) antes de imponerse 4-6 6-4 6-1 y después salvó los mencionados puntos de partido adversos en el cierre del segundo set de semifinales vs. la local Jani (4ta. candidata, 350ª) a quien derrotó 4-6 7-6 (6) y 6-3. Victorias contundentes 6-3 6-2 sobre la austríaca Haas (259ª, principal favorita) en octavos, 6-1 6-1 vs. la italiana Sanesi (7ª; 394ª) en cuartos y 6-3 7-5 a la eslovena Potocnik (447ª) en la definición reflejan el camino de Paula a su decimocuarto campeonato en singles y también toda su jerarquía tenística y capacidad de lucha

"No te conformes con menos de lo que puedes dar" había publicado la ganadora en sus Stories de Instagram a comienzos de la semana. Con esta actuación, acortará las distancias en el ránking que la separan de su verdadero nivel, progresando más de 200 lugares hasta cerca del top 400 WTA. Siguiendo la frase, estamos convencidos que para Paula este trofeo no será suficiente y que buscará ir por más inmediatamente. Con las mismas ganas y perseverancia que le permitieron sortear tantos obstáculos y dificultades. ¡Felicitaciones, campeona!


Peter Zador/Hungarian Tennis
La emoción y la alegría de Paula para un nuevo título.


lunes, 16 de julio de 2018

Movimientos en el ránking: Podoroska, nueva número uno de Argentina, sigue escalando junto a Bosio


Radio France - xavier dalmont/Gaspar Riveiro Lança.  

Las buenas actuaciones de las tenistas argentinas en los Women's Circuits europeos se ven reflejadas en la última actualización de los listados WTA con progresos pronunciados para Nadia Podoroska y Victoria Bosio. Comenzando por la rosarina, campeona días atrás en el 25K de Perigueux, avanzó 44 posiciones hasta el lugar 306º, ubicándose nuevamente como la mejor singlista del país después de 9 meses. Vito, por su parte, se encuentra 477ª, mejorando 39 puestos tras sus octavos en Torun (25K+Hospitalidad) cuando aún tiene por sumar los cuartos de final en Setubal (25K) que la regresarán al top 450 del planeta.

En la clasificación de dobles, y después de su participación en Wimbledon, María Irigoyen continúa en el top 100 de la especialidad en el registro 89º.

A continuación, las argentinas mejor posicionadas en singles y dobles:

Las mejores argentinas: 

Singles: 

306ª (350ª) Nadia Podoroska 
309ª (300ª) Catalina Pella 
477ª (516ª) Victoria Bosio 
646ª (643ª) Stéphanie Petit 
655ª (655ª) Paula Ormaechea 
709ª (710ª) Lourdes Carlé 

Entre paréntesis se encuentra el lugar que tenían hace un par de semanas. 

La rumana Simona Halep sigue liderando el ránking mundial de singles, escoltada por la danesa Caroline Wozniacki y la estadounidense Sloane Stephens. La alemana Angelique Kerber, reciente campeona en Wimbledon, se ubica en la cuarta posición.  

Dobles: 

89ª (78ª) María Irigoyen 
169ª (146ª) Nadia Podoroska 
263ª (248ª) Catalina Pella 
565ª (568ª) Victoria Bosio 
568ª (571ª) Paula Ormaechea 


(Fuente: wtatour.com/Rankings).

domingo, 1 de julio de 2018

El trofeo olvidado

Por Diego García Cernuda 

En la edición que se cumplen 30 años del título de Gabriela Sabatini y la alemana Steffi Graf en el dobles de Wimbledon, el autor nos comparte este texto poético e informativo con "la maga", "la reina", la ciudad de Londres y un trofeo olvidado como protagonistas.  


Gaby y Graf en Wimbledon: dos grandes singlistas que se unieron para ganar en Londres.

El Támesis murmura algo que no se alcanza a escuchar. La bruma londinense lo cubre todo, siguiendo el trazado del río. El Big Ben intenta pesquisar, en vano, algo de aquello que se desliza en esa mañana próxima al verano. El London Bridge logra contemplar cómo el Támesis, al correr debajo de él, se agita a velocidades inusitadas (¿por qué corre?, ¿acaso alguna noticia navega en él?). 

Los transeúntes que por aquellas horas circulan por la ribera se miran sigilosos, atónitos, sorprendidos. Lo único que se logra escuchar insistentemente es: “really?”. Algunos peatones ya saben, pareciera, de qué conversaran en el five o`clock tea. Sin embargo, en esa mañana londinense, mientras el sol puja por seguir escalando y la bruma se resiste a retirarse, nadie entiende qué fue lo que sucedió. 

El día anterior, Wimbledon había cerrado sus puertas. THE CHAMPIONSHIPS (como se lo conoce por estos lares) había consagrado a sus campeones, de forma poco habitual, quizás, porque las lluvias en aquel Julio de 1988 se habían apoderado del fin de semana en donde en la capital británica se detienen a consagrar a sus campeones. Aquel torneo concluyó un lunes, en vez del domingo como es tradición. 

Lo mejor del tenis internacional de aquel entonces había concurrido a la cita londinense. Entre ellos un grupo muy reducido de argentinos, poco adeptos, en aquellos días, a jugar sobre hierba. Entre las damas, sólo Gabriela Sabatini y la negra Adriana Villagrán se le animaron. 

Sin embargo, sus actuaciones en los singles pasaron tan pronto como el Concorde que por aquel entonces sobrevolaba aún el mundo en pocas horas. 

La negra se fue en la segunda ronda al caer frente a Julie Salmon, luego de un muy buen debut frente a la italiana Linda Ferrando por 6-3, 6-3. Mientras que la gran Gaby accedía hasta los octavos de final perdiendo allí contra la morena, especialista en césped y quien sería finalista un par de años después, Zina Garrison. 

Gabriela, muy errática y sin una brújula muy clara, dejaba el espacio libre para que Graf, Navratilova o Evert disputaran quién sería la campeona en aquella ocasión. 

El trofeo de las campeonas después de una gran final. 

Sin embargo al Támesis todo esto parecía importarle bien poco. Por su ribera no dejaba de deslizar pistas que nadie lograba captar. Algunas de ellas rezaban: moto, flores, trofeo, vestidos de época, periódicos…pistas sin sentido aparente. Nadie dejaba de pensar qué fue lo que había ocurrido en esos quince días de torneo londinense. 

Las claves, evidentemente, debían de encontrarse en el All England Lawn Tennis Club. Y allí algunos datos se abroquelan. Una morocha con un andar cansino parecía haber dejado una estela que aún conmueve al mismísimo Támesis. 

Dicen, los testigos, que la vieron deambular por Londres de manera fantasmal, fugaz, casi como no dejándose ver. Vestía un sombrero de época beige haciendo juego con un vestido largo que en su extensión rozaba el césped iluminando el sitio donde se encontrase. En su mano derecha portaba una varita mágica que, según relatan quienes la vieron, podía hacer cualquier cosa como, por ejemplo, viajar en el tiempo sin que nadie lo note. O provocar que un motociclista desconocido le envíe 500 rosas y tengan que usar todas las bañeras de los vestuarios del All England para alojarlas. ¿Quién era semejante figura? ¿De dónde provenía? ¿Por qué pululaba por el “puerto del mundo” sin cesar? ¿Era ello lo que tenía inquieto al Támesis? Su geografía zigzagueante pareciera confirmarlo… 

Londres se envolvía en un misterio digno de la época de Sherlock Holmes. O de la magnífica Agatha Christie. ¿La habrán visto? Probablemente y, quizás, se hayan inspirado en ella en sus relatos…quién sabe. 

Aquel duende, espectro, fantasma podía delinear con su magia cosas inimaginables. Hacer que un río, por ejemplo, no dejase de zigzaguear con su presencia. Tan efímero, tan inaprensible, tan encantador que podía distraer a quien sea. 

La magia, afortunadamente, se atesora en las almas. Vibra en ellas. Y aquel duende encandilaría al torneo de tenis más importante del mundo. 

La magia, en aquella ocasión, estaría acompañada. No cincelaría sola el All England. Una reina, voraz de triunfos, no sólo en singles, haría alianza con ella para llevarse un título histórico, al menos para el tenis argentino. Nadie hasta entonces, ni luego, podrían aún igualar semejante hazaña. Y sin embargo, hasta los grandes hitos pueden ser “olvidados” por los mismos protagonistas… 

La historia comienza con un sencillo triunfo frente a I. Cueto y P. Medrado por 6-1, 6-2. La alemana y la brasilera aún no deben entender que aconteció aquella tarde londinense con esa combinación explosiva que daría que hablar a los periódicos londinenses. 

Luego, las cosas se complicarían un tanto. Las intermitencias propias de la maga y la reina harían tambalear a los apostadores. La australiana A. Minter y la holandesa Witvoet casi se llevan el triunfo de sus vidas. Sin embargo, las grandes por algo lo son y Gaby junto a Graf ganarían por 7-6, 4-6, 7-5 (perdían 5-4 en el último set). El Támesis, casi por un instante, perdería su cauce habitual. 

Pasado el susto y, mientras en singles la maga se desvanecía sin un rumbo muy claro, el paso a cuartos de final de la dupla del momento no pasó mayores apuros. K. Maleeva/B. Herr quedaban atrás por un contundente 6-3, 6-3. 

Los cuartos de final marcaban que la alemana E. Plaff y, otra australiana, E. Smylie, especialistas en dobles, las esperaban para dirimir un lugar en las semifinales, en un torneo donde las máximas favoritas (Navratilova/Shriver) ya habían quedado eliminadas a mano de las soviéticas Savchenko/Zvereva. El camino se despejaba para las segundas cabezas de serie, aunque el camino hacia aquella final no dejaría de tener sus sobresaltos. Como se citaba líneas arriba, en cuartos de final, Graf/Sabatini a punto estuvieron de empacar sus cosas, la dupla germano/australiana no se las hizo fácil y con lo justo la maga y la reina alcanzaron un 7-6, 5-7, 8-6 que las depositó en las semifinales frente a Evert/Turnbull (finalistas en Australia aquel año). 

Mientras Graf iba rumbo a su primer título en Wimbledon en singles, no quería ser menos en dobles, aunque su choque con Martina Navratilova la tenía muy focalizada. Por ello, Gabriela debió ponerse a su compañera “al hombro” y resolvió mucho de lo que su compañera debió haber hecho. Así fue que el paso a la final fue con un muy buen triunfo por 6-3, 6-4. Ambas jugaron, según las crónicas de la época, su mejor partido del torneo. Esto llevó a Gaby decir: “Estoy muy contenta, aunque sea en dobles. Siempre es importante llegar a una final en Wimbledon. Ayer me solté y jugamos muy bien. Sé que las soviéticas son excelentes jugadoras, pero igual me tengo fe.”


En los pasillos del All England, rodeadas de custodia y fans. 

Nuevamente un/a argentino/a alcanzaba la final en alguna categoría en el mítico torneo británico. Morea y Raquel Giscafre se habían quedado en las puertas. (Morea en mixtos y Giscafre en juveniles) ¿Podría la maga saltar aquel umbral? 

Preparando aquella final, su compañera de dobles, alcanzaba el título en individuales femeninos, destronando a Navratilova y quedando a las puertas del Grand Slam (conquistar los 4 torneos grandes en una misma temporada). Graf, lejos de relajarse ante semejante hazaña, volvió a unir fuerzas con su compañera para ir por el título que a esa dupla le estaba faltando. (Hasta ese entonces habían estado dos veces en la final de Roland Garros y en varias semis en el Us Open). 

Aquel domingo de la final, el partido demoró en comenzar debido a las clásicas lluvias londinenses (¿llorarían porque la magia dejaría de desplegarse en aquellos lares hasta el próximo año?) apenas llegaron a jugarse unos games cuando el partido fue suspendido definitivamente hasta el día siguiente. Aquel mítico título vaya que se hizo esperar… 

Paradojas del destino, o no, su partido fue programado en una cancha secundaria, ya que la final de singles masculina debía también jugarse y tenía destinada, lógicamente, la cancha central. Steffi y Gaby alcanzarían el trofeo inglés con la particularidad de no haber jugado nunca en la cancha central en todo el torneo. 

A esta altura lector/a, quizás, lo abrumen los sinfín de datos de un 1988 que se troquela en un viejo y desgatado almanaque amarillento que reza “almacén Don Miguel” y en donde una bic azul denuncia que el lunes 4 de julio una maga se coronaría por primera vez en el campeonato de tenis más importante del mundo. 

Así, en un lunes gris en Londres, y también en Buenos Aires, Gabriela, la maga, el duende mágico, como quiera llamarla lector/a le entregaría a la Argentina un premio sin igual. Y el Támesis no quiso quedar ajeno a ello. Las ex soviéticas aún se deben estar preguntando cómo se les escapó una ocasión inédita para su país. A un solo punto estuvieron de quedarse con esa particular copa destinada a las campeonas de los dobles femeninos (esa que la negra Paola Suárez tan cerca estuvo de atesorar también). Gabriela y Steffi salvaron un par de match points en contra para casi abrazarse en ese 6-3, 1-6, 12-10 para el infarto. La devolución de Zvereva se perdió más allá de las líneas y en un instante el Támesis, con su rivera tan singular, junto al Camden, Abbey Road, el teatro de Shakespeare y los “british” entretejieron esa melodía que solo se la dedican a los elegidos. 

Gabriela se había coronado en el torneo más importante de tenis del mundo y sin embargo, los duendes no dejarían de hacer de las suyas… 

Al haberse pospuesto el match para el día siguiente y sumado a ello la extensión del partido, Gabriela quedó muy justa para poder abordar el vuelo que la traería de vuelta a Buenos Aires. Tal fue su apremio, que una vez concluida la ceremonia de premiación, debió salir a las apuradas para no perder su vuelo y en ese trajín “olvidó” algo…pero mejor hagamos hablar a la protagonista a través del tiempo: “…te cuento algo gracioso: me fui tan apurada de Londres que ni siquiera tuve tiempo de llevarme el trofeo que me correspondía por el título que gané con Steffi. Espero que, si no me lo mandan, al menos me lo guarden…” 

No sabemos si pudo recuperarlo, sí sabemos, en cambio, que los peatones que deambulaban al principio de este relato tuvieron mucho de qué hablar, y con causa, en su tradicional five o´clock tea…


  • Fotos: Diego García Cernuda/Getty Images.