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SÁBADO, 1 DE JUNIO DE 2019

PAOLA SUÁREZ, LA GIGANTE HUMILDE 

El 01 de Junio de 2004 Paola Suárez iba a protagonizar uno de los momentos más felices en la historia del tenis femenino argentino llegando hasta las semifinales de singles en Roland Garros, actuación que la ubicaría por primera vez en el top 10 de la WTA. Toda una carrera de esfuerzos y sacrificios encontraba así su recompensa aquel martes nublado en París, 15 años atrás. En la siguiente nota con Tenistas Argentinas, Paola comparte sus recuerdos e impresiones de un certamen significativo dentro de una trayectoria fabulosa en la que también fue número uno del mundo en dobles con 8 títulos de Grand Slam y medallista olímpica en Atenas 2004.  


Paola celebra tras vencer a Sharapova y llegar a semifinales en París

  • Su mejor torneo

Decimocuarta del listado mundial de singles se ubicaba Paola Suárez cuando comenzó el abierto francés de 2004, afianzada ya hacía largo tiempo en el top 20 con desempeños importantes que incluían 4 trofeos WTA, cuartos de final en Roland Garros y el US Open, octavos de Australia y Wimbledon y numerosas actuaciones destacadas en otros grandes certámenes del circuito como las semifinales de Toronto y Amelia Island, o los cuartos de final en Roma y Berlín. Dentro de este escenario notable, alcanzar una semifinal de Grand Slam y poder ingresar al grupo exclusivo de las 10 mejores tenistas del planeta surgían, quizás, como las únicas metas pendientes a alcanzar en su carrera individual. Ambos logros, casualmente, se concretaron juntos en Francia. "La verdad que ya a esa altura de mi carrera aspiraba a tener buenos resultados y más en polvo de ladrillo. De lo que no era muy consciente era de que si llegando a cuartos, semis o final, podría quedar top 10. Nunca fui de fijarme en los puntos del ránking, pero ni bien terminé el torneo y antes de dejar París aquel fin de semana, mi entrenador me dijo que el lunes sería top 10", comienza recordando Paola sobre ese torneo histórico para ella.

La venezolana Milagros Sequera, la rusa Vera Dushevina, la ucraniana Tatiana Perebiynis, la dura china Jie Zheng y una ascendente María Sharapova (la rusa ganaría Wimbledon semanas después) fueron las rivales vencidas por Poly, todas en sets corridos, camino a la que sería su mejor actuación en singles en un Grand Slam. "Recuerdo que el partido contra Sharapova era un día de lluvia y que eso me favorecía a mí en principio, pero había que jugarlo. El match se interrumpió por lluvia y la verdad que me sentí muy cómoda y pude dominar de principio a fin. Me sentí bien de golpes y también mentalmente, no estuve nerviosa en ningún momento", señala Paola. En aquella edición, Suárez además se adjudicaría el título en dobles femeninos junto a la española Virginia Ruano-Pascual, un modalidad en la que protagonizaron la increíble cifra de 6 finales consecutivas en París entre 2000 y 2005, incluyendo 4 títulos.

  • Ser top 10

"Hacía tiempo que estaba entre las 20 mejores en singles y venía buscando ese objetivo. No fue una sorpresa para mí, pero obviamente que haber estado en ese momento del tenis femenino top 10 en singles y número 1 en dobles simultáneamente fue algo muy especial. Había muchas jugadoras de mucho nivel que podían ganar cualquier torneo, el nivel era muy parejo. Las rusas estaban en su mejor momento con Sharapova, Dementieva, Kuznetsova, Myskina..., las belgas Henin y Clijsters, Serena y Venus, Capriati, Mauresmo, Davenport... no sé, era como una generación en la que muchas jugadoras podían ganar cualquier torneo importante. Era durísimo jugar con ellas, y fue muy lindo estar luchando esos puestos del ranking".

Pero lo de Paola no fue nada más que un certamen prodigioso. Ella y su equipo encabezado por Daniel Pereyra construyeron una carrera magistral, determinada por la lógica del esfuerzo y la superación temporada tras temporada. Mientras sus encumbradas colegas de entonces que debutaban en el top 10 WTA lo hacían en edades precoces, Paola iba a ingresar a ese selecto conjunto por primera vez a sus 27 años, convirtiéndose en la única argentina junto a Gabriela Sabatini en alcanzar dicha hazaña. Un mérito insoslayable, escoltado por años previos dentro de las 20 y liderando además el circuito de duplas con Ruano "La verdad que Dani, mi entrenador, siempre me decía que debía resignar algunos torneos en dobles para estar más fresca en el single porque podía estar más arriba en el ranking. Quizás tenía razón, pero en aquel momento me sentía bien con esa planificación y no quise hacer cambios. Si hubiera jugado menos dobles, por ahí el top 10 hubiera llegado un par de años antes, o no... nunca se sabe. Estoy contenta con todo lo que pasó en mi carrera, pero fue una 'discusión' que tuvimos varios años en los que la fatiga por tantos partidos de singles y dobles era muy grande cada semana".

Consultada por los factores que la llevaron a protagonizar esta evolución sostenida en la que fluctuó dentro del top 100 hasta finales de los '90, se afianzó en el top 40 en el 2000, fue top 20 en 2003 y finalmente 9ª del mundo en 2004, Paola responde: "Sin dudas que la confianza en mí misma para afrontar los partidos más difíciles de una forma diferente y tener una regularidad que no es fácil conseguir. No hubo un cambio en mi tenis significativo en cuanto a golpes, creo que el tenis ya estaba sólido desde hacía años, los golpes estaban, pero cuanto más subís en el ranking, más pequeños son los detalles que marcan la diferencia". 



Match point y festejo de Paola, superando con contundencia a Sharapova 


  • Talento y humildad

-¿Sos consciente de que para el público argentino (y mundial) sos un referente de esfuerzo, humildad y sacrificio? 

-Sí, soy consciente. El sacrificio y la humildad eran mi zona de confort.

Trabajo, garra y perfil bajo que se acompañaban con iguales dosis de talento y un estilo de juego moderno para los cánones del tenis argentino. Ver competir a Paola era algo precioso. Golpes rasantes y compactos desde el fondo de la cancha, con un revés a dos manos excepcional y un drive que proyectaba todas las alturas, voleas precisas, drops, globos exquisitos y devoluciones contundentes, formaban parte del arsenal ganador de la pergaminense. En palabras de la propia Poly: "Diría que fui una jugadora agresiva y que me desplazaba bien en la cancha. Creo que a mediados de mi carrera alcancé mi mejor momento físico y eso junto a la parte mental me ayudaba a tener una regularidad durante la temporada que me permitió estar unos años entre las 20 mejores. Mi golpe favorito era el revés, pero mi entrenador decía que los puntos los ganaba con el drive".

A lo largo de su extraordinaria campaña, Paola logró un sinfín de victorias resonantes que confirmaron todo su potencial. Serena Williams, Mary Pierce, Amelie Mauresmo, Mary Joe Fernández, Nathalie Tauziat, Anna Kournikova, Daniela Hantuchova, Patty Schnyder, Svetlana Kuznetsova, Amanda Coetzer, Elena Dementieva, Sandrine Testud, Chanda Rubin, Dinara Safina, Ai Sugiyama, Nadia Petrova, Anke Huber, Jelena Dokic y la propia Sharapova figuran entre las estrellas vencidas por nuestra compatriota. Al triunfo conseguido ante Mauresmo, por los octavos de final de Roland Garros 2002, Paola lo destaca como el más importante. "Hubo muchos partidos muy lindos, pero por decirte uno, en la cancha central de Roland Garros contra Mauresmo, con todo el público francés alentándola. Fue una victoria hermosa con una atmósfera espectacular". 

  • La nostalgia y la actualidad 

Después de su retiro oficial en el US Open 2007, Paola volvió a la competencia en 2012, logrando una escalada impresionante hasta poder clasificar a los Juegos Olímpicos de Londres con Gisela Dulko. Un par de años después, concretó su proyecto de ser madre.

"En esta etapa de mi vida no pienso demasiado en los logros de mi carrera la verdad, mi hijo Álvaro tiene 5 años y Sofía está empezando a gatear. Estoy disfrutando muchísimo de verlos crecer cada día, y el tenis lo veo cada tanto y me encanta, pero no siento nostalgia ni nada de eso. Ni hablar que en su momento disfruté muchísimo con el tenis y que fue una pasión que mereció cada esfuerzo que hice, pero es una etapa terminada que recuerdo con cariño. Como te decía antes, mi pasión ahora es mi familia. Mi marido y yo estamos disfrutando de nuestros hijos cada día, cada minuto. Siempre hay proyectos lindos que me motivan y en algún momento habrá tiempo para eso, pero estos años se los quiero dedicar a mis hijos, es una etapa muy emocionante".


Paola y sus hijos Álvaro y Sofía viviendo en España

15 años puede ser mucho tiempo, pueden pasar muchas cosas, pero la experiencia de haber seguido y disfrutado la carrera de Paola es imperecedera. Para quienes tuvimos la dicha de contemplarla, aún perduran en nuestros recuerdos sus batallas tenísticas, sus grandes victorias en el circuito y en la Fed Cup, su medalla olímpica para Argentina con Patricia Tarabini, su sencillez, su jerarquía para superarse constantemente, su sonrisa, su calidez, su franqueza y, por supuesto, su repertorio tenístico esplendoroso. Una mujer insoslayable en la historia del tenis mundial. Una tenista colosal que sumó a sus cualidades de deportista descomunal una humildad y sencillez que la agigantan cada vez más, que la vuelven cada vez más grande. Paola Suárez, siempre presente en los corazones de los amantes del tenis. 


  • Archivo web de la WTA










  • Más sobre esta actuación de Paola, incluyendo la repercusión en los medios locales, en este link: Sueños de primavera
  • Video con imágenes de todos los matches + declaraciones de Suárez en Roland Garros: Paola Suárez, semifinalista y top ten en París
  • Fotos y video: Getty Images; Paola Suárez / ESPN; Archivo personal wtatour.com  
  • Un agradecimiento especial para Francisco de la Granda, marido de Paola, por contactarnos con ella para concretar la nota. Y, por supuesto, a Poly por su interés. 


SÁBADO, 6 DE ENERO DE 2018

RECUERDOS DE OCEANÍA


Florencia Labat en la premiación de Brisbane '94 junto a Lindsay Davenport. 

Las carreras exitosas de Florencia Labat y Mercedes Paz también supieron encontrar muy buenas actuaciones en los torneos de comienzo de temporada de la gira oceánica. En este post, dos de las tenistas más importantes de nuestro tenis femenino recuerdan algunos hitos de sus campañas en el continente insular.

Florencia Labat en la final de Brisbane

Desde los inicios de la WTA a comienzos de los 70's, la ciudad de Brisbane fue uno de los escenarios más importantes previos al Abierto de Australia, primer Grand Slam de la temporada. A lo largo de la historia, estuvieron presentes en el certamen de Oceanía grandes figuras del tenis mundial como Martina Navratilova, Steffi Graf, Hana Mandlikova, Helena Sukova, Pam Shriver, Conchita Martínez o Lindsay Davenport, entre varias otras. Disputado hasta 1994 para luego regresar en 2009 con campeonas ilustres como Serena Williams, Kim Clijsters, María Sharapova o Victoria Azarenka, el tradicional torneo de apertura del circuito tuvo a nuestra compatriota Florencia Labat como subcampeona en una de las actuaciones más destacadas de su carrera.

Justamente en la edición del '94, la zurda porteña jugó allí su primer evento de la temporada venciendo en forma sucesiva sin ceder sets a De los Ríos (118ª), Stubbs (174ª), Hiraki (134ª), Jaggard (91ª) y Magdalena Maleeva (16ª), antes de caer 6-1 - 2-6 y 6-3 con una ascendente Lindsay Davenport, de 18 años y ya top 20 del planeta. "Recuerdo que fue el primer torneo de esa gira y que había ido con muchas ilusiones a empezar el año después de la pretemporada. Llegar a la final fue más de lo esperado, hacía muchísimo calor (la búlgara Maleeva se retiró por deshidratación), no era fácil jugar ahí", le comenta a Tenistas Argentinas Florencia, 11ª favorita del certamen y 51ª del ránking mundial de singles por aquel entonces. "El partido con Davenport fue muy parejo, ella le pegaba muy fuerte", agrega sobre el match decisivo.

Aquel año se convertiría en el más trascendente en la carrera de Labat, quien disputaría otras dos finales del circuito grande en Singapur y Yakarta, llegaría a octavos de final de Wimbledon y vencería a rivales encumbradas como Sabine Hack (15ta.) o la propia Shriver, ex top 3 del planeta. Esas actuaciones le permitieron a Florencia alcanzar su mejor registro WTA en individuales en el lugar 26º a mediados de Septiembre. Ya en 1995, la ex número uno del país tras el retiro de Gabriela Sabatini, iba a tener otra gran alegría con su medalla dorada en los Panamericanos de Mar del Plata, una de tantas satisfacciones que se dio a sí misma pero también a todos los argentinos. Como en ese verano caluroso de Brisbane cuando la figura de Florencia Labat, con justicia, estuvo presente en una de las finales más prestigiosas de la temporada.

Mercedes Paz y un regalo de los All Blacks 

Junto a Brisbane, el certamen de Auckland es otra de las citas clásicas de comienzo de año en la WTA. En la capital neozelandesa, Mercedes Paz supo ser campeona en dobles en 1994 y semifinalista en singles en el '91, temporada que la encontró 28 del listado internacional en individuales. "El doble lo ganamos con la canadiense Hy-Boulais. En el '91 llegué a semis de singles y como era fanática del Rugby me regalaron la camiseta del capitán del los All Blacks, que estaba ahí mirando el partido", recuerda Mecha. Y suma: "para jugar esos torneos sacrificabas Navidad porque tenías que ir unos días antes por el cambio de horario. Se jugaban en rebound ace, superficie similar a la de Australia, para que sirva de preparación". 

Camino a la conquista del '94, Paz y su compañera lograron un buen triunfo en semifinales ante Inés Gorrochategui y la holandesa Vis. En el cuadro de individuales, Inés fue subcampeona cayendo con la estadounidense Helgeson-Nielsen. 


  • Fotos cortesía Florencia Labat. 


LUNES, 16 DE OCTUBRE DE 2017

ARGENTINAS QUE TAMBIÉN JUGARON EL MASTERS

Algunos años atrás, recordábamos en este espacio a Gabriela SabatiniPaola Suárez y Gisela Dulko,  las tres tenistas argentinas campeonas en las WTA Finals. En el presente post, presentamos una mención a las otras compatriotas que, luego de realizar campañas brillantes en distintas temporadas, lograron ingresar al selecto torneo.


  • Raquel Giscafré (singles en Los Angeles 1975)

En el '75, Giscafré disputó el por entonces denominado Virginia Slims Championships. 


Después de un fabuloso año '74, en el que llegó a semifinales de Roland Garros, octavos de final de Wimbledon y cuartos de final de Toronto, la ex top 15 del ránking mundial disputó el torneo a comienzos del '75 en la ciudad de Los Angeles, cayendo en su presentación con la local Julie Heldman. Se trató de la primera oportunidad en que una compatriota participaba del evento que comenzó en 1972 y que en el '75 tuvo por campeona a la también estadounidense Chris Evert. "No esperaba clasificarme, pero gané buenos partidos, y pese a la lesión que me hizo regresar, con los puntos que ya tenía acumulados me bastó para entrar en el torneo final", contó por entonces Raquel, quien semanas antes del certamen al que ingresaban las 16 mejores tenistas del circuito, había vencido nada menos que a Martina Navratilova en Sarasota.


  • Mercedes Paz (dobles Nueva York 1990)

Mercedes Paz y Arantxa Sánchez en la premiación en el Madison.  


Ya con en el tradicional Madison Square Garden de Nueva York como escenario, Mecha y la española Arantxa Sánchez-Vicario (cuartas favoritas) treparon hasta la final en dobles dejando en el camino en semifinales a las duras rusas Medvedeva/Meskhi y cediendo en la definición con la local Jordan y la australiana Smylie por 7-6 (4) y 6-4. En aquella temporada, Paz y la ex número uno del mundo tuvieron actuaciones importantes que incluyeron los títulos en Amelia Island, Tampa y Barcelona, la final en Filderstadt y los cuartos de final en Roland Garros y Wimbledon. "Esto me llegó mucho. Estoy muy contenta porque este fue un año muy favorable para mí y todavía puedo hacer más. Con Arantxa nos complementamos muy bien porque ella pone corazón y 'palos' desde el fondo y yo las asusto con el físico adelante. Tenemos una gran onda", contaba la talentosa tucumana después de su notable actuación. 


  • Inés Gorrochategui (dobles Nueva York 1993)

Coetzer y Gorrochategui juntas en Nueva York donde jugaron el Masters y la final del US Open


La talentosa Inés clasificó al torneo en la versión 1993 con la sudafricana Amanda Coetzer como compañera. En esa campaña, la dupla fue subcampeona en el US Open, Amelia Island y Oakland y semifinalista de Roland Garros, desempeños que le permitieron ubicarse entre las ocho mejores parejas del año. Ya en el Madison, no pudieron en su debut con las segundas candidatas y multicampeones de la especialidad Sánchez y la checa Sukova, quienes las habían superado en la definición del Grand Slam estadounidense. "Estamos muy motivadas porque, además, si llegamos a la final tendremos muchas chances de entrar al Masters", declaraba Gorrochategui en Flushing antes de cumplir su objetivo. 


  • Patricia Tarabini (dobles Nueva York 1995, 1997, 1998 y 1999)

Conchita y Tarabini durante su primer Masters en el '95 (Foto cortesía 
Tetralogía Historia del Tenis en Argentina. Andersen/Puppo). 


Detrás de Sabatini (11 en singles, 4 en dobles) y Suárez (5, todas por equipos), Patricia es la tenista del país que en más ocasiones consiguió entrar al certamen con un total de cuatro participaciones, todas ellas junto a la española Conchita Martínez como partenaireLa mejor temporada de la gran dupla fue la de 1998, cuando el dúo de amigas se impuso en Hilton Head (título inicial de los cuatro que obtuvieron como equipo), fueron semifinalistas en el Australian Open y Miami y cuartofinalistas en Roland Garros, Roma y Berlín. Más allá que los sorteos no las ayudaron y no pudieron sumar triunfos en el evento, poder disputar cuatro Masters, estar tantas veces entre las mejores ocho parejas de un circuito tan competitivo, es un mérito que no muchos logran. 



  • Fuentes y fotos: Archivo personal Revista El Gráfico; Clarín, sitios web WTA e ITF; Revista 7º Campeonato Abierto de la República Argentina; Diego García y Eduardo Puppo.   


DOMINGO, 28 DE MAYO DE 2017

MARIANA PÉREZ-ROLDÁN: GANAR CON EL CORAZÓN


Mariana, con vendaje en la rodilla fracturada, derrotó a Mascarin en París.

Roland Garros 1988 es un torneo indeleble en la carrera de Mariana Pérez-Roldán. Aquella edición del Grand Slam francés marcó, de alguna forma, la conclusión de su campaña profesional en ascenso aunque también fue la confirmación de la capacidad de lucha de la tandilense. Con la rodilla rota durante más de un set, una jovencísima Mariana de 20 años logró imponerse en la primera ronda del certamen antes de ser diagnosticada con fractura y desplazamiento de rótula. Una proeza deportiva admirable que la ex 51ª del ránking WTA comparte con Tenistas Argentinas

"Durante la pretemporada de alto rendimiento que realizamos en Tandil en la Academia dirigida por mi padre Raúl en el mes de Febrero previa a la gira europea, mi rodilla no presentó ninguna molestia. A finales de la temporada anterior hubo un periodo de tiempo que me venía molestando con inflamación y dolor pero en las consultas traumatológicas y fisioterapéuticas y con homeópatas y deportólogos no descubrieron el problema, simplemente recomendaban una buena preparación física, fortalecimiento de los músculos que rodeaban la rodilla y seguir adelante...", recuerda Mariana, quien en 1986 había disputado la final del WTA de Bregenz, Austria, como mejor actuación en el circuito. Y continúa: 

"A medida que pasaban las semanas de competencia en Europa los resultados acompañaban, entonces el uso del trainer después de cada partido era más intenso. Cuando mi ranking venía en alza, mejor dicho, adquiría una mejor posición en WTA, el dolor y molestia también iban en aumento y la ventaja que brindaba era superior, ya que físicamente yo necesitaba de mi cuerpo entero porque no tenía ni talento, ni potencia, ni altura. Por suerte contaba con voluntad, mucho trabajo, estrategia, y amor propio

Llegada las semanas anteriores a Roland Garros, sentía mejor que nunca mi tenis y mis resultados. Le había ganado a Mary Joe Fernández (20ª del ránking) y a Catarina Lindqvist (25ª) en Ginebra, torneo previo a París, y en las semifinales contra Lori McNeil la rodilla era una pelota número 5 de fútbol. En ese momento decidimos con el equipo de trabajo dar walkover y pedir jugar el martes Roland Garros para poder recuperarme. 

Se dieron las condiciones y entonces una vez en París los médicos de la Federación francesa me revisan y me recomiendan una infiltración para sacar la inflamación, a la cual accedemos para poder participar de tremendo evento como lo es Roland Garros. Primera ronda del sorteo me toca Susan Mascarin (135ª), americana, en polvo de ladrillo, eso nos ayuda a tomar la decisión de infiltrarme, y entro a la cancha con todas las esperanzas ya que en dos días la mejora era muy notoria", explica Pérez-Roldán, campeona de dobles juvenil del Abierto francés 1985 junto a Patricia Tarabini y que llegaba a Francia ubicada en la posición 55ª del ránking gracias a sus semifinales previas en Suiza y también en Barcelona. 

Triunfo y hazaña 

Pérez-Roldán con su hermano en París '88, enyesada después de su debut. 

"El primer set arriba por 7-6 (2) y con un vendaje que cubría la totalidad de la rodilla hacía que la seguridad para moverme fuera diferente que la semana anterior. Durante el segundo set, 4-4 y mi saque, en un determinado desplazamiento rápido hacia adelante sentí un fuerte dolor y un ruido tremendo en mi rodilla que hizo que fuera hasta mi banco e intente sacarme la venda. Entre la adrenalina y lo poco que faltaba para terminar el partido decidí seguir jugando pero perdí ese set 6-4 y ya el dolor había aumentado", relata. 

"Sin embargo, descubrí que poniéndome hielo en los cambios de lados podía seguir jugando al menos tres o cuatro puntos por game y el resto me lanzaba. Desde afuera sentía el apoyo de muchos argentinos, el coaching de mi padre y fuerzas del equipo, que, sumado a mi ganas de seguir luchándola, hicieron que continuara jugando como pude. Así terminé ganando el match 6-4 en el tercero, pero cuando salí de la cancha y me detuve dos minutos a contar mi sensación, incluso a periodistas presentes en ese momento, ya no pude volver a pisar. Me tuvieron que llevar a la clínica la organización del torneo y WTA y se confirmó una fractura de la rótula y desplazamiento de la misma. Por supuesto, fue el asombro de todos, inclusive el propio, porque era muy grave la lesión para no haber tenido trauma, caída ni golpe. Siguieron el retiro del torneo, y del circuito

Después de una serie de operaciones, tratamientos, esfuerzos, bajones psicológicos y asumir el retiro, tuve una nueva intención de volver al circuito en 1991 con el ranking protegido pero ya mi físico no era el mismo. Siempre mantuve el miedo de volverme a lesionar, el apoyo ya no fue el mismo y las condiciones también hicieron que la decisión de abandonar el barco antes de zarpar fuera una 'obligación'", cierra la protagonista y agrega: 

"Nunca supe, ni intenté saber tampoco, si durante todos los años que participé del circuito tuve una cobertura social que cubriera mi retiro obligatorio, por lesión y dentro de un campo de juego, ya que mi carrera siempre estuvo manejada por mi padre dentro y fuera de la cancha. Hoy me arrepiento de no haber sido más curiosa y menos confiada por temas personales en su momento, pero el retiro de una profesión a tan temprana edad y sin apoyo de ningún tipo hizo que empezar de cero con mi vida personal sea más duro y difícil después de haber puesto tanto empeño y dedicación a dicha actividad". 

El relato de Mariana no conmueve solamente por su temperamento y determinación sino que también, de algún modo, nos hace recordar las vicisitudes físicas de otras grandes raquetas femeninas nacionales que vieron afectado su potencial por diversas lesiones: Inés GorrochateguiClarisa Fernández o actualmente Paula Ormaechea, por mencionar algunas. A este malestar, a este padecimiento, Mariana Pérez-Roldán lo enfrentó con coraje y valentía para transformar en aquella jornada en París, y aunque sea por un instante, el dolor en triunfo. 


Mariana y su familia en la actualidad. Sigue en Tandil y ligada al tenis. 


  • Agradecemos a Mariana por su testimonio e interés por participar en la nota.
  • Fotos gentileza Mariana Pérez-Roldán, Diego García y Archivo personal Revista El Gráfico. 


JUEVES, 18 DE MAYO DE 2017

BETTINA FULCO: EL FACTOR ROMA


Fulco impactando su derecha en Roma '88.. 

Once años consecutivos jugó Bettina Fulco el Abierto de Italia en Roma, doce si sumamos la edición en que uno de los campeonatos más importantes y prestigiosos del tenis mundial se disputó en la ciudad de Perugia. De todas esas participaciones, la jugadora marplatense arribó en siete oportunidades por lo menos hasta los octavos de final, incluyendo cuatro instancias de cuartos y una semifinal recordada ante Gabriela Sabatini en 1989. 

Entre 1986 y 1997, el certamen italiano documentó la mejor versión de Fulco, tenista sólida de fondo de cancha, rápida de piernas y dueña de una persistencia y tenacidad que la llevaron a ubicarse 23ª del planeta en la temporada 1988. Roma fue, entonces, una ciudad particular donde el talento de Bettina se lucía especialmente.

"En realidad el torneo de Perugia lo separo del resto que jugué en Roma ya que cuando estuve allí todavía estaba jugando Juniors y fue uno de mis primeros buenos resultados en el profesionalismo llegando a cuartos de final", le cuenta la marplatense a Tenistas Argentinas. Y explica: 

"Con respecto a Roma, fue definitivamente mi torneo preferido junto a Roland Garros. Durante ese torneo, mi sponsor de ropa, Sergio Tacchini, me proveía la indumentaria para todo el año, por lo tanto recibía dos o tres bolsos de ropa nueva y era un placer jugar con esa indumentaria cada año en el Abierto de Italia. Además el hotel, la transportación, la comida y la hospitalidad en general eran excelentes. Me encantaba el sonido del impacto de la pelota en esas canchas que parecían estar construidas en un subsuelo, rodeadas de tribunas de mármol. Y también coincidía que Roma era mi segundo torneo en polvo de ladrillo de la gira europea y siempre me sentí perfecta físicamente a esa altura del año". 


Bettina después de vencer a Katerina Maleeva en la edición de Roma '88 y fotografiada en el año '89
cuando llegó hasta las semifinales. 

En el Foro Itálico, Fulco obtuvo también triunfos resonantes ante rivales top 20 del ránking WTA como las hermanas búlgaras Manuela y Katerina Maleeva y la canadiense Helen Kelesi, además de presentarle batalla nada menos que a las ex número uno Steffi Graf y Arantxa Sánchez-Vicario

"Durante la misma semana de Roma habían torneos más chicos en Hungría o Polonia pero yo siempre preferí jugar en Italia, incluso si lo tenía que hacer en la qualy. Recuerdo haber pasado un par de qualies y eso me dio siempre mucha confianza para enfrentar a las top 20 que vencí. Contra las Maleevas me gustaba jugar, eran agresivas y sólidas desde el fondo, pero no me molestaba su juego y les pude ganar a las tres, más allá de la diferencia del ránking", reflexiona Bettina, quien en la edición 1991 del torneo italiano, estando 131ª del mundo, superó la clasificación y derrotó a Manuela Maleeva (10ª) en su camino a repetir los cuartos de final que ya había alcanzado también en 1987 cuando perdió 6-4 y 6-4 con Graf y en 1988, año en que la venció Arantxa por idéntico marcador. 

Consultada por sus principales remembranzas en el certamen, la ex jugadora y capitana de Fed Cup y cuartofinalista en Roland Garros 1988 evoca: "El partido contra Graf es uno de los que más recuerdo ya que estaban mis padres presentes -eran pocos los torneos que me podían ver- y jugué re bien, casi le gano un set y fue el partido más parejo que disputé contra ella en las ocho ocasiones que la enfrenté. Otra anécdota que recuerdo es estar paseando por los pasillos de las canchas y ver que Martina Navratilova se me acercó y no solamente me saludó sino que se detuvo a mirar mi acreditación, me nombró en voz alta para saber si pronunciaba bien mi nombre, me dio la bienvenida al circuito de la WTA y me deseó suerte. Yo sólo la conocía de vista y me temblaban las piernas de saber que la número uno del mundo me reconocía y me hablaba con tanta humildad y carisma".


Decíamos que en 1989 Bettina tuvo su desempeño más excelso en Roma trepando hasta las semifinales luego de imponerse en cuartos a la ídola local Raffaella Reggi (35ª) por 6-4 y 6-2. Por el pase a la final, Fulco tendría que enfrentar a otra jugadora fetiche del público italiano, la gran campeona Gabriela Sabatini (ver video arriba). 

"Con Gaby nos conocemos y somos amigas desde los 12 años y nunca le pude ganar. Me tenía fe en Roma ya que yo venía jugando muy bien, pero ella era la máxima ídola en Italia. Me acuerdo que el público estuvo todo el tiempo de su lado, no dejaban de alentarla y gritarle, eran súper fanáticos de ella. Así que no la pasé bien en ese partido, pero fue increíble para mí haber llegado a la semifinal". 

Resultados espléndidos, victorias importantes y recuerdos que perduran más allá de lo profesional confirman la influencia especial que tuvo el Abierto de Italia en la carrera de Bettina Fulco. Un escenario que, motivada, la vio rendir en su máximo nivel, inspiración que Bettina sigue provocando en todos los seguidores de nuestro tenis. 


  • ¡Gracias Bettina por tu disposición para colaborar en la nota!
  • Fuentes e imágenes: Archivo personal Revista El Gráfico; Diego García; Perfiles de la WTA.


MARTES, 21 DE MARZO DE 2017

LA ACTUALIDAD DE ADRIANA VILLAGRÁN: UNA VIDA LIGADA AL TENIS 

Adriana en acción en el US Open '84: un tenis que rendía en todas las superficies.

"Hoy en día trabajo como coach en uno de los mejores clubes privados de Miami, hace 20 años que estoy ahí. Y también estoy imponiendo la psicoterapia para el deporte. Psicología de corto tiempo y con resultados inmediatos para jugadores de todo tipo y deporte, grupal y no", le cuenta a Tenistas Argentinas desde Estados Unidos Adriana Villagrán, recordada jugadora nacional que se destacó en el circuito WTA durante toda la década del '80.

Nacida el 07 de Agosto de 1956, Adriana comenzó a practicar tenis en el Club Universitario de Buenos Aires a los 8 años y desde allí no soltó la raqueta hasta la actualidad. Ya en los 70's, tuvo una notable campaña en juveniles, conquistando el Río de la Plata junior y el Banana Bowl entre otros títulos importantes de la categoría. En 1979, asentada en la competencia profesional local, logró el Campeonato del Río de la Plata entre las mayores, certamen que iba a estimular su incursión definitiva en el circuito internacional WTA a los casi 24 años de edad.

Con un trofeo en Argentina durante los 70's,
cuando competía con  Madruga, Casabianca,
González-Locicero y Giussani, entre otras.

Con un juego completo y ofensivo que se adaptaba a todas las superficies, Villagrán se lució rápidamente en el tour alcanzando las finales de dobles en el Abierto de Italia y en Roland Garros 1980, ambas ocasiones con Ivanna Madruga. En individuales, su mejor temporada sería la de 1985, año en que se ubicó entre las 80 primeras raquetas del mundo gracias a su tercera ronda en Roland Garros, sus segundas ruedas en Wimbledon y el US Open y sus cuartos de final en San Pablo. Previamente, en el '84, había llegado a la definición sobre el cemento de Río de Janeiro y dos años después, en el '86, disputaría su segunda final WTA en la carpeta de Taipei quedándose con el subcampeonato. Volviendo al dobles, Villagrán alcanzó otras 4 finales del circuito, un par en Tokio '84 (en compañía de su compatriota Emilse Raponi) y otras en Barcelona y Auckland '85. 

Una carrera construida con esfuerzo y perseverancia -sus mejores resultados en singles llegaron cuando rondaba los 30- y en la que también representó a su país en la Fed Cup con los cuartos de final en Nagoya 1985 junto a Gabriela Sabatini y Mercedes Paz como actuación más satisfactoria. A la vez, antes de su retiro en 1990, enfrentó a jugadoras históricas del tenis mundial como Steffi Graf, Chris Evert o Martina Navratilova (a quien llevó a 3 sets en la segunda ronda de Roland Garros 1987) y logró triunfos destacados ante Lori McNeil, Linda Ferrando, Katrina Adams, Wendy Prausa, Helen Kelesi y Betsy Nagelsen. 

Jugando la final de dobles y en la premiación de Roland Garros '80 junto a Madruga.

Al tiempo de abandonar el profesionalismo, Adriana se radicó en Miami con su marido Jorge Reami y tuvo dos hijas, una de ellas también dedicada al tenis. "Gracias por interesarse en la historia femenina del tenis que parece que va desapareciendo en nuestro país y que es muy penoso", cierra Villagrán. Con ejemplos de constancia, tenacidad y talento como el de ella, el legado de las grandes jugadoras del tenis femenino argentino seguirá vigente. 


Adriana Villagrán en la actualidad: reside en Estados Unidos y da clases de tenis. 


  • Fotos: gentileza Adriana Villagrán; Diego García; Archivo personal revista El Gráfico.
  • Más imágenes e información de la carrera de Adriana, en este enlace



MIÉRCOLES, 08 DE MARZO DE 2017

FLORENCIA LABAT RECUERDA UNO DE LOS MEJORES TRIUNFOS ARGENTINOS EN INDIAN WELLS 

Labat, Coetzer y una de las canchas de Indian Wells versión '97. 

El inicio de la temporada 1997 era especial para el tenis nacional. Por primera vez en más de una década, Gabriela Sabatini ya no formaba parte del circuito y su ausencia representaba una incertidumbre pensando en los resultados que podían tener nuestros compatriotas en los tours ATP y WTA.

Aquella campaña, quien heredó el liderazgo del tenis femenino argentino fue Florencia Labat. Y la zurda porteña lo hizo con gran dignidad, demostrando por qué hacía varios años que se mantenía entre las mejores 50 raquetas del mundo con importantes actuaciones en grandes torneos. Fue justamente Florencia, en el espectacular certamen de Indian Wells, la responsable del primer éxito resonante para nuestro tenis después del retiro de Gabriela. En la tarde del sábado 8 de Marzo, sobre el cemento estadounidense, Labat derrotó en segunda ronda 1-6 - 7-5 y 7-5 a la sudafricana Amanda Coetzer, octava favorita, 13ª del mundo y flamante semifinalista del Australian Open tras vencer a la número 1 del ránking Steffi Graf.

El score por sí mismo refleja lo batallado que fue el encuentro: la argentina no sólo remontó un comienzo muy adverso, sino que además levantó un 0-4 en el set decisivo y 2 match points en el décimo juego. "De aquel partido recuerdo que fue larguísimo y muy intenso, ella era una jugadora muy sólida y cada punto había que lucharlo varios minutos. ¡No recordaba que levanté match points!", le cuenta Florencia a Tenistas Argentinas 20 años después de su victoria épica. 

Florencia en una entrevista con el diario Olé por su destacada labor en 1997.

Y continúa: "siempre los partidos contra Coetzer eran muy parejos, era una jugadora que nadie quería enfrentar, se sabía que contra ella los partidos eran muy largos, que no erraba y no te regalaba ningún punto. Había que ganarle cada punto del partido". Esa temporada, la rubia sudafricana volvería a vencer a Graf en Berlín y Roland Garros, sorprendería también a la nueva reina del circuito Martina Hingis en Leipzig y terminaría su año notable en el puesto número 3 del listado WTA. "A mí personalmente no me hacía daño su forma de jugar y prefería enfrentarla a ella y no a otras jugadoras top", señala Labat, quien ya había superado a Coetzer en otro cotejo maratónico en la tercera ronda del US Open '92, el triunfo que la ex 26 del ránking mundial recuerda como uno de los más significativos de su carrera. 

Como mencionábamos, 1997 encontró a Florencia Labat por primera vez como la mejor jugadora del país incluyendo mujeres y varones. Y no defraudó. A sus octavos de final en Indian Wells (caería en esa instancia con la francesa Testud) esa temporada se sumaron los octavos del US Open, las semifinales en Madrid derrotando a la rumana Spirlea (13ª), la tercera ronda de Wimbledon y encuentros memorables llevando a tres sets a Mónica Seles (3ª) en la capital española y a Arantxa Sánchez (5ta.) en Amelia Island. Distinguida con el premio Olimpia tras su exitosa campaña, Florencia concluyó el año en el lugar 39º WTA en singles (en Indian Wells se ubicaba 52ª), seguida por Hernán Gumy (84ª ATP) e Inés Gorrochategui (91ª WTA). 

"Ese año fue muy bueno para mí, pero creo que no modificó mucho el hecho de que yo fuera la número 1 de Argentina. Seguí jugando en el circuito como siempre y la difusión en los medios siguió siendo la misma para mí", cierra Florencia, recordada por su potente drive, su revés con slice, su inteligencia táctica dentro de la cancha y su incondicionalidad para representar a Argentina en la Fed Cup. Sin dudas, una de las tenistas más importantes en la historia de nuestro tenis. 



  • ¡Gracias Florencia por tu participación en la nota!
  • Fotos: members.tripod.com; Getty Images; Archivo personal diario Olé. Diseño de Tenistas Argentinas. 
  • Pueden ver videos de las actuaciones destacadas de Florencia en el '97 y otros años en nuestro canal de Youtube



VIERNES, 05 DE AGOSTO DE 2016

MERCEDES PAZ, LA PRIMERA TENISTA OLÍMPICA ARGENTINA: "FUE MI PRIMER SUEÑO HECHO REALIDAD"

La potencia de Mercedes Paz en el '84: la tucumana hizo historia en Los Ángeles.

En 1984, y por segunda vez en más de 60 años, el tenis volvía a formar parte de los Juegos Olímpicos en la cita de Los Ángeles. En aquel acontecimiento histórico, sólo una raqueta nacional estuvo presente: la tucumana Mercedes Paz, quien se convertía también en la primera tenista mujer nacida en nuestro país en representar a Argentina en un evento olímpico luego de la actuación de cinco compatriotas varones durante París 1924. 

"La verdad para mí fue el primer sueño hecho realidad", le cuenta emocionada Mercedes a Tenistas Argentinas evocando sus primeros J.J.O.O..

"Me acuerdo que a los 8 ó 9 años siempre miraba un programa en la tevé que se llamaba 'El deporte y el Hombre', donde muchas veces pasaban todos los deportes y fragmentos de los Juegos Olímpicos. Fue allí cuando empecé a soñar con participar en uno de ellos. Sin embargo en esa época el tenis no era un deporte Olímpico", comienza a recordar Mercedes.

"Y por fin se dio que fue incorporado en el los Juegos Olímpicos de Los Ángeles '84, como deporte exhibición, y tuve la fortuna de estar".

Precisamente los Juegos estadounidenses recibieron nuevamente al tenis bajo el formato de demostración y con tenistas Sub-21. Entre ellos se encontraban nada menos que la futura número uno del mundo alemana Steffi Graf (quien ganaría el oro en singles) y el próximo líder de la ATP sueco Stefan Edberg, también campeón de la presea dorada. La local Andrea Jaeger, la francesa Catherine Tanvier, la italiana Raffaella Reggi, el australiano Pat Cash, el francés Guy Forget y el también local Jimmy Arias fueron algunos de los jugadores de renombre que acompañaron a la tucumana. 

"Yo tenía 18 años, y estar en la Villa Olímpica, compartiendo con diferentes atletas de todos los deportes y de todo el mundo, fue algo súper especial, que jamás olvidaré. Estaba en mi etapa de Junior, en donde mi competencia como profesional estaba en ciernes. Nunca había visto competir en gimnasia o atletismo, y eso fue muy impactante, ya que considero que los 100 metros son el símbolo de los Juegos.

Dos postales de la apertura de los J.J.O.O. '84: la delegación argentina, la bandera y un estadio colmado.  

Pero el mundillo Olímpico es increíble, y cruzarse con Carl Lewis, corredor americano, Michael Gross, nadador alemán, Mary Lou Retton, gimnasta, Michael Jordan, o Pat Ewing era increíble.

Otra cosa que llamaba la atención era los diferentes cuerpos que observaba, como por ejemplo las gimnasta menudas, y las lanzadoras de bala robustas, los maratonistas que corren todo el día por la villa, a los boxeadores o luchadores, cuidándose al extremo para llegar al peso de su categoría: realidades totalmente distintas en cada disciplina y sin embargo todos mancomunados en una sola cosa, en ganar… o hacer el mejor papel posible".

En el plano de la competencia tenística, Mecha, figura por entonces del circuito Junior en singles y líder en dobles junto a Gabriela Sabatini, cayó en su debut ante la británica Amanda Brown, un año mayor que ella, por 6-2 y 6-3. Sigue la tucumana: 

"La parte social, el famoso intercambio de pines de cada país, el conocer disciplinas que no tenía idea de la existencia, idiosincrasias distintas, la preparación para cada deporte, los entrenamientos tan diferentes unos de otros deportes son tan llamativos que alucinan la cabeza de un deportista en esa circunstancia.

La ceremonia, el desfile de cierre, son vivencias únicas y llenas de emoción, es muchísimo el orgullo que uno lleva al representar en esas circunstancias a su país".

Cabe recordar que Mercedes Paz, primera argentina campeona de un WTA en individuales y que llegó a ser 28ª del mundo en singles y 12ª en dobles, participó después en los Juegos de Seúl y Barcelona. Para finalizar esta nota, la cálida Mecha nos escribe estas palabras (las mayúsculas son de la protagonista): "No podría concluir estos comentarios y esta gustosa invitación que me cursaron sin sugerirles, en este convulsionado mundo, como lo afirmaba el LÍDER MANDELA, "el deporte puede, quizás, ser el ARMA más PACIFICADORA del Planeta”.


Foto histórica de los tenistas olímpicos en Los Ángeles: en segunda fila
 y con campera celeste y blanca se distingue a Mecha.


  • ¡Gracias Mercedes por tu disposición y dedicación para esta nota!
  • Fotos gentileza Mercedes Paz; Archivo personal Revista El Gráfico y Getty Images.
  • El cuadro de singles femenino de  los Juegos del '84, en en este enlace.


VIERNES, 25 DE MARZO DE 2016

PLAYAS BAÑADAS DE TENIS


El inolvidable revés de Gabriela en acción en Miami '89, cuando ganó el título.

Desde su primera aparición en 1985 el torneo de Miami es una cita impostergable para las figuras principales del tenis profesional. Con Lipton, Nasdaq y Sony como sus históricos auspiciantes, el certamen mixto que supo ser reconocido como el quinto Grand Slam, también tuvo a varias tenistas argentinas entre sus protagonistas.

Gaby y su copa de campeona junto
a la finalista Evert.
Sin dudas, Gabriela Sabatini fue la mejor de las raquetas nacionales en Key Biscayne, apoderándose del torneo de singles en la edición 1989 al vencer a la legendaria Chris Evert y del dobles un año antes junto a Steffi Graf. Además, Gaby fue finalista en 1991 (cayó con Seles) y 1992 (contra Arantxa), en ambas ocasiones derrotando en tres sets a la propia Graf en semifinales.

"Este torneo es muy importante. Yo tenía una obligación. No estaban la número uno y la número dos del mundo y debía ganar la número tres que soy yo", contaba Gabriela luego de su conquista del '89. Y agregaba: "además, sabía que me jugaba ese puesto con Chris en la final, porque si perdía ella me volvía a pasar. Me tenía que demostrar a mí misma que podía con la responsabilidad de ser la favorita. A mí me falta madurez, mejorar lo mental para no tener altibajos. Otra cosa importante fue ganar por primera vez un torneo de dos semanas. Yo nunca lo había logrado. Ahora sé cómo reacciona mi físico y mi cabeza durante catorce días seguidos de jugar tenis de alta competencia. Es una experiencia muy importante para planificar cómo lograr un torneo de Grand Slam, que también duran dos semanas".

Aquel título en Miami implicó justamente un gran esfuerzo para la ex número tres del mundo, quien debió ganar siete partidos para alzarse con la copa ya que las preclasificadas aún no tenían libre la primera rueda. La local Hakami (76ª), la francesa Suire (145ª), la neozelandesa Cordwell (37ª), la también estadounidense Grossman (53ª), la francesa Demongeot (42ª) y la checa Sukova (5ta.) fueron las rivales superadas por una Sabatini de 18 años antes de imponerse en la final a la ex número uno Evert (por entonces 4ta.) con parciales de 6-1 - 4-6 y 6-2.

Tarabini en Miami '88, uno de sus torneos más exitosos.

A la vez, cabe destacar que Gabriela también alcanzó semifinales del torneo norteamericano en 1993 y 1995. En Florida, además, enfrentó por primera ocasión a Seles, imponiéndose 7-6 (1) y 6-3 en la segunda ronda de 1988.

Sin embargo, la talentosa Gaby no fue la única compatriota con actuaciones destacadas en el Abierto miamense: en la mencionada edición del '88, Patricia Tarabini tuvo uno de los mejores torneos de su carrera llegando a octavos de final venciendo en el camino a la 15 del mundo Cecchini, de Italia, misma instancia a la que arribaron Bettina Fulco en 1990, Florencia Labat en 1991 (derrotó a la 27ª favorita japonesa Sawamatsu), '92 y '94, Inés Gorrochategui en 1995 y Paola Suárez y Gisela Dulko en 2004.

Florencia Labat sonriendo en el Lipton '97.
Justamente Dulko fue la última gran animadora albiceleste en el Premier Mandatory cuando en la segunda vuelta del año 2009 consiguió uno de sus éxitos más resonantes al vencer a la número tres del planeta Jelena Jankovic 6-4 y 7-6 (5) en el estadio principal del Crandon Park. Gisela también es la única campeona argentina del torneo junto a Sabatini gracias a su trofeo en el dobles de 2010 en compañía de Flavia Pennetta.

"Es el título más importante para nosotras. Era una final difícil, por suerte pudimos controlar mejor los nervios y cerrar el partido", dijo la tigrense después de adjudicarse la copa con su amiga italiana doblegando a Petrova/Stosur 10-7 en el Match Tie Break

Siguiendo con la prueba de dobles, se distinguen también la definición disputada por Suárez y Ruano en 2002 y las semifinales de Tarabini y Conchita en 1998, de Laura Montalvo y la estadounidense Huber en 2001 y de Gisela y Paola en 2012. 

Un certamen especial para nuestras compatriotas, considerando asimismo el público argentino y latinoamericano que concurre asiduamente al evento para alentar a sus coterráneos. Dos semanas donde las populares y visitadas playas de Miami se bañan con el mejor tenis del mundo.

Gisela y Pennetta, campeonas en Miami 2010.

Más fotos


En Miami 1988 Sabatini ganó el dobles junto a Steffi Graf.


Panorámica de las playas y las canchas del torneo.

El abrazo de Gaby con su coach de entonces Ángel Giménez tras ganar el título en 1989.

Gabriela en acción en el '91, cuando fue finalista. Repetiría el subcampeonato en el '92


Fulco, Gorrochategui y Paz en el Lipton '93: tres compatriotas animadoras del certamen.


Florencia Labat y su revés en Miami '98. Después de Sabatini es la argentina que más veces llegó
a la segunda semana, con tres octavos de final.

En 2001 Mariana Díaz-Oliva alcanzó la 3ª ronda. Repitió la misma instancia el año siguiente. 

Paola Suárez llegó a octavos de final en 2004 y fue finalista de dobles en 2002.

Gisela Dulko festeja en su notable triunfo ante Jankovic en 2009.

Paula Ormaechea llegó a la 2ª ronda Miami 2014, última argentina en disputar el certamen.



  • Fuentes e Imágenes: Archivo personal Revista El Gráfico y diario Clarín; members.tripod.com; Getty Images; Reuters; AP; EFE; Perfiles ITF y WTA.


MIÉRCOLES, 06 DE ENERO DE 2016

ARGENTINA EN LA COPA HOPMAN


Paola y Zabaleta en la Hopman '02.

Desde hace 28 años, la Copa Hopman representa una de las primeras atracciones de cada nueva temporada tenística. La presencia de varias figuras importantes y el hecho poco común de ver competir a los jugadores en una disciplina mixta convierten al certamen australiano en uno de los eventos de exhibición más atrayentes del deporte blanco.

A lo largo de su historia, Argentina estuvo presente cinco oportunidades en el campeonato disputado en Perth en las ediciones de 1995 con Inés Gorrochategui y Javier Frana, 2002, de la mano de Paola Suárez y Mariano Zabaleta, 2005 con Gisela Dulko y Guillermo Coria, 2006, representada por Dulko y Gastón Gaudio y 2008 con Gisela y Juan Ignacio Chela.

Gorrochategui, primera argentina
en jugar la Copa Hopman.
De todas estas participaciones, la final alcanzada por Dulko y Coria constituye la actuación más saliente de nuestros compatriotas en el torneo ideado por los ex jugadores australianos Pat Cash, Paul McNamee y Charlie Fancutt en honor a la le leyenda tenística del país Harry Hopman, estrella en los años '30.

En esa ocasión, Gisela y el venadense tuvieron un recorrido exigido hasta el subcampeonato, definiendo los tres cotejos que los llevaron hasta la final en el dobles mixtos decisivo: Dulko cayó en los singles, Coria ganó sus encuentros y luego juntos triunfaron en la prueba combinada. Así, quedaron atrás Italia (Schiavone/Sanguinetti), Rusia (Myskina/Safin) y Alemania (Groenefeld/Haas) antes del traspié 3-0 ante los eslovacos Hantuchova/Hrbaty en el cotejo por el título.

En el resto de sus presentaciones, nuestro país no superó las rondas preliminares, siendo la tigrense y Guadio quienes sumaron un éxito más a los conseguidos por Argentina en 2005 cuando vencieron al dúo alemán Groenefeld/Kiefer 2-1 en el round robin de 2006. Como datos relevantes, cabe mencionar que Paola Suárez obtuvo buenos triunfos en sus singles ante la suiza Vavrinec y la australiana Molik además de haber enfrentado a la legendaria española Arantxa Sánchez y a la dupla de Federer y su futura esposa Vavrinec en 2002. Asimismo, los primeros participantes albicelestes en el certamen, Gorrochategui y Frana, fueron superados en su único partido 2-1 por Holanda con victorias decisivas de los europeos Wiesner y Skoff en los respectivos individuales.

Steffi Graf, Serena Williams, Martina Hingis, Mónica Seles, Arantxa Sanchez, Lindsay Davenport, Jana Novotna, Manuela Maleeva, Iva Majoli, Anke Huber, Chande Rubin, Amanda Coetzer, Petra Kvitova y Agnieszka Radwanska con sus diferentes compañeros figuran en la lista de campeones de la prestigiosa competencia que hace casi tres décadas marca el inicio del año tenístico. 

Mientras nos ilusionamos con una nueva incursión nacional en el torneo (¿Irigoyen/Del Potro?, ¿Ormaechea/Mónaco?, ¿Podoroska/Schwartzman?, ¿los hermanos Pella?) y añoramos duplas que ya no podrán ser (Sabatini/Mancini o Labat/Gumy, por ejemplo) no deja de ser destacable que nuestro país haya formado parte de este encuentro tradicional y distendido con el que todos los seguidores del tenis renovamos la aventura de cada temporada.


Dulko y Coria en la premiación del 2005: única pareja argentina en llegar a la final.


  • Videos

2002



2005



2006



2008




  • Fotos: Archivo personal diario Clarín y La Nación; diomedia.com.


SÁBADO, 05 DE SEPTIEMBRE DE 2015

LA BRONCA ANTES DEL ENSUEÑO: GABRIELA SABATINI SUBCAMPEONA DEL US OPEN '88


Gabriela Sabatini observa abatida a Graf tras perder la final del US Open.

"En el vestuario ni la saludé. Mirá que somos amigas y nos queremos, pero tengo mucha bronca porque pensé que iba a ganar este partido. Yo sé que puedo ganarle. Por eso no le tengo miedo ni la respeto. Es una máquina. A veces pienso que no es humana... Lo único que reconozco es que tiene más físico y más aguante que yo". Entre lágrimasGabriela Sabatini le transmitía a la prensa argentina todo su desencanto luego de perder con Steffi Graf la final del Abierto de Estados Unidos de 1988.

Aquella jornada especial de Septiembre de finales de década marcó respectivos hitos para el tenis mundial y para el deporte argentino. Por un lado, Graf iba a convertirse en la tercera mujer de la historia en ganar los cuatro torneos de Grand Slam en la misma temporada (última jugadora en conseguirlo hasta el momento), mientras que Gabriela era la primera tenista argentina mujer que disputaba un encuentro decisivo de un Major. El resultado fue 6-3 - 3-6 y 6-1 y Steffi, semanas más tarde, completaría el "Grand Slam de Oro" venciendo nuevamente a Sabatini en la final de los Juegos Olímpicos de Seúl.

Su compatriota Bettina Fulco, la local Beverly Bowes Hackney, la neozelandesa Julie Richardson, la también estadounidnese Stephanie Rehe, la letona Larisa Neiland (16ta. favorita) y la local Zina Garrison (12ª) fueron las rivales derrotadas sucesivamente por Gabriela (4ta. del mundo), quien sólo cedió un set ante Neiland en su recorrido hasta una definición por entonces inédita en su carrera.

Enojo, tensión y un descontento poco habitual refleja Gaby en las imágenes de la premiación de aquel campeonato. Ella, siempre correcta y amable, no podía disimular la frustración por la derrota en el cemento neoyorquino. "No me conformo, quiero ser la número uno del mundo", repetía a los medios y allegados con sus jóvenes 18 años. Una exigencia acorde a su talento excepcional, una furia que sólo sienten los grandes campeones. Aunque ciertamente, y es importante subrayarlo, Gabriela había hecho historia en aquel certamen, el primer Grand Slam profesional con una jugadora argentina en la final de singles.

El revés sublime de Gaby en Nueva York 1988. Dos años después, ganaría su mayor título.

La revancha 

La temporada siguiente, en el mismo torneo pero en semifinales, sería nuevamente Graf quien terminara con las ilusiones de Sabatini de obtener su primer trofeo Major. Steffi se impuso 3-6 - 6-4 y 6-2 y la maestría de Gaby continuaba sin encontrar un trofeo acorde a su jerarquía tenística.

Llegó 1990, se sucedieron una lesión en la tercera ronda del Abierto de Australia, los octavos de final en Roland Garros y la semifinal de Wimbledon y Gabriela Sabatini arribaba a Flushing Meadows con las ganas de siempre, pero sin tantas certezas: "Estoy preocupada porque, aun jugando bien, los resultados no se dan". Esa confianza que le faltaba, Gaby la fue encontrando partido a partido a lo largo del certamen hasta quedar nuevamente cara a cara con la número uno Graf en el encuentro por el título en el estadio Louis Amostrong. 

Pero esta vez hubo desquite y Gabriela se impondría 6-2 y 7-6 (4) con un tenis más bello y ofensivo que nunca. "Llegué a Nueva York con bronca, porque venía haciendo todo bien y los resultados no se me daban. Pero apenas arribé, todas las noches me dormía y soñaba con la imagen mía alzando la copa. Y fui avanzando, y soñando todas las noches con lo mismo, hasta que llegó la final, y la consagración, que terminó siendo mi desahogo por toda esa impotencia que tenía antes del torneo. Fue el sentimiento más lindo que tuve adentro de una cancha de tenis. Ganarle le final a Steffi en dos sets, y hacerlo en Nueva York, una ciudad donde siempre sentí una energía positiva tremenda a mi favor, resultó inolvidable"

Esta edición se cumplen 25 años del momento más importante en la carrera de Gabriela Sabatini y de toda la historia del tenis femenino argentino. Un torneo donde se hizo justicia y el talento único de Gaby encontró un premio a su medida. Un campeonato, también, donde la bronca cambió de signo y giró hacia el ensueño primero y hacia la realidad después. Un sueño cumplido para Gabriela y para sus miles de admiradores alrededor del mundo.

De testigo a campeona: ahora es Gabriela Sabatini quien levanta la copa de ganadora del US Open '90.


  • Fotos: Archivo personal Revista El Gráfico y El Gráfico Edición extra.
  • Mas sobre el titulo de Gaby en el US Open '90, en esta nota.


JUEVES, 02 DE JULIO DE 2015

LAS MEJORES ARGENTINAS EN WIMBLEDON 




A lo largo de sus más de 135 años de tradición, el torneo de Wimbledon tuvo en varias de sus ediciones a tenistas argentinas como protagonistas. Si bien el césped fue -y es- una superficie ajena a la formación de nuestras compatriotas, el talento de muchas de ellas les permitió concretar actuaciones destacadas en el All England, ganándose un lugar en la historia del deporte nacional y del tenis mundial. Sigue a continuación un recorrido con las mejores presentaciones de las raquetas femeninas del país sobre el verde suelo inglés.

  • Gabriela Sabatini, poetisa del césped

Sabatini y Capriati en una de las semifinales de Wimbledon '91. 

La fabulosa Gaby es, indudablemente, la argentina que obtuvo mejores resultados en el tercer Grand Slam de la temporada. Con once participaciones consecutivas en Wimbledon desde 1985, la ex número tres del mundo disputó una final aún recordada en 1991 derrotando a la estadounidense Jennifer Capriati en semifinales previo a perder ajustadamente 8-6 en el tercer set con la alemana Steffi Graf en la definición.   

El talento de Gaby en la final del torneo mas prestigioso del mundo. 

A la vez, Sabatini trepó hasta las semifinales en el '86 (con sólo 16 años), '90 y '92 y a los cuartos de final  en '87, '93 y '95 con triunfos ante jugadoras top como la bielorrusa Natasha Zvereva, la alemana Anke Huber y la francesa Nathalie Tauziat. Un juego dúctil y elegante que se adaptaba muy bien al pasto británico, tan rápido como exigente. 

Junto a su coach brasilero Carlos Kirmayr después de un entrenamiento. 

Más recuerdos y fotos del mejor Wimbledon de Gaby, en esta nota.


  • Giscafré, Labat, Gorrochategui y Suárez en la segunda semana 

Florencia Labat, Inés Gorrochategui y Paola Suárez, entre las mejores argentinas en Wimbledon.

Además de Gabriela Sabatini, únicamente cuatro argentinas lograron avanzar hasta por lo menos los octavos de final de Wimbledon en la Era Abierta. Ellas son Raquel GiscafréFlorencia Labat e Inés Gorrochategui con respectivos octavos en 1974, 1994 y 1995 y Paola Suárez, cuartofinalista en 2004. 

Raquel Giscafré en un día 
lluvioso en Londres. 
Después de sus semifinales ese mismo año en Roland Garros, la santafesina Giscafré pudo sumar otro buen desempeño en Wimbledon '74 ubicándose entre las 16 mejores del torneo, primera compatriota en lograrlo en la Era Profesional.  

20 años más tarde, con su tenis de zurda y reveses cortados con slice, Labat concretó un gran certamen en el '94, derrotando a la 15 del mundo Sabine Hack de Alemania en primera ronda y a la ex top 3 norteamericana Pam Shriver en tercera vuelta. Por su parte, la versátil Gorrochategui hizo lo propio en el '95, edición en la que impuso su destreza todoterreno para sorprender a Zvereva (11ª) antes de caer con la número uno Graf en octavos.

El caso de Paola Suárez es ejemplar. Luego de disgustarse con la superficie y de perder cinco ediciones seguidas en su presentación, Poly tuvo su mejor año en La Catedral con los cuartos en 2004, una temporada después de haber avanzado por vez inicial a los octavos de final. Un juego profundo y plano desde el fondo de la cancha y definiciones con subidas a la red convirtieron a Paola en una jugadora respetable también sobre césped.  

  • Dulko y otras grandes victorias

Gisela Dulko saluda a Sharapova luego de superarla en Wimbledon '09. 

Sin dudas el triunfo de Gisela Dulko en el Court Central ante la ex campeona del torneo María Sharapova en la segunda rueda de 2009 es uno de los partidos más memorables de una compatriota en el Grand Slam británico. Gisela, con éxitos importantes en hierba, se impuso en tres cerrados sets 6-2 - 3-6 y 6-4 a la favorita rusa para plasmar uno de los resultados más notables de su carrera. Al mismo tiempo, además de las mencionadas victorias de Gabriela, Florencia e Inés, caben destacarse los triunfos de Paola Suárez ante la búlgara Magdalena Maleeva (11ª WTA) en 2003 y sobre la suiza Patty Schnyder (35ª) en 2000, de la propia Gorrochategui ante Huber (11ª) en '94, Spirlea (16ª) en '96 y Dragomir (26ª) en '99, de Dulko sobre la legendaria Martina Navratilova y la australiana Jelena Dokic (25ª) en 2004, de Ivanna Madruga contra la local Sue Barker (12ª) en 1979, de Mariana Díaz-Oliva vs. la israelí Smashnova (39ª) en 1999 y de Cristina Tessi ante la francesa Sandrine Testud en la edición '91.


  • Éxitos en dobles

En Wimbledon '88 Gaby y Steffi Graf conquistaron el dobles femenino. 

La especialidad del dobles también entregó satisfacciones históricas. Gabriela Sabatini continúa siendo, todavía actualmente, la uncia deportista albiceleste en quedarse con un trofeo profesional en Wimbledon gracias a su título en el dobles del '88 en compañía de Steffi Graf. La carismática dupla derrotó 6-3 -1-6 y 12-10 a las por entonces soviéticas Savchenko/Neiland para alzarse con su único trofeo de Grand Slam juntas, el primer Major de Gaby, quien después ganaría el US Open '90 en singles.


Paola y Ruano-Pascual en su primera premiación en Wimbledon '02. 

También tuvo grandes actuaciones en duplas Paola Suárez en compañía de la española Virginia Ruano-Pascual. El ex dúo número uno del mundo protagonizó tres finales en el All England en 2002, 2003 y 2006, convirtiéndose en el único Grand Slam que no pudieron obtener. 

  • Títulos juveniles

María Emilia Salerni, campeona juvenil en individuales. 

El año 2000 marcaría otro hecho especial para el tenis argentino en Wimbledon. A los 17 años, la rafaelina María Emilia Salerni se quedaba con el trofeo de singles juveniles transformándose en la primera tenista nacional en ganar una copa individual en el certamen inglés. Salerni, vencedora 6-4 y 7-5 de la ucraniana Perebiynis en la final, conseguía además el liderazgo mundial en la categoría y sumaba un nuevo éxito en Londres tras su título en dobles junior con la checa Daja Bedanova la temporada anterior.

Gisela Dulko y Harkleroad campeonas juveniles de dobles en 2001. 

Un año más tarde, otra compatriota lograría una conquista entre las juniorsGisela Dulko, con 16 años, obtenía el dobles en dupla con la estadounidense Ashley Harkleroad al superar a Mattek-Sands/Horiatopoulos por 6-3 y 6-1. Aquel título de Gisela representa el último campeonato obtenido por un tenista argentino -varón o mujer- en el césped de Wimbledon. 

  •  Terán y Baylon: las precursoras 

Norma Baylon.
En los tiempos previos al profesionalismo, la ilustre Mary Terán de Weiss se adjudicaba en 1948 el trofeo "Plate" de Wimbledon, prueba en el que competían los jugadores eliminados en las tres primeras ruedas. A la vez, en 1964, Norma Baylon imponía su juego explosivo de saque y red para convertirse en la primera argentina en avanzar a los cuartos de final en la historia del campeonato (caía con la multicampeona australiana Margaret Smith Court), pero todavía en el preludio de la Era Abierta. Además, cabe mencionar a las hermanas Dorothy, Winnifred y Marjorie Boadle, primeras en representar a Argentina en el clásico certamen en el año 1907. Todas ellas fueron protagonistas y también antecesoras de tantos momentos de alegrías para las tenistas argentinas en uno de los torneos originarios del tenis. 



  • Fotos: Archivo personal revista El Gráfico y diarios Clarín y La Nación; L' Equipe; diomedia.com; Getty Images; isiphotos.com. 
  • Fuentes: Perfiles WTA; ITF; Sitio oficial de Wimbledon.
  • Pueden encontrar videos con algunas de las actuaciones mencionadas de las tenistas nacionales en Wimbledon en nuestro canal de Youtube


LUNES, 01 DE JUNIO DE 2015

IVANNA MADRUGA EN LOS CUARTOS DE FINAL DE ROLAND GARROS


Ivanna en acción en Roland Garros: cuartos y top 20 para ella.

El Abierto francés de 1980 iba a encontrar a la ex número uno argentina Ivanna Madruga por primera vez en las instancias decisivas de un torneo de Grand Slam, actuación que confirmaría a la tenista cordobesa como una de las mejores jugadoras del mundo.

Ya había dado muestras de su gran potencial Ivanna la temporada anterior, alcanzando los cuartos de final en Roma y los octavos de final en Roland Garros exigiendo hasta el tercer set en ambos torneos a la número uno del mundo, la estadounidense Chris Evert.

El segundo Grand Slam de 1980 representaría entonces la ratificación de la calidad de Madruga. Semifinalista en Hilton Head y Roma las semanas previas, la oriunda de Río Tercero comenzó con contundencia su actuación en Roland Garros doblegando en sus dos primeros encuentros a las estadounidenses Laura Dupont 6-1 y 6-0 y Caroline Stoll (13ª) 6-1 y 6-2.

El gran desafío llegaría una ronda después, en los octavos de final, ante la top ten británica y ganadora de Wimbledon '77 Virginia Wade. La cordobesa venía de derrotar a la octava jugadora del ránking en la Fed Cup, Hilton Head y Perugia en cotejos muy disputados pero cruzarla en un Grand Slam significaba una prueba diferente. Finalmente, Ivanna lograría imponerse nuevamente por 6-0 - 6-7 y 6-2 para arribar a sus primeros cuartos de final en uno de los cuatro certámenes más importantes del planeta.

"El juego con gente de primer nivel me ha llevado a un grado muy competitivo. Estoy cosechando el trabajo muy serio y estudiado que vengo realizando desde principios del año pasado con la mente puesta en Roland Garros", contaba la argentina con 19 años días después de su gran campeonato en Francia. 

El camino de Ivanna en los individuales de París se detenía en cuartos ante la checa Hana Mandlikova (7ª), quien la vencía 6-2 y 6-3. Así resumió el match el periodista y célebre crítico cinematográfico francés Serge Daney:

"Si al menos pudiera meter una; una, aunque sea", se escucha decir desde el fondo de la cancha. Es Ivanna Madruga, que, abajo 4-1 en el segundo set, se enoja consigo misma. Aun va a salvar seis match points antes de ceder ante la joven y terrible Hana Mandlikova. [...] Las jugadoras no poseen aún "todos los golpes del tenis", pero los que tienen los juegan con una determinación temible y una violencia sorda. El duelo entre Madruga y Mandlikova fue la guerra entre el top spin y la red, es decir, en nuestros días, la guerra clásica del tenis. Madruga imprimió a sus pelotas efectos inverosímiles que las hacían rebotar muy alto. Pero la joven argentina no estaba en el mejor de sus días y no tuvo defensa cuando Mandlikova, dotada ya de un servicio impecable, descubrió cómo devolver esas pelotas e irse a la red"

Ese top spin que describe Daney en Ivanna no es otra cosa que la herencia del estilo de Guillermo Vilas, uno de los ídolos de la infancia de Madruga y quien también treparía hasta los cuartos de final en aquella edición del torneo. "Por supuesto, como a todo chico de mi generación, me influenció Guillermo y de allí que pegue con top spin y juegue de fondo como él y 'Batata' (por Clerc)".


Madruga junto a Villagrán en la final de dobles de Roland Garros. 

Sin embargo, el certamen consagratorio de Madruga no finalizaría allí ya que junto a otra argentina, Adriana Villagrán, llegarían a la final de dobles damas superando en semifinales a la propia Mandlikova y a la también checa Tomanova. "Nos divertimos muchísimo y a mí me sirve de distensión y distracción. Me llevo muy bien con ella", explicaba la cordobesa quien por ese entonces era entrenada por su padre Daniel y un equipo completo de profesionales que incluían preparadores físicos, deportólogo, psicólogo y nutricionista. La dupla albiceleste cedería luego en la definición 6-1 y 6-0 ante las favoritas estadounidenses Jordan/Smith.

En una temporada esplendorosa, en la que además iba a ubicarse entre las ocho mejores en el Abierto de Estados Unidos y dentro de las primeras 15 en el ránking mundial WTA, Ivanna Madruga vivía en Roland Garros uno de los torneos más importantes de su carrera. Aquel que la llevó por primera vez al top 20 internacional y donde todo su talento, trabajo y profesionalismo pudieron plasmarse en el escenario principal de su superficie preferida, el polvo de ladrillo.



  • Bibliografía: Revista El Gráfico; libro "El amante del tenis" (Serge Daney, 1994); Anuarios y perfiles de la WTA e ITF.
  • Fotos: Archivo personal revista El Gráfico.
  • Más sobre la carrera de Ivanna Madruga, en este perfil.


MARTES, 06 DE ENERO DE 2015

PAOLA SUÁREZ: THE OCEANÍA AFFAIR 


Paola festeja un punto ante Pierce en Australia '01. Ese triunfo le permitió
avanzar hasta octavos de final, última argentina en lograrlo.


lo largo de su extraordinaria carrera, Paola Suárez consiguió regularmente muy buenos resultados en los torneos de inicio de temporada. Títulos, finales y semifinales en singles, dobles y dobles mixtos confirman el romance singular que existió entre la jugadora de Pergamino y el suelo de Oceanía, convirtiéndose así en una de las tenistas argentinas con mejores actuaciones en aquellos eventos.

"Me gusta mucho más que el cemento. Es algo intermedio entre el cemento y el polvo de ladrillo y me gusta mucho al ser un poco más parecido a las canchas lentas", comentaba Suárez a principios de 2003 respecto al rebound ace, la recordada superficie de goma verde en la que se disputaron los campeonatos de tenis del mencionado continente desde finales de los '80 hasta el 2007. Sobre ese terreno especial, Paola jugó todos sus certámenes de comienzos de año.

En el año 2004, Poly se quedó con el dobles del 
Abierto de Australia.

Más de cinco temporadas transcurrieron desde el momento en que la Negra se convirtió en profesional hasta su primera incursión en Oceanía en 1997, cuando disputó los torneos de Hope Island, Hobart y el Australian Open. Ya entonces, una segunda ronda de singles en Melbourne y sus primeros cuartos de final de dobles en un Grand Slam (junto a la española Virginia Ruano-Pascual, derrotando a duplas notables como Appelmans/Oremans y Rubin/Schultz-McCarthy), anunciaban el andar positivo que tendría Paola en estos campeonatos conocidos por ser tan exigentes como calurosos.

Doce meses después, en Hobart '98, se produciría otro hecho especial en la trayectoria de la ex número uno del mundo en dobles: en la capital de Tasmania, Suárez y Ruano-Pascual ganarían su primer título WTA como equipo, el inicial de 32, que incluyen ocho copas de Grand Slam. Un año más tarde, a la vez, Poly se daría el gusto de enfrentar a su admirada Steffi Graf en la primera ronda del Australian Open.

2001 iba a representar, hasta ese entonces, la mejor producción de Paola Suárez en el continente insular. Aquella campaña, la pergaminense avanzó hasta la final de singles en Auckland (perdió con la estadounidense Meilen Tu) y luego brillaría en el abierto australiano alcanzando octavos de final de singles con notorios triunfos ante las francesas Nathalie Dechy (23ª del mundo) y Mary Pierce (7ª), cayendo luego con la sudafricana Amanda Coetzer (12ª). Aún en la actualidad, esa performance de Paola constituye la última incursión de una tenista nacional en la segunda semana del primer Grand Slam de la temporada. Suárez es, además, junto a Gabriela Sabatini, la única raqueta femenina nacional en alcanzar por lo menos octavos de final de singles en dicho torneo en la Era Abierta. 

Canberra 2004. Su último título WTA en
singles y un nuevo éxito en Oceanía.

En 2002 y 2003 la Negra iba a destacarse especialmente en dobles. En '02 por su definición en los mixtos de Australia junto a Gaston Etlis y en '03 por la final de duplas damas en Melbourne,  en compañía de Ruano-Pascual, perdiendo ajustadamente en un gran partido ante las hermanas Williams.

Pero sería 2004, año en el que finalmente llegaría al top 10 en singles, el cenit de Paola en el continente oceánico. En el WTA de Canberra, Suárez conseguiría su último título del circuito venciendo en la final a la italiana Silvia Farina-Elia. Poly, que venia de ser semifinalista en singles y finalista del dobles en Auckland, cosechaba así, además, su primer trofeo en canchas rápidas. Días más tarde, en el Abierto de Australia, Paola extendía las victorias y se convertía en la primera mujer argentina en ganar un Grand Slam profesional en aquellas tierras al quedarse con el dobles femenino junto a Ruano-Pascual. "Estamos súper felices que pudimos llevarnos esta final, es una alegría indescriptible. Nunca pensé que podíamos llegar a tener estos resultados en dobles, el momento que estamos viviendo parece un sueño", contaba Paola luego de derrotar en la definición a las rusas Kuznetsova/Likhovtseva.

Ausente por lesión en 2005, Suárez regresó a Oceanía el año siguiente, arribando con Ruano-Pascual a la final de dobles en Sydney y a los cuartos de final en Australia. Ya en 2007, y luchando con las molestias físicas en su cadera y gemelos, Paola cosecharía su primer título por equipos en Auckland junto a la eslovaca Janette Husarova. Días más tarde, y diez años después de su primera visita, iba a jugar su último Australian Open, perdiendo en sus debuts en las tres disciplinas, incluyendo el dobles damas nuevamente con la española.

En la que fue una carrera ejemplar de avances sostenidos y satisfacciones constantes, Oceanía representó entonces una de las estaciones más exitosas para la gran Paola Suárez. Algo así como un preludio de lo que luego serían, casi sin excepción, temporadas brillantes que la encontrarían triunfadora en tantos torneos por distintos lugares del mundo. 


Más momentos


En acción en la final de Auckland 2001


 Ante Mary Pierce, la misma temporada, iba a alcanzar los octavos
del Abierto de Australia. Video con el resumen del partido


Otra de sus buenas presentaciones: la Copa Hopman 2002, donde compitió
junto a Mariano Zabaleta y obtuvo un destacado triunfo ante Alicia Molik


Junto a Ruano-Pascual en Australia '02. En ese torneo, Suárez y Etlis
disputarían la final en dobles mixtos perdiendo ante Hantuchova/Ullyett


Año 2003, finalistas en dobles de Australia cayendo con las Williams en 3 disputados sets


En el 2004, previo a su título en Canberra, Poly jugó semis en Auckland


Campeona del Australian Open en dobles damas sin perder sets.
Video de la final


Junto a la eslovaca Husarova ganó el dobles en Auckland 2007, 
su penúltimo título en la especialidad



  • Fotos: Archivo personal diario Clarín; Reuters y Getty Images.



MARTES, 11 DE NOVIEMBRE DE 2014

FEDERICA HAUMÜLLER, LA CAMEPONA INESPERADA

El próximo 16 de Diciembre acontecerán 25 años de uno de los sucesos más destacados en la historia del tenis femenino argentino: el título WTA logrado por Federica Haumüller en Guarujá 1989. En la siguiente nota, Federica recuerda con Tenistas Argentinas aquella semana inolvidable en la que consiguió un trofeo del circuito grande con 17 años recién cumplidos.


"Fue una experiencia hermosa" recuerda Federica su mejor actuación en el tenis profesional


En 1989, la localidad brasilera de Guarujá, a pocos kilómetros de San Pablo, recibía por segunda vez en su tradición un certamen correspondiente al WTA Tour. Allí, en las instalaciones del Hotel Resort Casa Grande, varias jugadoras ubicadas dentro de las 100 mejores del mundo lucharían por quedarse con el último torneo del año calendario y el primero puntuable para la temporada 1990.

Florencia Labat, Patricia Tarabini y Mercedes Paz, ganadora del evento en el '88, las locales Andrea Vieira y Gisele Miro, la alemana Veronika Martinek, la polaca Renata Beranski y la finlandesa Petra Thoren eran las favoritas para consagrarse sobre el cemento brasilero.

Ubicada por entonces 208ª del ránking mundial y con apenas un certamen WTA jugado en Puerto Rico algunas semanas atrás, la juvenil Federica Haumüller no estaba en los pronósticos de nadie a la hora de pensar en la futura campeona. Ni siquiera en los de ella misma: "Jamás me imaginé que iba a ganar el torneo. Es más, fui a hacer experiencia y sumar algún punto. Pero de ahí a ganarlo fue impensado", le cuenta a este sitio la protagonista. Y agrega: "Además, en el partido de octavos, estuve varios match points abajo con Thoren, ¡así que estuve muy cera de quedar eliminada!".

Efectivamente, la jugadora de Chañar Ladeado, un pueblo ubicado al suroeste de Santa Fe, batalló para superar a la 7a. favorita Thoren (171ª) 6-0 - 1-6 y 7-5 en segunda ronda. Previamente, en su debut, había vencido sin inconvenientes a la eslovaca Renata Smekalova por 6-1 y 6-3.

"Después de avanzar a cuartos le dije a mi papá: 'si gano el torneo me regalás un reloj de marca', que eran carísimos. Obvio que me dijo que sí porque era imposible, así que después de la final, cuando gané el título, ¡se queria morir!" (risas).

Ya entre las ocho mejores, el sueño de Haumüller seguía alimentándose. Otro éxito importante ante la ascendente canadiense Maureen Drake 7-5 y 6-1 instalaba a la número 3 del mundo y semifinalista de Roland Garros en juniors en su primera semifinal del circuito mayor.

"Mi juego consistía en tratar de atacar siempre desde el fondo de la cancha, con un revés a dos manos con el que me tenía mucha confianza, y mucha garra. El punto flojo, el saque", comenta Federica, quien si bien tenía a Gabriela Sabatini entre sus jugadoras admiradas, se identificaba más con el estilo ofensivo de Mónica Seles.


El triunfo de Federica fue destacado en los principales diarios.


No tendría un partido sencillo en búsqueda de la final Federica. La francesa Noelle Van Lottum, proveniente de la qualy y vencedora de Labat en primera vuelta, la exigiría al máximo pero finalmente conseguiría la victoria y el pase a la definición con parciales de 4-6 - 6-3 y 6-2. Su rival en el cotejo definitorio sería otra argentina, Patricia Tarabini, segunda candidata al título y 76ª del ránking.

"Me acuerdo que la final la jugué muy tranquila. No tenía nada que perder, ella era más grande, la conocida y la favorita, así que para mí la presión era cero. Además, venia con la confianza de una semana con nivel en aumento".

El partido decisivo del certamen que repartió un total de 75.000 dólares en premios y 100 puntos WTA para la ganadora fue un encuentro parejo y tenso. Tarabini se adelantó 3-0 y después 5-3 en el parcial inicial, pero Federica logró revertir el marcador llevándose el set 7-6, 9-7 en el tie break. Ya en el segundo, y con la temperamental Patricia advertida varias veces por "abusos de conducta", Haumüller quebró en el 4-4 para luego sostener su servicio y quedarse con el trofeo tras una hora y 35 minutos de juego.

"Tengo los mejores recuerdos de esa semana en Guarujá. Fue una experiencia hermosa", agrega Federica, quien después de su insospechada actuación se ubicaría 107ª del listado internacional y número uno en la carrera al Masters del '90. Meses más tarde, el 25 de Junio, alcanzaría la mejor posición de su carrera en el lugar 102º. La deportista chañarense es una de las seis únicas tenistas argentinas que lograron obtener una copa WTA junto a Gabriela Sabatini, Mercedes Paz, Paola Suárez, Mariana Díaz-Oliva y Gisela Dulko. También es, al mismo tiempo, la segunda más joven en conseguirlo, detrás de Gaby.

Pese a su excepcional desempeño en Brasil, el año siguiente no sería positivo para Haumüller. Entre la adaptación siempre exigente al campo rentado y algunas molestias físicas, sólo conseguiría ganar un encuentro durante la temporada, si bien pudo darse el gusto de participar en sus dos únicos Grand Slams profesionales: Roland Garros y el US Open. Un tiempo después, en Abril de 1991, jugaría su último partido en Moulins, Francia, con apenas 18 años.

"Me retiré porque tuve una lesión, pero era solucionable. Pasó que también en mi familia todos habían ido a la universidad, el circuito se veía complicado a todo nivel y por eso opté por empezar una vida 'común' o 'normal'", explica la santafesina. "Cuando dejé de jugar estudié en Rosario y me recibí de farmacéutica y bioquímica, ambas profesiones que estoy ejerciendo actualmente en mi pueblo. A los 24 años me casé con Iván y hace 5 años empezamos a tener hijos: Stefano el primero, Salma la segunda y ahora para Enero se viene Simón. ¡Salma con 4 años ya entrena!". Federica también es tía de Maia Haumüller, uno de los grandes proyectos juveniles de nuestro tenis.

Campeona inesperada, pero también, en cierta forma, campeona misteriosa y fugaz. Con poco más de un año compitiendo en el profesionalismo, Federica logró con rapidez uno de los objetivos más codiciados por la mayoría de las jugadoras, para luego apartarse velozmente del mundo de las raquetas. Su conquista en Brasil, sin embargo, perdura en el recuerdo de los seguidores del tenis nacional como una de las proezas más importantes entre nuestras tenistas. Cuando nadie lo imaginaba, Federica Haumüller le hizo frente a lo imposible y protagonizó en Guarujá uno de los momentos históricos del deporte argentino.


Junto a sus hijos en Octubre pasado. Pronto se convertirá en madre por tercera vez.


  • Agradecimientos: A Federica por su interés en colaborar con esta nota y a Diego García por el recorte de la noticia del Diario La Nación.
  • Fuentes e imágenes: Archivo personal Revista Tenis Semanal, Acervo Folha y Federica Haumüller. 
  • Más fotos de Federica, en este artículo.


LUNES, 20 DE OCTUBRE DE 2014

RAQUEL GISCAFRÉ, LA PRIMERA ARGENTINA EN EL WTA CHAMPIONSHIPS


Horas antes de jugar el Masters, Giscafré ganó el torneo Obras '75


"No esperaba clasificarme, pero gané buenos partidos, y pese a la lesión que me hizo regresar, con los puntos que ya tenía acumulados me bastó para entrar en el torneo final". Concluyendo el mes de Marzo de 1975, Raquel Giscafré, con entusiasmo, le comentaba a la prensa sobre su ingreso al Virginia Slims Championships de Los Ángeles -actual WTA Finals, también conocido como el Masters-, certamen al que accedían las 16 mejores jugadoras del año previo.

Chris Evert, campeona del Virginia Slims
Championships en 1975.
El prestigioso campeonato, que luego en los '80s se disputaría a finales de temporada en Nueva York, contaba con una fase inicial de eliminación directa -instancia en la que Raquel perdió 6-3 y 6-1 ante la estadounidense Julie Heldman- y luego las ganadoras se dividían en dos grupos entre los cuales surgían las finalistas.

"Se jugará en un lugar cerrado, sobre una alfombra de goma puesta sobre piso de madera. Es rapidísima, no hay que ilusionarse mucho. Juego el martes el primer partido, así que el jueves estaré de vuelta", confesaba la santafesina, quien en las horas previas a su viaje a Estados Unidos se había quedado con un trofeo local disputado en Obras Sanitarias doblegando en la definición a Susana Villaverde. 

Entre las actuaciones más importantes que le permitieron a Giscafré la clasificación al espectacular evento norteamericano se encontraban la semifinal en Roland Garros y los octavos de final en Wimbledon 1974, resultados que la consolidaron entre las primeras 15 tenistas del circuito

Con 18 años, Martina jugó la final del
torneo de Maestras.
Nombres legendarios del tenis mundial como Chris Evert -ganaría el certamen-, Evone Goolagong, Martina Navratilova -finalista-, Virginia Wade y Olga Morozova en singles y Billie Jean King y Margaret Court en dobles, participaron del torneo que por ocasión inicial desde su creación en 1972 contaba con la presencia de una jugadora argentina.

Once años más tarde, en 1986, nuestro país volvería a tener una representante en el Masters de la mano del talento de Gabriela Sabatini, campeona de la competencia individual en las ediciones de 1988 y 1994. Gaby y Raquel son, hasta el momento, las únicas dos compatriotas que pudieron disputar el torneo de fin de año de la WTA en singles, reflejo de sus notorias carreras.

Con 150.000 dólares en premios -el mayor prize money por entonces, exceptuando los Grand Slams- el Campeonato anual de la WTA de 1975 tiene también la distinción de haberse disputado durante la temporada en la que surgió por primera vez un ránking mundial oficial, con la mencionada Evert como inaugural número uno del planeta.

En medio de todas estas jugadoras ilustres y acontecimientos históricos, resulta muy destacable y un motivo de orgullo que Argentina haya tenido una embajadora en el que fue, además, un momento fundacional de la WTA. Raquel Giscafré, la primera gran tenista argentina en el circuito rentado, animó uno de los sucesos más trascendentes para nuestro tenis femenino en aquel Masters de Los Ángeles casi cuarenta años atrás. Ella es, indudablemente, una de las figuras principales del tenis argentino.


Primera y última: Raquel en Obras '75, a días de jugar su primer Masters / Gaby en el WTA Championships '95,
su último torneo de Maestras y el último con una argentina en singles.



  • Fuentes e Imágenes: Archivo personal Revista "El Gráfico"; Getty Images; AP; sitios oficiales de la WTA e ITF.


VIERNES, 03 DE OCTUBRE  DE 2014

INÉS GORROCHATEGUI: LA DESTREZA EN ESCENA


El mejor torneo de Inés: cuartos en Roland Garros '94: cayó con su amiga Graf.

Allá por 1996, en pleno inicio de este idilio con el tenis femenino, encontré entre las revistas guardadas en casa un artículo con una foto de una jugadora por mí desconocida cuya nota al pie decía:

"La cordobesa Inés Gorrochategui en una temporada decisiva. Tiene todo el potencial para colocarse entre las top ten. Empezó mal. Se lesionó en Hobart, Australia".

A los 15 años, destacada como una
de las mejores juveniles del país.
La vieja publicación, de Enero del '95 y que aún conservo, me sorprendió positivamente. ¿Por qué nadie me había informado que, además de la excepcional Gaby Sabatini, recientemente retirada, contábamos en nuestro país con tenistas de tan buen nivel? Inmediatamente después, o casi al mismo tiempo, fui descubriendo jugadoras como Florencia Labat -número uno argentina al momento de hallar la revista-, Bettina FulcoPaola SuárezMercedes Paz y Patricia Tarabini, por nombrar algunas.

Sin embargo, el caso de Inés es distintivo. Inmerso en el entusiasmo y motivado por el encuentro con otra realidad -aquella en la que existían más jugadoras nacionales destacadas por fuera de Gabriela- seguí buscando información y tropecé con otro dato asombroso: Gorrochategui se había ubicado entre las mejores 20 tenistas del mundo en 1994, más precisamente 19ª del ránking a finales de la mencionada temporada. 

"Potencial de top ten", "un juego parecido al de Gaby", "un tenis muy potente y dúctil, acompañado por dos piernas muy rápidas", los periodistas de entonces no ahorraban elogios al momento de describir las características sobresalientes de la cordobesa, quien ya había logrado victorias resonantes sobre varias tops como su admirada Martina Navratilova, Natasha Zvereva, Anke Huber, Mary Pierce, Helena Sukova, Iva Majoli, Zina Garrison, Julie Halard, Irina Spirlea y Lindsay Davenport.

Un tiempo después -Internet mediante- pude organizar mejor las actuaciones más importantes de Gorro. Finalista de Roland Garros juvenil y del WTA de París en 1991, subcampeona en dobles del US Open e ingreso al Masters de la especialidad en 1993, final en el WTA de Auckland, cuartos de final de Berlín y Roland Garros en 1994, top ten en duplas y octavos de final de Wimbledon en 1995, triunfo sobre Mary Joe Fernández en 1997, final en el WTA de Varsovia y número uno argentina en 1999 conforman algunos de los resultados más notorios de quien también integró en diversas ocasiones el equipo argentino de Fed Cup y disputó los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996.

Jugando Roland Garros Jr. '91, donde fue finalista.
Ese año también hizo final en el WTA de París.
Pero además de su capacidad dentro de la cancha, con un tenis habilidoso que logró ubicarse dentro del primer nivel internacional, otro aspecto recurrente en la trayectoria profesional de Inés fueron los problemas físicos y las subsiguientes operaciones: muñeca derecha y ambas rodillas. Obstáculos que le quitaron continuidad a una jugadora que, en condiciones óptimas, supo plantarse de igual a igual ante cualquiera de las mejores jugadoras del mundo. Esas mismas lesiones, sumado al lógico desgaste mental venidero, la llevaron a retirarse a comienzos de 2000 con 26 años, curiosamente, la misma edad en la que su amiga Sabatini abandonó la competencia. 

Tras aquella primera foto en una revista archivada, llegó la ocasión de verla jugar en directo y en algunos videos de la web. Facilidad y profundidad en sus golpes, definición de los puntos en la red y un estilizado revés a una mano eran parte del completo y prodigioso repertorio de Inés Gorrochategui cada vez que ingresaba a los courts, en todas las superficies. Una exposición de talento que ninguna lesión podía aplacar. 

La pasión y el interés por la que fue su profesión durante más de una década sobrevivieron al desgaste corporal y anímico y actualmente, en 2014, a 20 años de su mejor temporada en el circuito WTA, Gorrochategui dirige su exitosa Academia deportiva en Villa Allende, en su Córdoba natal, provincia donde está asentada junto a su marido y sus hijos. Además, ya hace un tiempo largo, entrena y colabora con algunas de las jóvenes tenistas más destacadas del país, entre ellas, la también cordobesa Sofía Blanco.

Podría pensarse que, a pesar de los contratiempos, su carrera terminó bien. Con la decisión de dejar atrás el malestar causado por los golpes físicos, y la tranquilidad de haber intentado todo para alcanzar sus objetivos, Inés concluyó uno de los recorridos más exitosos dentro de la historia del tenis femenino argentino y sudamericano:

"No pude cumplir el sueño de estar entre las diez mejores jugadoras del mundo, pero pude darme muchos gustos, conocer mucha gente y ganar partidos muy importantes que quedan en la memoria".

En los Juegos Olímpicos de Atlanta '96 derrotó a la favorita Pierce en segunda ronda.
Una de las mejores experiencias en la carrera de Inés.


  • Fuentes e Imágenes: Archivo personal Revista El Gráfico; Roland Garros: la enciclopedia (1999); Anuarios y perfiles de la WTA. 


SÁBADO, 30 DE AGOSTO DE 2014

CLAUDIA CASABIANCA, CAMPEONA JUVENIL DEL ABIERTO DE ESTADOS UNIDOS


El potente drive de Casabianca en el clay de Forest Hills. Una de las cartas de su triunfo.

Más que una junior

"Desayuné con las chicas juveniles. Me impresionó la tranquilidad que tenía Claudia, estaba escuchando música, serena, como si hoy no tuviera que jugar una final. Le tengo una fe bárbara". Guillermo Vilas, próximo a conquistar el campeonato de mayores, confiaba en que la mentalidad y el talento de Claudia Casabianca iban a permitirle a su joven compatriota de 17 años ganar el Campeonato juvenil del Abierto de Estados Unidos. Y tuvo razón.

Forest Hills. Sábado 10 de Septiembre de 1977. Una tarde hermosa y calurosa. El escenario ideal para una hazaña. Por primera vez en la historia, un tenista argentino varón o mujer iba a consagrarse campeón de un certamen de Grand Slam junior. Y el protagonismo lo tuvo Claudia Casabianca al derrotar en la final del US Open para menores a la norteamericana Lea Antonopolis, número uno del mundo en la categoría, por 6-3 - 2-6 y 6-2.

Claudia se prepara para jugar la definición ante
Antonopolis. La argentina lucharía 
para conseguir su gran triunfo.  

"Se lo dije a mi mamá antes de ir al torneo. Sabía que lo iba a ganar. Tenía la convicción de que ese torneo era mío" comparte Claudia con Tenistas Argentinas 37 años después de la definición. "Recuerdo que estaba muy concentrada pero no estaba nerviosa. Estaba sola, así que me la tenía que rebuscar para darme garra, entonces miraba un poste que estaba adentro de la cancha y visualizaba que ahí estaba mi mamá". Y sigue: "Al principio era un sueño. No podía creer que había ganado Forest Hills. Después fui emocionándome más con las cosas que iban sucediendo. Los periodistas me hacían notas, la gente me felicitaba, iba a programas de TV. Me convertí en famosa". 

La final

"Me tenía que vengar, porque Antonopolis me ganó en cuartos de final de Wimbledon. Sabía que tenía que levantar la pelota para que no se viniera a la red, que es lo que mejor hace. Conseguí mantenerla en el fondo y que entrara en los peloteos, donde la primera en equivocarse era ella. Cuando se dio cuenta y empezó a adelantarse a las pelotas altas y volearme desde la mitad de la cancha me complicó el segundo set. Entonces varié la táctica y traté de bajarle la pelota, ya que es un poco gordita y le cuesta llegar a este tipo de pelotas. Ahí terminó por desorientarse y cometió muchos errores", le relataba la campeona a la Revista El Gráfico luego de su victoria sobre la arcilla verde estadounidense en la que se disputaba el certamen.

En ese entonces, la misma publicación describía a Claudia como "Una chica baja, fornida, de un temple excepcional y un tenis inteligente, que puede no llegar a tener la sutileza de los elegidos, pero sí la contundencia de los ganadores. Inteligente, muy inteligente. Compensa con ello su falta de ataque y su falta de estatura. Pero es todo coraje y potencia en su poco ortodoxo revés de dos manos". 

Ganar con Vilas 

Un día después de la consagración de Claudia, Guillermo Vilas superaba a Jimmy Connors en cuatro sets y lograba en Norteamérica el segundo título de Grand Slam de su carrera. Casabianca, admiradora incondicional de Willy, vio redoblada su emoción. "Ganar el mismo fin de semana que Vilas fue algo maravilloso. Él es mi ídolo así que fue otro sueño. Cambié mi ticket de avión al domingo para estar junto a él, ¡y me invitó a pasar a primera!".





Otra enorme satisfacción llegó en el momento de recibir su premio -N. del A.: una medalla de oro que años después le robaron-, suceso que compartió nada menos que con la ganadora en damas Chris Evert (otra de sus ídolas) y ante un grupo de residentes argentinos que gritaban "Claudia, Claudia" desde la tribuna. Sus compañeras de generación Ivanna MadrugaLiliana Giussani y la número uno argentina Raquel Giscafré estuvieron con ella durante la semana, compitiendo en diversas disciplinas.

Historia y presente

Claudia Casabianca, una joven que leía la Biblia, escuchaba los Bee Gees y daba libre las materias del secundario, entraba en la historia del tenis argentino con su título junior en Forest Hills. El primer trofeo de Grand Slam juvenil ganado por una raqueta nacional, antesala de las conquistas venideras de Sabatini, Tarabini, Salerni, Coria, Nalbandian y varios otros. 

Actualmente, Claudia se dedica a enseñar tenis a chicos con discapacidad en la Municipalidad de Vicente López, actividad que realiza hace más de 20 temporadas y que incluye también la creación de espacios y jornadas deportivas y sociales de integración para estos niños. Madre de dos hijos -una joven azafata y un flamante abogado-, el tenis sigue siendo para ella parte fundamental de su existencia, como cuando era niña y le robaba la raqueta a su papá para ir a jugar al frontón del Club Comunicaciones sin saber que, unos años más tarde, su vida cambiaría para siempre.


"Todos iguales". Lejos de los prejuicios, Claudia trabaja con el tenis como vehículo para la inclusión.


  • Pueden encontrar más imágenes e información de la carrera de Claudia Casabianca, en este artículo. 
  • Agradecimientos: Claudia Casabianca, por su interés para participar en esta nota.
  • Fuentes e imágenes: Archivo personal Revista El Gráfico; Archivo AP; Libro "Ayer y hoy. El Gran tenis argentino" (Clarín); Claudia Casabianca.



LUNES, 14 DE JULIO DE 2014

MARIANA DÍAZ-OLIVA, CAMPEONA EN EL WTA DE PALERMO: "YO SOÑABA CON GANAR UN TÍTULO"

Cuando se cumple un nuevo aniversario del título conseguido por Mariana Diaz-Oliva en el "Internazionali Femminili di Tennis di Palermo", y motivado por haber logrado su foto con la copa que busqué durante años, me pareció importante destacar aquella actuación inolvidable de Mariana en la temporada 2002.


 Emoción. Mariana y su galardón en Palermo. Uno de los mejores días de su carrera.

Ganar un trofeo WTA, y más aún en singles, no es una tarea simple. Muchas jugadoras destacadas del circuito completan sus carreras sin poder alcanzarlo. Desde el caso conocido de la ex top ten rusa Anna Kournikova hasta ejemplos más cercanos como las queridas Florencia Labat, Inés Gorrochategui, Patricia Tarabini o Bettina Fulco, demuestran que muchas veces el talento y el esfuerzo no se premian con un título individual del circuito grande.

Sin embargo, el 14 de Julio de 2002, 12 años atrás, Mariana Díaz-Oliva encontró la recompensa perfecta a tantas temporadas de lucha y sacrificio. En la final del certamen siciliano, la argentina derrotó por 6-7 (6) - 6-1 y 6-3 a una por entonces juvenil rusa Vera Zvonareva (ya 84ª del ránking, 5ta. favorita y que venía de alcanzar octavos de final en Roland Garros) para conquistar su primer título WTA en su segunda final del tour tras Bol 2001.

"Llegué a Palermo con la confianza bastante baja y con la presión de que si no llegaba a semi, jugaba qualy del US Open. Mi entrenador en ese entonces era Daniel Pereyra, que decidió no ir, por lo que estaba sola esa semana. Fui de menor a mayor, sintiéndome cada vez con más confianza. Saqué bien, buscando pegarle más a los primeros saques y jugar ofensiva", recuerda la protagonista junto a Tenistas Argentinas.

"La final contra Zvonareva estuve 5-2 arriba en el primer set y desaproveché varios set points por nervios y cuando perdí el primer set 7-6, con tanto calor que hacía, me sentí muy cansada y pensé que la única manera de darlo vuelta era saliendo a atacarla y metiéndome más adentro de la cancha y yendo a la red. Gané los dos siguientes sets siendo muy ofensiva, y realmente fue uno de los momentos más emotivos de mi carrera. Yo soñaba con ganar un título desde el año anterior que había perdido la final en Bol 6-4 en el tercero. No me imaginé que iba a ser esa semana..."

Jugadoras históricas como Mary Pierce, Anastasia Myskina, Dinara Safina, Sara Errani, Sandrine Testud, Irina Spirlea, Patty Schnyder y Flavia Pennetta se encuentran entre las ganadoras del certamen de Palermo, que, después de 24 ediciones ininterrumpidas, dejó de celebrarse esta temporada. 

Camino al campeonato, y ubicada en la 103ª posición del listado mundial, Díaz-Oliva (6ta. preclasificada) había vencido sucesivamente y sin perder sets a la alemana Nina Duebbers (169ª) 6-3 y 7-5, a la ucraniana Tatiana Perebiynis (121ª) 6-2 y 6-4, a la búlgara Lubomira Bacheva (125ª) 6-4 y 6-1 y a la eslovaca Henrieta Nagyova (2ª, 53ª) 6-2 y 6-3. Paola Suárez, máxima candidata del tradicional torneo, se había retirado en semifinales tras caer 7-5 en el primer parcial con Zvonareva.

42ª del mundo en 2001, top 60 regular durante varias campañas, y con un juego agresivo y aguerrido desde el fondo de la cancha, Mariana forma parte de un grupo reducido de seis argentinas que han sido campeonas WTA en individuales. Junto a ella se encuentran Gabriela Sabatini (27 éxitos), Paola Suárez (4), Gisela Dulko (4), Mercedes Paz (3) y Federica Haumüller (1). 


Mariana y su emocionante partido versus la ex top ten Habsudova en Buenos Aires. Aquel encuentro de Fed Cup la signó como una tenista copera y luchadora, potenciándola en su carrera.


"Son pocas las jugadoras argentinas que ganaron un titulo WTA y me siento muy afortunada de ser una de ellas. No es fácil mantener el nivel, el físico y la cabeza durante cinco partidos seguidos", opina Mariana, quien es también una de las referentes históricas del equipo argentino de Fed Cup, competencia en la que comenzó a cobrar reconocimiento en su sorprendente partido ante la eslovaca Habsudova en Buenos Aires 1998 (ver video arriba). 

Con 26 años, y numerosas batallas a cuestas en su profesión, Mariana Díaz-Oliva transitaba un 2002 en el que el foco de atención de nuestro tenis femenino estaba dirigido a Paola Suárez y Clarisa Fernández, que venían de brillar en Roland Garros. En Italia, sin embargo, Mari ganó protagonismo, alcanzando con determinación, orgullo y amor propio su añorado objetivo, ganándose definitivamente con su título un lugar entre los héroes incuestionables del tenis argentino. 

"Siempre luché por llegar más lejos de lo que la gente creía que yo era capaz. Ganar Palermo fue un sueño hecho realidad y totalmente merecido. Nunca fui una jugadora con mucha facilidad. Mis pilares siempre fueron el físico, la cabeza y por supuesto la garra incondicional".



  • Agradecimientos: a Mariana, por su disposición y colaboración para esta nota y a Gaspare Lo Voi (Country Time Club del Palermo) y Oliviero Palma (director del torneo) por enviar una foto que todos los seguidores del tenis femenino argentino todavía no habíamos podido ver. 
  • Más sobre la carrera de Mariana, en este perfil  y en nuestro canal en Youtube.


JUEVES, 05 DE JUNIO DE 2014

PRESENTACIÓN EN SOCIEDAD


Gaby saluda a Chris Evert al caer en semifinales. Un Roland Garros inolvidable para Sabatini.

Así como en Europa durante el siglo XIX las niñas de clase alta celebraban su ingreso a la pubertad presentándose en fiestas, bailes y diversas reuniones sociales, Gabriela Sabatini dio a conocer su admirable talento al mundo del tenis en el escenario de Roland Garros 1985, con 15 años recién cumplidos, llegando hasta las semifinales.

En plena adolescencia y ubicada dentro de las 20 mejores tenistas del ránking, el universo grande del deporte pudo descubrir la belleza del juego de la habilidosa argentina, que ya había asomado meses atrás al disputar la final en Hilton Head.

Gaby, campeona en París del título juvenil apenas un año antes, comenzaba en esa primavera francesa una carrera de notables actuaciones en los Grand Slams, convirtiéndose en una de las figuras más valoradas por el público, la prensa y sus propias compañeras.

La suiza Drescher, las estadounidenses Barg y White, la sudafricana Fairbank y la cuarta del mundo búlgara Manuela Maleeva, a quien derrotó 7-5 en el tercer set, fueron las rivales vencidas por Gabriela en esas semanas de ensueño, que la convirtieron desde entonces en una figura entrañable para los espectadores de Argentina y distintas partes del planeta.

Tras su impacto ante Maleeva, Sabatini fue tapa de los principales diarios.

La norteamericana Chris Evert, número dos del ránking y próxima ganadora del torneo, pondría fin a la ilusión de Gabriela, imponiéndose 6-4 y 6-1 en el Estadio Central ante más de 16 mil personas.

"Me voy contenta, sabés. Ganarle a Maleeva y llegar a semifinales fue demasiado bueno. Al final sentí el cansancio porque yo nunca había jugado un torneo de dos semanas como este, ni nunca nadie a mi edad había llegado a semifinales, así que no tenía la experiencia de nadie para tratar de imitar", contaba la piba de oro luego de su consagratoria actuación.

Durante esos quince días, la ex número 3 del mundo y campeona del US Open '90, estuvo acompañada, además de por su familia y su entrenador Patricio Apey, por sus amigas Mercedes Paz (jugaron juntas el dobles) y Patricia Tarabini y Mariana Pérez-Roldán, quienes se adjudicaron el torneo junior de duplas. Gabriela y Mercedes también fueron distinguidas esas semanas como las mejores juveniles de singles y dobles del año '84, respectivamente. "No sabés cómo me hizo ilusionar Gaby con ese game", contaba Mecha al referirse al inicio del partido con Evert, cuando Sabatini mantuvo su saque en cero, desplegando sus maravillosos golpes y su recordado top spin.

El mismo día que avanzó a semifinales, Gaby fue agasajada como campeona juvenil del '84
en la "cena de los campeones". En la foto, junto a Navratilova, McEnroe y Kratzmann.

Más allá del asombro y el magnetismo despertados por Gabriela en aquel campeonato, su histórica performance conllevaba, además, una veta social, transformándose, quizás, en la primera deportista mujer que provocaba el interés masivo del público argentino.

El público en Argentina, siguiendo la histórica actuación de Gabriela en Francia..

Pero no sólo a nivel local las primeras semifinales de Gaby provocarían conmoción. Como escribe el crítico cinematográfico francés Serge Daney en su artículo "Una piba linda y gruñona en la fosa de los dinosaurios", Gabriela venía a aportar una brisa refrescante en una circuito dominado casi exclusivamente por Evert y Navratilova y en el que la generación intermedia (como Sukova, Mandlikova, Garrison, Kohde-Kilsch) entre las nuevas (Gaby, Graf) y las veteranas (Chris y Martina) se encontraba vencida, desmoralizada.

Tras esta actuación, Gabriela disputaría otras 17 semifinales de Grand Slam (cuatro más en París), incluyendo su mencionado título en Nueva York, una final allí, y una definición en Wimbledon. Espectacular carrera que tuvo su primer hito en aquella edición de Roland Garros.

Con un tenis que estaba todavía en formación, pero respaldado por un talento prodigioso, la encantadora ciudad francesa fue testigo de la primera gran explosión de Gabriela Sabatini, una futura estrella del circuito. El tenis argentino vivía así, a la distancia, el nacimiento de la mejor tenista de su historia.

Gaby en Roland Garros '85. A los 15 años, deslumbró con su juego.  


  • Fuentes e Imágenes: Archivo personal Revista El Gráfico; Diario Clarín; Anuarios y Perfiles de la WTA e ITF; Libro "El amante del tenis" (Serge Daney, 1994, Ministerio de Cultura C.A.B.A./BAFICI 2014); Getty Images.


DOMINGO, 01 DE JUNIO DE 2014

SUEÑOS DE PRIMAVERA


El mejor torneo: Paola sería semifinalista y top ten en París.


La recompensa después del sacrificio. Así, en parte, podría describirse la historia de Paola Suárez en Roland Garros 2004.

Cuesta encontrar en la tradición de nuestro tenis una actuación tan gratificante, que haga justicia a numerosas temporadas de lucha y esfuerzo como la protagonizada por la oriunda de Pergamino en aquel inolvidable abierto francés, cuando, diez años atrás, alcanzó las semifinales e ingresó por primera vez al top ten WTA en singles.

Once ediciones de su torneo favorito tuvo que jugar la talentosa Paola para poder cumplir uno de sus principales anhelos: ser semifinalista en un Grand Slam. Y la gloria llegó nada menos que en París, escenario especial que la había visto disputar la final juvenil en 1992 y conquistar un par de títulos en dobles damas junto a Virginia Ruano-Pascual. Campeonato donde, además, logró ese triunfo significativo ante Mary Joe y estuvo cerca de la hazaña en 2002, cuando cayó ajustadamente con la cordobesa Clarisa Fernández en cuartos de final.

Año '94: Suárez jugando su primer Roland Garros donde cayó en primera ronda
tras superar la qualy. Una década después sería protagonista.

Comenzando el certamen en el puesto 14 del ránking, y con el mismo número en la preclasificación, Poly arribó a la ciudad francesa varias jornadas antes del inicio de la competencia con el objetivo de adaptarse de la mejor forma a las canchas del complejo.

Y esa decisión fue un acierto ya que consiguió su acceso a la semifinal sin ceder sets: 6-3 y 6-4 a la venezolana Milagros Sequera (82ª) en primera ronda, 6-1 y 6-4 a la rusa Vera Dushevina (80ª) en segunda rueda, 6-3 y 6-3 a la ucraniana Tatiana Perebiynis (103ª) en tercera vuelta, 6-4 y 7-5 a la china Jie Zheng (58ª) en octavos de final y 6-1 y 6-3 a la rusa María Sharapova (18ª favorita, 20ª) en cuartos de final.

Sólido recorrido, especialmente en su recordado encuentro ante una ascendente Sharapova, que ganaría Wimbledon pocas semanas después. Un triunfo imaginado y fantaseado por Paola a lo largo de muchos años. Y una emoción doble porque tras derrotar a la rusa en la borrascosa tarde parisina no sólo se ubicaba por primera vez entre las mejores cuatro de un Major, sino que también iba a instalarse por ocasión inicial dentro de las primeras diez del mundo en individuales, siendo la primera argentina en lograrlo en el profesionalismo luego de Gabriela Sabatini.


En este video pueden ver todos los partidos y declaraciones de Paola en el torneo.


"Es inexplicable la felicidad que siento. Es el fruto de años de sacrificio. Económicamente me costó muchísimo y por eso todo lo que pasó aquí es un sueño. Una piensa: 'estoy en la semifinal y soy top ten por primera vez' e inmediatamente surgen todos los sacrificios, la bronca que me dio cuando no pude hacer el viaje de egresados, tuve que dejar de lado muchas cosas" contaba la ex número uno del mundo en duplas luego de su mejor Grand Slam, que coincidió con el extraordinario andar de sus compatriotas GaudioCoria y Nalbandian, también semifinalistas en el cuadro masculino.

Ya en semifinales, invadida por los nervios, Suárez no pudo con la rusa Elena Dementieva (10ª), perdiendo 6-0 y 7-5 en el Estadio Central. Una rival al alcance y la presión de superar lo realizado por la propia Sabatini en Roland Garros influyeron en la tensión sentida por Paola. Un consuelo llegaría horas después en el dobles, donde La Negra y Ruano-Pascual ganarían su tercer campeonato allí al superar a Kuznetsova/Likhovtseva 6-0 y 6-3.

La sonrisa medida, los brazos en alto, el saludo a su equipo al vencer a Sharapova y la frase "Paola será top ten" que se repetía en la televisión son recuerdos que perdurarán en la memoria de todos los admiradores del tenis femenino argentino. Poly demostraba, una vez más, que confiando en las propias virtudes, trabajando duro, aún atravesando momentos oscuros, pueden alcanzarse las metas más altas.

Paola recibe la felicitación de su madre Rosa tras alcanzar cuartos de final.
Su hermano también la acompañó durante sus días en Francia.

El lunes 07 de Junio de 2004, con la actualización de los rankings, Paola Suárez, próxima a cumplir 28 años, iba a figurar en la 9ª posición, formando parte del grupo de las top ten junto a Henin (1ª), Clijsters (2ª), Myskina (3ª, ganadora en París), Mauresmo (4ta.), Davenport (5ta.), Dementieva (6ta.), Capriati (7ª), Venus (8ª) y Kuznetsova (10ª).

Una satisfacción para ella y su equipo, y un orgullo para todos sus seguidores, que siempre creímos en su juego y en su incansable trabajo y entrega, volviéndonos testigos felices de su progreso en el circuito año tras año. 

Como los grandes campeones, Paola no se conformó y en las semanas posteriores llegaron los cuartos de final en Wimbledon y la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Atenas junto a Tarabini. Además, en el US Open, sumaría un nuevo título con Ruano, su tercero consecutivo en Nueva York.

"Estoy segura de que todo lo que logré hasta ahora es fruto del esfuerzo personal. No tengo claro hasta dónde puedo llegar, pero mi deseo es estar entre las 20 mejores del mundo. Igualmente no soy de ponerme plazos y metas porque eso sería una presión. Por ahora prefiero jugar suelta y divertirme. Espero sólo afrontar cada partido e ir aprendiendo en todos algo nuevo". A los 18, en 1994, justo diez años antes de su momento cenit en Roland Garros, Paola Suárez esbozaba tímidamente sus ilusiones. Proyectos que logró incluso superar, reflejando su carácter y determinaciónSueños de primavera que prosperaron en la raqueta de una mujer tranquila y de bajo perfil que se convertiría en una de las figuras más destacadas del deporte argentino e internacional.


Poly reconocida por el público de Roland Garros. "Lo del dobles terminó tapando lo que hice en individuales.
Tal vez esto ayude para que se den cuenta de que estoy bien en singles", contaba la argentina al alcanzar semis.

Repercusión en los principales medios: 


Diario Clarín (31/05/2004)

Tapa Diario La Nación (02/06/2004)

La Nación (02/06/2004)

Clarín (02/06/2004)

Clarín (02/06/2004)

Clarín (02/06/2004)

Clarín (03/06/2004)

Clarín (03/06/2004)

Clarín (03/06/2004)

Diario Olé (04/04/2004)

Rankings mundiales tras Roland Garros, Clarín (08/06/2004)


  • Fuentes e Imágenes: Archivo personal diarios Clarín, Olé y La Nación; Revista Tennis World Argentina; Corbis Images.


MARTES, 20 DE MAYO DE 2014

RAQUEL GISCAFRÉ: PRECURSORA EN PARÍS

En Roland Garros '74, Giscafré se convirtió en la primera argentina semifinalista de Grand Slam.

Hasta el año 1974, y con varias decenas de ediciones en su historia, el siempre célebre torneo de Roland Garros no había contado con ninguna representante argentina en sus instancias decisivas de los individuales femeninos.

Grandes nombres de nuestro tenis como Mary Terán de WeissNorma Baylon y Graciela Morán lo habían intentado, sin lograr superar los cuartos de final. En efecto, hasta la mencionada temporada, ninguno de los cuatro Grand Slams tuvieron jugadoras nacionales entre sus semifinalistas.

Pero en Junio del '74 se iba a quebrar el vacío. La virtuosa y temperamental Raquel Giscafré, con 25 años y un juego completo, protagonizaría su mejor Roland Garros, plantándose en las semifinales del importante certamen francés luego de derrotar a la italiana Papale 7-6 - 6-0, a la británica Coles 6-1 - 7-6, a la local Fuchs (vencedora de la segunda favorita Virginia Wade) 6-4 - 6-3 y a la alemana Ebbinghaus 7-5 - 6-7 y 6-3.

"Tuve suerte, es cierto. El sorteo de los partidos me favoreció y la eliminación de Wade también. Pero creo que jugué bien, con tranquilidad y sabiendo qué hacer ante cada rival", le contaba a la Revista El Gráfico tras su destacada actuación quien estuvo entre las primeras quince jugadoras del mundo. "Llegar hasta las semifinales aquí fue de lo más lindo que me pasó en el tenis".

Hoy, cuatro décadas después, la protagonista comparte con Tenistas Argentinas: "Mi cuartos de final contra Katja Ebbinghaus de Alemania fue un partido peleado a muerte, terminé cansada, me tenía que recuperar para jugar la semifinal el día siguiente. Me dieron masajes los geniales masajistas del torneo. Cuando llegué a la semifinal de singles pensé: 'qué buena oportunidad para ganarle a mi némesis Olga Morozova'. Le había comentado a la prensa que el partido 'habría que verlo', yo sabía que podía ganarle".

Sin embargo, la mencionada rusa Morozova, de notable desempeño y vieja conocedora de la santafesina, pondría fin al avance de Raquel imponiéndose 6-3 y 6-2 en la cancha principal del campeonato. Morozova ya había superado a Giscafré en la definición juvenil de Wimbledon de 1965 y caería en la final del torneo parisino con Chris Evert, quien conseguiría así su primer Grand Slam.

Luego de su derrota, la argentina se sinceraría: "Nunca sentí tanta soledad, ni me pareció tan frío todo. Pensaba que toda esa gente me estaba mirando a mí y cada vez jugaba peor. Nunca había estado en el court central y allí todo es distinto. Se pierde la noción del tiempo y la distancia con relación a las otras canchas. Lo único que deseaba era que el partido terminara y me pareció que duró un siglo. No me pude concentrar en todo el tiempo que estuve dentro de la cancha, tenía las piernas duras y cometí error tras error".


Raca y Gaby, un par de años atrás en Miami. Ambas fueron semifinalistas en París.


Recordada y reconocida por su actitud liberal, su vestimenta hippie y su participación en el proceso de creación de la WTA, Raquel también es la primera compatriota que logró clasificar a un Masters de singles a comienzos de 1975, gracias a lo realizado en su campaña del año anterior.

"Me gusta mucho viajar, conocer cosas, lugares y gente. El secreto es tener amigos fuera del tenis. Estando sólo en el ambiente del tenis uno se embrutece", había declarado en una nota del '73 la apasionada de las motos, que dirigió el importante WTA de San Diego a lo largo de más de dos décadas. Y agregaba: "A mí con tres pilchas, una raqueta y la libertad de elegir a dónde ir, me basta para ser feliz". Su personalidad inquieta, transgresora y abierta a otros intereses más allá de su profesión, conquistó en París un lugar en la historia grande del deporte argentino. Un terreno exclusivo que luego sería animado frecuentemente por Gabriela Sabatini y del que además formaron parte Clarisa Fernández y Paola Suárez, únicas cuatro tenistas del país que han alcanzado semifinales en el legendario Roland Garros.

"En estos momentos estoy organizando mi viaje a París. La llevo como invitada a Gail De Weese, quien fue jefa de voluntarias del Acura Classic durante veinte años. Manejó 700 voluntarios cada año del torneo. Es la primera vez que viaja a Europa", concluye.

En 1975, Guillermo Vilas jugaría su primera final de Grand Slam en Francia, antes de lograr allí su título Major inicial en el '77. Pero Raquel Giscafré, siempre a la vanguardia, se había adelantado a Vilas, Gaby o al propio Gastón Gaudio, exhibiendo un año antes los colores albicelestes en los primeros planos del tenis mundial. Ella fue, cuarenta años atrás, precursora de tantas alegrías argentinas en Roland Garros.


  • Más sobre la gran Giscafré, en este post.
  • Fuentes e imágenes: Archivo personal Revista "El Gráfico"; Raquel Giscafré; Hemeroteca Mundo Deportivo; ITF; Libro "Ayer y Hoy. El gran tenis argentino" (Clarín).


MIÉRCOLES, 16 DE ABRIL DE 2014

RECONSTRUCCIÓN DE UNA HAZAÑA

Para quienes comenzamos a interesarnos en el tenis femenino argentino a finales de los '90s, la semifinal de Fed Cup alcanzada por nuestro país en Frankfurt '93 forma parte de un grupo de sucesos históricos, pero a la vez negados a nuestra percepción. Hechos que conocemos y admiramos, pero que añoramos haber podido registrar en el momento que tuvieron lugar.

Por ese motivo, y casi desde un comienzo, parte del objetivo de esta página fue acercar a los lectores aquellos acontecimientos destacados del tenis femenino nacional, de los que nada podía encontrarse ni en la web ni tampoco en muchos diarios y revistas especializadas de la época.

Sin embargo, pese a varios esfuerzos e intentos de búsqueda, aquella mencionada actuación en Alemania permanecía esquiva, inaccesible. Podía imaginarme los festejos de las jugadoras, su atuendo, el estadio, pero prácticamente sin ningún asidero en la realidad.

Días atrás, a través de un intercambio de material, esos fotogramas de ensueño se plasmaron en un archivo de video concreto. No de la mejor calidad, pero suficiente para compensar tantos años de misterio y fantasía. De nostalgia incompleta.




Esas imágenes, las del festejo de Florencia con el capitán y sus compañeras tras vencer al multicampeón Estados Unidos para avanzar a la semifinal, enriquecen ese proceso de reconstrucción que es el motor fundamental de este sitio y, estimo, el interés de muchos de sus seguidores.


La proeza: "Ademas del buen resultado, nos divertimos mucho"


Es que Frankfurt '93 sigue siendo una serie ilustre en la historia del tenis argentino. Allí, con un formato diferente al actual, donde los equipos se enfrentaban en una única semana, Argentina disputó semifinales de la Fed Cup por última vez.

Florencia Labat (en ese entonces 40ª del ránking WTA), Inés Gorrochategui (48ª) y Patricia Tarabini (49ª, 26ª en dobles), dirigidas por el capitán Jorge Todero, conformaron el grupo que protagonizó grandes triunfos entre el 19 y 24 de Julio casi 21 años atrás.

Después de un cómodo debut superando 3-0 a Nueva Zelanda (Florencia e Inés ganaron sus singles y Gorrochategui/Tarabini el dobles), las chicas darían la primera sorpresa en suelo germánico al derrotar 2-1 al favorito Bulgaria de las hermanas Maleevas.

En el primer punto entre las segundas singlistas, Gorrochategui logró una destacada victoria ante la ex top ten Katerina Maleeva (19ª) por 6-1 y 7-5. Luego, Labat caería ajustadamente 6-4 - 5-7 y 6-3 con la número uno búlgara Magdalena (11ª), y finalmente el talentoso dúo de Inés y Patricia definiría en el dobles ante las singlistas europeas 5-7 - 6-4 y 6-2 para avanzar a cuartos de final.

La potencia Estados Unidos, incluso sin sus mejores representantes de la época (Mary-Joe, Capriati, Garrison), era el próximo y temerario rival. Con 14 títulos a cuestas -ya en aquel tiempo el más ganador del evento-, y ex integrantes de la talla de Chris Evert y Billie Jean King, la experimentada Lori McNeil (23ª) y una juvenil Lindsay Davenport (25ª) lideraban el conjunto americano. Ann Wunderlich (36ª) y Debbie Graham (57ª) completaban el equipo capitaneado por Marty Riessen.

Pero a pesar del favoritismo de su oponente, Argentina realizó la hazaña. Inés Gorrochategui venció en el cotejo inicial a la futura número uno del mundo Davenport 6-7 (5) - 7-5 y 7-5 levantando un quiebre en contra en el set decisivo. 

Ya en el segundo pleito, Florencia Labat, la mejor representante argentina en la historia de la competencia, definiría la serie con un 5-7 - 6-3 y 6-0 ante la ofensiva McNeil, ganando los últimos nueve games de manera consecutiva en la lluviosa jornada de verano. Así, y por segunda ocasión en la historia tras Praga '86 (con Gabriela Sabatini y Mercedes Paz), Argentina accedía a una instancia de semifinal en la Fed Cup.


"Estados Unidos derrotado en la Fed Cup". Los medios
internacionales reflejaron la sorpresa argentina.
























"Fue una semana especial porque haber llegado a la semifinal fue muy importante para nosotras. En esa época la Fed Cup se jugaba durante una semana y todos los países iban a Frankfurt. Era en clay y eso era tal vez una ventaja, sobre todo contra McNeil, que si bien era una gran jugadora, el polvo de ladrillo no le gustaba mucho, ella se sentía más cómoda en canchas rápidas", recuerda Florencia con Tenistas Argentinas.

Y agrega: "fue una muy linda semana porque además del buen resultado, nos divertimos mucho".

Luego de su histórica actuación, Argentina perdería 2-1 con Australia, habiendo estado a un set de la final en el dobles decisivo en el que Gorrochategui/Tarabini cayeron 4-6 - 6-2 y 6-3 con Smylie/Stubbs. Previamente, Inés había derrotado a Jaggard-Lai y Florencia había sido doblegada por Bradtke. El torneo de ese año, cabe destacar, fue conquistado por España con Arantxa-Sánchez-Vicario y Conchita Martínez.

Sin la participación de Gaby Sabatini, representante número uno de Argentina, Florencia, Inés y Patricia, talentosas y aguerridas, concretaron la mejor actuación de nuestro país en la Fed Cup, considerando los rivales superados. En los primeros planos del tenis mundial, se impusieron a dos selecciones poderosas, luciéndose en singles y dobles, aportando cada una valiosos puntos a lo largo de esa gloriosa semana. 

Un episodio fundamental en la historia de nuestro tenis femenino, que, a días de un nuevo desafío por la Fed Cup, merecía ser recordado.



  • Agradecimiento especial a Florencia Labat por su colaboración con esta nota.
  • Fuentes: Sitio oficial de la Fed Cup; Diarios "The Telegraph" (Reino Unido) y La Vanguardia (España).


DOMINGO, 30 DE MARZO DE 2014

AQUEL QUERIDO GREEN CLAY


En los '00, Paola Suárez logró importantes triunfos en green clay. Foto: Charleston '02.


Durante más de 30 años, y casi desde los orígenes de la WTA, la gira estadounidense sobre canchas de arcilla o har-tru representó una cita obligada para las tenistas más importantes del circuito.

Ubicada dentro del calendario en la antesala de los torneos europeos en polvo de ladrillo, esta serie de certámenes que incluía tradicionalmente Hilton HeadAmelia Island y Houston, estuvo animada en muchas ocasiones por nuestras tenistas argentinas, quienes se consagraron en todas las disciplinas, logrando además notorios triunfos.

Gaby en acción en Amelia Island '87. La ex nº 3
del ránking tuvo grandes victorias en arcilla.

Muchos recordarán las deslumbrantes conquistas de Gabriela Sabatini, los cuantiosos éxitos en dobles de Paola Suárez y Patricia Tarabini, o inolvidables victorias como las que consiguieron Bettina FulcoInés Gorrochategui y la propia Paola en los mencionados campeonatos norteamericanos.

Actualmente, sin embargo, sólo Charleston (ex Hilton Head hasta el 2000) conserva su plaza en la elite del tenis femenino, y ese estimado green clay quedó reservado, casi exclusivamente, para los Women's Circuits de ITF.

"La verdad que es una pena que ya casi no haya torneos en esa superficie. A mí me encantaba jugar ahí, ya que el green clay, en general, es más rápido que el polvo de ladrillo, y si la cancha está seca, se resbala bastante más", cuenta con nostalgia Bettina Fulco, quien en Houston 1994 consiguió el triunfo más resonante de su exitosa carrera ante la legendaria Martina Navratilova

"En cambio algunas canchas las riegan por aspersión, y esas no eran tan rápidas. Tengo varios recuerdos de resbalones y 'frutillones' en mis rodillas, era bastante habitual caerse", sigue explicando Bettina, también octavofinalista en Amelia Island 1987, donde cayó con la número uno Steffi Graf.

La superficie de arcilla, compuesta en realidad por un género de piedra verde molida, fue testigo, decíamos, de varios de los momentos más destacados en la carrera de Gabriela Sabatini. La mejor tenista argentina de todos los tiempos obtuvo los títulos de Hilton Head 1991 y 1992 y de Amelia Island 1989, 1991 y 1992, venciendo en las tres definiciones a la mencionada ex líder mundial Graf. En Hilton Head, asimismo, Gaby disputó su primera final WTA en el año 1985, perdiendo con otra grande, la estadounidense Chris Evert. Martina Navratilova, Arantxa Sánchez-Vicario y Manuela Maleeva, figuran, también, entre las derrotadas por Gabriela en esos recordados certámenes.





"Las jugadoras de mi época competíamos en Hilton Head, Amelia Island y Houston. Hilton Head después se cambió a Charleston. ¡En Amelia el sponsor principal siempre nos regalaba un par de anteojos! Y en Hilton Head está la academia de Dennis Van Der Meer, gran coach, muy reconocido, y siempre nos invitaba a una reunión en su casa. Muchas veces le hemos alquilado departamentos, eran lugares muy lindos para entrenar, pasear, y cocinar a la noche. La mejor cocinera era Mecha Paz", rememora Fulco.

En los '90, Florencia Labat disputó con  
asiduidad Hilton Head y Amelia Island.

Pero además de Gabriela y Bettina, otras compatriotas han brillado en este terreno singular. En Amelia Island 2000, Paola Suárez derrotó a Serena Williams y Anna Kournikova antes de caer en semifinales con Mónica Seles, e Ivanna Madruga alcanzó la misma instancia en Hilton Head 1980. En 1994, también en Hilton Head, Inés Gorrochategui superó a la propia Martina y en 1993 a la francesa Julie Halard, y jugadoras destacadas de nuestro país como Gisela DulkoFlorencia LabatMaría Emilia SalerniClarisa Fernández y Mariana Díaz-Oliva han protagonizado numerosos éxitos y batallas a la largo de varias temporadas.

En dobles, la cosecha albiceleste resulta aún más próspera: Patricia Tarabini junto a Conchita Martínez fueron campeonas en Hilton Head 1998 y Amelia Island 1999 y 2001, Suárez y Virginia Ruano-Pascual ganaron en Hilton Head 2000 y Charleston 2003 y 2004, Gorrochategui y Amanda Coetzer se impusieron en Amelia Island 1995, mientras que Mercedes Paz alzó el trofeo de Hilton Head 1987 con Eva Pfaff y Amelia Island 1990 en dupla con Sánchez-Vicario. Sabatini también conquistó Amelia Island en dobles, con Graf como compañera en 1987. 

Además, la arcilla verde encontró en Indianápolis 1978 a Viviana González-Locicero alcanzando su única final WTA y a Claudia Casabianca campeona juvenil del US Open 1977, cuando el certamen se disputaba sobre esa superficie. También en Indianápolis, la mencionada Madruga consiguió el título en duplas acompañada por la francesa Catherine Tanvier. Por otra parte, ya en ITF, Florencia Molinero y María Irigoyen han logrado resultados positivos, incluyendo títulos y finales de dobles en torneos como Osprey, Jackson o Innisbrook. Y nuestra actual número uno, Paula Ormaechea, disputa hace algunos años el citado WTA de Charleston, con buenas performances.

Gisela Dulko jugando en Charleston 2007.

"Del torneo de Houston tengo mil recuerdos, el partido vs. Martina fue de noche, ante 5000 personas. Entré en calor jugando al fútbol en un gimnasio de básquet, y el director del torneo se quería matar cuando vio que le gané a una de las favoritas del público. Me hicieron hinchada Laura Montalvo y Mariana Díaz-Oliva. Venía de la qualy, esa semana le gané a Paola Suarez, que recién arrancaba en el circuito de la WTA. Yo estaba alojada en un hotel, donde un matrimonio argentino eran los encargados del room service, así que luego de mi triunfo, ¡me llenaron la habitación de cosas ricas para comer! Esa semana vi mi primer partido de la NBA, los Houston Rockets vs. LA Lakers, estuvo buenísimo", evoca entusiasmada Bettina una de sus mejores semanas en el tenis profesional. 

Una año más tarde, en 1995, el campeonato de Houston tendría su última edición con Steffi Graf como ganadora. Amelia Island, por su parte, dejó de celebrarse en 2011 luego de 31 periodos, principalmente por cuestiones de fechas y dinero. Ambos torneos sumaban un total de 42 temporadas sobre el verdoso suelo.

Retomando las palabras de Fulco, somos muchos los admiradores que supimos disfrutar, año tras año, los triunfos de las tenistas nacionales en estos campeonatos. Eventos especiales, diferentes, que hoy recordamos con cierta añoranza.

Es que aquel querido green clay de la primavera norteamericana no sólo alojó éxitos de jugadoras argentinas, sino que también fue testigo de una etapa luminosa del tenis mundial. Con clásicas contiendas entre inmensas figuras, albergó un circuito de menos potencia y desarrollo físico, pero con mayor riqueza y variedad de estilos. 

Más allá de los cambios de calendario, los factores económicos, o las modificaciones en el juego, para los amantes del tenis femenino argentino perdurarán intactas las sonrisas despertadas por nuestras raquetas con esa entrañable superficie de fondo. Satisfacciones tan sólidas y persistentes como las rocas que conforman el green clay.  




  • Un agradecimiento muy especial a Bettina Fulco, por su disposición e interés para colaborar con la nota y por sus valiosos testimonios.


Más fotos


Amelia Island '87: Steffi Graf y Gabriela ganaron el campeonato de dobles.

En el mismo torneo, desde la qualy, Bettina Fulco alcanzó octavos de singles, cayendo con Graf.


También en Amelia Isalnd '87, Mercedes Paz, que venía de conseguir el título en Hilton Head,
posando junto a Gabriela Mosca.

El festejo de Gaby luego de vencer a Steffi Graf en la final de Amelia Island '89,

Amelia Island '91: Sabatini festejando durante su semifinal vs. Arantxa.


Patricia Tarabini y Conchita Martíenz, campeonas en el '98, en los clásicos sillones de Hilton Head.
La primera jornada del actual Charleston tuvo lugar en el '73.


El estadio central de Hilton Head en el '00, última edición antes de cambiar a Charleston.


La cordobesa Clarisa Fernández en Charleston '03.

Paola Suárez y Virginia Ruano-Pascual superaron a Navratilova/Raymond en el dobles
de Charleston '04.

En Charleston 2012, Paula Ormaechea derrotó a la 40ª del mundo Scheepers.



  • Fuentes e Imágenes: Prensa y Perfiles de la WTA; Archivo personal Revista "El Gráfico"; Getty Images; Bill Mitchell Tennis;  jacksonville.com/The Times-Union; geocities.com/tarabinitales; Family Circle Cup; postandcourier.com.


VIERNES, 28 DE FEBRERO DE 2014

EL WTA DE BUENOS AIRES


En casa. Sabatini y su familia junto a la copa del '86.


Concluido hace pocos días el ATP local, creo que es importante recordar que Argentina también tuvo su torneo WTA, organizado oficialmente en tres ocasiones: 1978, 1986 y 1987.

Grandes figuras del tenis mundial, como la ex campeona francesa de Roland Garros Francoise Durr, la checa Regina Marsikova, la española Arantxa Sánchez-Vicario, y por supuesto nuestra admirada Gabriela Sabatini, prestigiaron el certamen que tuvo sede en el Buenos Aires Lawn Tennis Club

Aunque por fuera del circuito y sin puntos para el ránking mundial WTA, el torneo disputado habitualmente hacia finales de temporada, gozó también de otras ediciones previas en el profesionalismo, con célebres campeonas que incluyen a la rusa Olga Morozova (1971), la británica Virginia Wade ('72) y la santafesina Raquel Giscafré ('74). 

Arantxa y su madre en Bs.As. Con 14
años, la española llegó a su 1ª final.
"En esa época Gabriela era nuestro referente nacional, y nosotras, las jugadoras argentinas, éramos varias dentro de las 100 primeras de la WTA", relata Mariana Pérez-Roldán, animadora y semifinalista de la versión 1986 del Argentinian Open, acontecido durante la semana del 1º de Diciembre con un main draw de 56 jugadoras. 

Aquel certamen, que repartió 50.000 dólares en premios (la categoría más modesta por entonces), le brindó al público local la oportunidad de ver competir oficialmente por primera vez a uno de sus máximos ídolos deportivos, la mencionada Sabatini, quien, asentada dentro del top ten mundial, iba a conseguir su segundo título WTA con sólo 16 años.

En una final protagonizada por dos adolescentes, y ante tres mil espectadores, Gaby, 10ª del ránking mundial y máxima favorita, superaría 6-1 6-1 a una rival con la que, temporadas más tarde, jugaría inolvidables partidos en los escenarios principales de los Grand Slams: la ex número uno Arantxa Sanchez-Vicario. La española, tricampeona de Roland Garros, alcanzaba en Buenos Aires, a los 14, su primera definición profesional

"Recuerdo esa semifinal que perdí contra Arantxa. Como no podía ser de otra manera, fue un partido larguísimo, con quien en muchos viajes del circuito compartíamos los mismos autos, aviones y rutas", comenta Mariana, una de 10 argentinas que participaron del cuadro principal, entre las que también se encontraron Mercedes PazAdriana VillagránPatricia TarabiniBettina Fulco y una juvenil Florencia Labat. Y sigue: "¿Sabés qué recuerdo de ese partido? La cantidad de reveses paralelos que jugábamos ambas, y que en las tribunas del BALTC, mezclado entre el público, estaba mi abuelo, a quien no veía hacía años, y quien se acercó a saludarme con un abrazo después del encuentro".

El torneo del '86 también tuvo una campeona local en dobles, prueba en la que Mecha Paz y la talentosa estadounidense Lori McNeil (cayó con Gabriela en la otra semifinal de singles) superaron en tres sets a Bollegraf/Krijger-Jagerman para quedarse con el título.

Cabe mencionar que la norteamericana Zina Garrison, 2da. favorita en individuales y 12ª del ránking esa semana, fue otra de las jugadoras que realzó el Buenos Aires con su presencia.


Edición '87 

Gaby, tapa de diarios tras su segundo título en Buenos Aires.


También a comienzos de Diciembre, en la misma sede y con el mismo prize money, el Abierto nacional volvió a celebrarse -por última vez- en 1987. 

Así como ocurrió un año antes, Gabriela Sabatini, ahora 6ta. del mundo y que venía de caer con Steffi Graf en la final del Masters, fue la figura central de un torneo que contó con tenistas destacadas del circuito como la alemana Isabel Cueto (2da. preclasificada y 32ª del ránking), la austríaca Bárbara Paulus y nuestras compatriotas Bettina Fulco, Patricia Tarabini y Mercedes Paz, todas dentro del top 100 internacional.

"Me encanta jugar en Argentina", repetía Gaby a la prensa por entonces. Y una vez más, Sabatini ganó el certamen sin sobresaltos, superando 6-0 y 6-2 a Fulco en semifinales y a Cueto en la final, con idéntico score. En esta ocasión, la ex número tres del mundo también ganó el trofeo por equipos, junto a su querida Mecha. 

Como se volvió habitual durante esos dos años, luego de sus conquistas, Gabriela vacacionaba en Mar del Plata antes de comenzar su pretemporada.


Diversión. En la fiesta celebrada durante el torneo '87, Sabatini y Tarabini
se distendieron cantando con el músico "Donald". 


Primer WTA en Argentina: el Río de La Plata Championships


La campeona argentina Emilse Raponi causó gran impacto en el '78.


El 30 de Octubre de 1978 se puso en marcha en Buenos Aires el primer torneo del país que, enmarcado en la Colgate Series, otorgó puntos para el ránking internacional oficial. Un certamen mixto (José Luis Clerc lo ganó en varones), organizado por Raquel Giscafré, y al que acudieron nombres destacados del circuito femenino como la checa Regina Marsikova, 17a. del mundo, semifinalista ese año en Roland Garros y ganadora en Roma, la ascendente estadounidense Caroline Stoll, la ex campeona en París Francoise Durr y varias de las argentinas más importantes del momento: Viviana González-LociceroIvanna MadrugaLiliana Giussani y Emilse Raponi.

Justamente Raponi, con 20 años, se convertiría en la revelación del campeonato luego de derrotar sucesivamente a Durr en cuartos y a Marsikova en semifinales, antes de caer en la final con la mencionada Stoll, quien también había eliminado a Madruga en semifinales.

"Ese torneo fue una gran oportunidad para que podamos escalar en el ránking mundial", recuerda desde Miami la propia Emilse. "Jugué increíble. Estaba bien ordenada, fuerte mentalmente, confiando en mi tenis, en mi forma física y en mis habilidades. Tenía mucha confianza y había decidido jugarlo en honor a mi padre, que había fallecido meses atrás", agrega la ex jugadora de Fed Cup, quien además cuenta con triunfos ante Sabatini y Graf.

"El saldo fundamental del campeonato es que permitió la competencia contra muy buenos jugadores extranjeros. Y la competencia constante es la base del progreso", destacaban por entonces los medios en relación al evento que en la rama femenina entregó 35.000 dólares en premios.

Caroline Stoll en Buenos Aires '78. La joven estadounidense fue la campeona del torneo.

Volviendo al sensacional torneo de Raponi, la reconocida Revista El Gráfico publicó: "La excelente jugadora que siempre se vislumbró ahora se está plasmando. La razón: el control de sus nervios, lo que le permite aplicar con contundencia su excelente tenis ofensivo". 

Más de 35 años después, la protagonista confiesa: "Un entrenador me dijo que yendo a la red todos los puntos no podía ganar, desde ahí me volví un paredón pero siempre agresiva, tratando de hacer algo con la pelota para molestar a la otra. Me volví más inteligente y ahí comenzaron los resultados, y así tal cual jugué ese torneo. Además, con el drop shot de revés, tenía a las rivales desbalanceadas todo el tiempo", concluye Emilse.


¿Una utopía?

Tras este repaso, y como cierre, surge una pregunta inevitable: ¿es dable pensar que Argentina pueda contar con un WTA en el futuro inmediato? La clave no pasaría tanto por el nivel de nuestras jugadoras -muchos países, aun sin top 100, organizan certámenes del circuito- sino por el interés de las empresas auspiciantes. Por otro lado, evaluando las prioridades, cabe cuestionarse si no es conveniente encausar las posibles inversiones hacia la plataforma y el desarrollo del tenis femenino nacional, y no hacia un torneo tan costoso, exclusivo para las mejores profesionales. Aunque también puede pensarse, como subraya Pérez-Roldán, que organizar campeonatos más grandes en el país, convocando a figuras, repercutiría en el crecimiento de este sector del deporte, acercando al público nuevas referentes.

El WTA de Buenos Aires. Un torneo que tuvo en sus escenas principales a varias de las estrellas del tenis femenino argentino: de Sabatini a Raponi, pasando por otras grandes como Madruga, Paz, Fulco y Pérez-Roldán. Reveses, derechas y drops de mujeres que, atravesadas por sus historias personales, disfrutaron jugar en su país, más cerca de sus afectos y ante un público que se deleitaba con su talento. Es que presenciar competir por los puntos a las mejores jugadoras de un país, resulta siempre un espectáculo atrayente para los apasionados del tenis.


Más Imágenes


Sabatini en 1986, jugando un WTA en Argentina por primera vez.
Cerca de 12.000 espectadores se acercaron al torneo durante toda la semana.


Mariana Pérez-Roldán cayó 7-6 (5) y 7-5 en la semifinal vs. Arantxa. Detrás, el sponsor
principal del torneo '86 "Autoestilo Sevel".



La futura top ten Lori McNeil (derecha) junto a sus compatriotas Allen y Copeland
en Buenos Aires '86..


Gabriela practicando el servicio junto a su entrenador en el '87, el español Ángel Giménez.


Gaby en un alto de su entrenamiento.


El talento de Gabriela en acción en el '87.



  • Agradecimientos: Mariana Pérez-Roldán y Emilse Raponi, quienes colaboraron muy amablemente con la nota. En el caso de Emilse, con quien nunca me había contactado, agradecerle también las fotos enviadas. 
  • Fuentes e Imágenes: Archivo personal Revista El Gráfico; Libro "Ayer y hoy. El gran tenis Argentino", Clarín; Anuarios y Perfiles de la ITF y la WTA; Centro de Prensa de la WTA. Pueden consultar los cuadros de los torneos en este sitio.


DOMINGO, 26 DE ENERO DE 2014

EL PRIMER TÍTULO WTA DE GABRIELA SABATINI


Gabriela en Tokio, levantando su primer trofeo WTA.


"Seguramente jamás me olvidaré de Tokio, por lo que representa haber ganado mi primer campeonato. Estaba segura de que lo lograría y mi única presión era sentirme obligada a hacerlo. Ahora ya pasó y estoy muy contenta, porque me demostré que puedo ganar".

En Octubre de 1985, con sólo 15 años, Gabriela Sabatini ya era una de las estrellas emergentes del circuito. Pocos meses atrás, había sorprendido al mundo del tenis convirtiéndose en la semifinalista más joven en la historia de Roland Garros, certamen que le permitió ganarse el respeto y la admiración de las jugadoras, el público y la prensa, aun a tan corta edad.

Pensándola en retrospectiva, y considerando la notable carrera de Gaby, la primera conquista alcanzada en Japón tiene un significado especial. Se trata del primer trofeo importante de una múltiple campeona. La primera copa oficial de una posterior ganadora de Grand Slam, Masters y tantos títulos más, superiores incluso en relevancia a ese inicial triunfo en Asia.

Octubre del '85, decíamos. Precisamente el domingo 20 del mencionado mes. Aquel día, la mejor tenista argentina de todos los tiempos superaba 6-3 y 6-4 a la campeona universitaria de Estados Unidos Linda Gates para quedarse con el torneo, el primero de los 27 que obtuvo en el desarrollo de su espectacular trayectoria profesional.

La derecha forzada que quedaba en la red por parte de la norteamericana, le daba a Gaby una victoria que festejó con prudencia (ver video), como comprendiendo que su inagotable talento le traería más y mayores satisfacciones en el futuro. Máxima favorita del certamen y también de los espectadores, Sabatini había dejado atrás a la japonesa Sakaguchi en primera ronda, a la estadounidense Kinney en octavos de final, a la checa Holikova (7ª preclasificada) en cuartos y a la suiza Drescher (3ª) en semifinales, única rival que logró quitarle un set a lo largo de la competencia.




"Parece como si todo el mundo tuviera puesta la vista en una y no se pudieran cometer errores. Espero poder ganar muchos más torneos. Sé que todavía me falta bastante y que tengo que mejorar el saque y el juego de red si quiero estar entre las primeras. Pero eso sólo lo voy a conseguir trabajando y con el tiempo. No debo apurarme, y pensar que tengo mucho tiempo por delante", contó aquella jornada la ex número tres del mundo. Durante su semana consagratoria, y mientras recorría la fascinante Tokio junto a su grupo, Sabatini se cruzó con el histórico Jimmy Connors, quien además le envió una tarjeta deseándole suerte el día de la final . 

Patricio Apey, entrenador de entonces, y su amiga Mercedes Paz, con quien jugó dobles, acompañaron a Gabriela en el Abierto Japonés, certamen que le permitió a la campeona asentarse entre las primeras 12 tenistas del ránking al finalizar la temporada. Recordemos que después Gaby ganaría en tres ocasiones el tradicional Pan Pacific Open de Japón, evento de mayor categoría, causando fanatismo y adoración en los medios y el público orientales.

Tokio 1985. El primer boceto de esa gran obra que sería la carrera de Gabriela Sabatini. Su ópera prima, antesala de los innumerables éxitos que conseguiría quien no sólo brilló como tenista profesional, sino que también se destacó -y se destaca- como una gran persona.



  • Fuentes e Imágenes: Archivo personal Revista "El Gráfico"; Anuarios y Perfiles de la WTA; stanfordtennis.tv.


VIERNES, 30 DE AGOSTO DE 2013


US OPEN 1997. LAS TRAVESURAS DE "MECHA" EN LA GRAN MANZANA


Por Diego García, lector y colaborador del blog


Mercedes Paz y Pablo Albano jugaron la final en el flamante Arthur Ashe.


En 1997 el Us Open inauguraba su nuevo estadio, el Arthur Ashe Stadium, dejando atrás el glorioso Louis Armstrong, court que albergó, entre otros, el gran triunfo de Gaby Sabatini en 1990.

Los americanos no iban a perderse la oportunidad de festejarlo a su manera y fue así que todos los ex campeones del torneo fueron invitados a una fiesta que incluyó fuegos artificiales y recital en vivo de Whitney Houston.  Allí estaban Graf, Navratilova, Evert, Lendl, Becker, Edberg, B.J.King, y por supuesto el gran Guillermo Vilas y Gabriela Sabatini entre otros.

Por aquel año, el tenis argentino se encontraba en transición, ya sea el femenino como el masculino. Sabatini hacía poco tiempo había “colgado la raqueta” por lo que Florencia Labat se había convertido en la abanderada argentina en cuanto al tenis femenino. A tal punto, que ese año, realizaría una gran actuación en el abierto norteamericano llegando a los octavos de final.

Pero también habría una grata sorpresa en aquel torneo para los argentinos en la especialidad de dobles. Mercedes Paz junto a Pablo Albano producirían una loable actuación, premiando, quizás, un gran cierre de carrera para la tucumana, ya que al año siguiente se retiraría del circuito profesional.

La prueba de dobles mixtos no suele ser tenida muy en cuenta por los tenistas, algunos pocos se le animan, por distintas razones, y otros, directamente, prefieren obviarla. Generalmente los que se dedican a la especialidad de dobles, suelen desenvolverse en el mixto también.

En aquel torneo “Mecha” Paz y Albano decidieron unir fuerzas y probar qué sucedería. Ambos, siempre, se desenvolvieron bien en dobles con diferentes compañeros/as y si bien, en esta ocasión, confiaban en sus fuerzas el cuadro se les presentaba harto difícil.

El primer obstáculo parecía, a priori, el más accesible y con gran coordinación y buen plan de juego derrotaron a la dupla Wild/Broad 6-3, 6-4.

La próxima rueda parecía marcar la posible despedida de los argentinos, allí los esperaban los hermanos checos Suk/Sukova campeones de Wimbledon aquel año en la especialidad de mixtos.

Sin embargo las sorpresas tomaron por asalto Nueva York y Mecha y Pablo lograrían una valiosa victoria por 7-6 (7-5),6-3. Dicha actuación los colocaba en los cuartos de final de la especialidad y la gran manzana parecía querer envolverlos en su magia y encanto.

Pero ellos no eran los únicos argentinos que intentaban hacer de las suyas en la capital del mundo, otra argentina, Patricia Tarabini, junto a la española Conchita Martínez no se querían quedar atrás y su desempeño en el dobles femenino secundaba lo que Paz y Albano venían realizando en los mixtos. Con esfuerzo y cumpliendo destacadas actuaciones lograron llegar también hasta los cuartos de final, pero allí terminarían sus aventuras, ya que Conchita sufría de una lesión en su espalda que no les permitió concluir su encuentro contra Hingis/Sánchez Vicario cuando éstas les ganaban 4-0.

Así, con Tarabini eliminada y con Labat (arribando hasta los octavos de final en el single femenino cayendo contra Martina Hingis) Mecha Paz y Albano quedaron como los únicos representantes de nuestros país en pie.

Los cuartos de final marcaban que la dupla argentina debía enfrentar a los 3ros. preclasificados del torneo: el ruso Andrei Olhovskiy y la latona Larissa Neiland.

Pero como siempre sucede en este tipo de eventos, la suerte, a veces, juega un papel fundamental y Nueva York les daría a los argentinos un guiño importantísimo. ¿Cuál?... que los rivales no se presentasen por lesión de la letona Larissa Neiland.

De esta manera Paz y Albano se ubicaban automáticamente en las semifinales del torneo a la espera, ahora, de los primeros preclasificados: los norteamericanos Lisa Raymond y Patrick Galbraith.

Para Mercedes era igualar algunas de sus mejores performances en la especialidad, como haber sido semifinalista en el mismo Us Open en el año 1991 con la soviética Leila Meski, o con Gabriela Sabatini en Roland Garros de aquel año también. Alcanzar una final de Grand Slam era uno de sus mayores sueños.

El partido semifinal fue organizado para jugarse en el Grand Stand, el tercer estadio en importancia a partir de la apertura del Arthur Ashe. Había bastante público para aquel partido y Mercedes y Pablo salieron a jugar sus chances plenos de confianza, pese a la envergadura de sus rivales, que vale recordar, eran los defensores del título.

Tras quebrar el servicio de Raymond en cuarto juego del primer set, los argentinos conservaron esa ventaja y lograron el primer parcial por 6-4. En el siguiente, el break se produjo en el séptimo juego y Albano perdió la posibilidad de ganar el partido en el décimo game. Llegaron al tie-break. Cuando todo se encaminaba hacia un desenlace en tres sets, los tenistas de nuestro país volvieron de un 1-6 para ganar y quedar a un paso de entrar en la historia del tenis. Así el marcador final marcaba el triunfo para la dupla argentina por 6-4, 7-6 (8-6).

Mercedes confesaba: Llegué a Nueva York con la idea de que podía ser mi último gran torneo, y cuando perdí en la qualy de singles lo pensé más todavía. Pero ahora no sé, llegar por primera vez a la final de un Grand Slam es una de las mayores alegrías de mi carrera”.

Mientras Pablo agregaba: “… esta alegría es una de las más grandes del año… nos dimos cuenta de repente, cuando avanzamos a las semifinales, de que podíamos ganar. Nos tomamos esto muy en serio y estamos a punto de entrar en la historia. Éste fue, por lejos, el mejor partido de mecha desde que jugamos juntos”.

La gran manzana no dejaba de sorprender a estos dos argentinos que iban por uno de sus mayores logros deportivos. Según dicen, quienes han tenido la maravillosa posibilidad de concretarlo, no existe cosa más excitante y maravillosa que jugar una final de Grand Slam, ya sea en la especialidad que sea. Es algo que no ocurre todos los días, por lo que Mercedes y Pablo eran consientes de semejante oportunidad. ¿Cómo vivirían dicha final? ¿Entrarían nerviosos a jugar? ¿O por el contrario irían a disfrutarla como nunca? ¿Nueva York jugaría a ser el duende al cual convocar ante la mínima dificultad? ¿Cómo dos profesionales venidos del sur del mundo lograron realizar lo que hicieron ellos? ¿Cuántos lo han hecho allí? ¿Cómo sería jugar la mismísima final en el reciente inaugurado estadio Arthur Ashe?!!

Sus rivales serían los segundos preclasificados, la holandesa Manon Bollegraf y el norteamericano Rick Leach. Ambos venían de obtener aquel año el abierto de Australia en la especialidad, además de ser eximios doblistas con varios títulos en su haber en la especialidad.

La empresa, a priori, se veía muy difícil, pero aquel día, bajo un cielo completamente despejado, aunque con bastante viento, los primeros sorprendidos serían Bollegraf/Leach. Mercedes y Pablo salieron con todo a jugar “su” final y de entrada ya habían quebrado el saque de Leach con lo que manteniendo la ventaja, más otro quiebre a Bollegraf lograron quedarse con el primer set por 6-3.

Albano no dejaba de “asistir” a Mecha, cruzándose cuando podía, mientras Mercedes no le iba en zaga, sorprendiendo a Leach constantemente.

El título parecía estar en sus manos, más aún, cuando al comienzo del 2do set quebraron nuevamente el servicio de Leach colocándose arriba en el marcador por 2-0. Sí lograban mantener ese quiebre, el campeonato y toda la gloria sería para ellos.

Pero la pareja holandesa-norteamericana no era una dupla improvisada y sin experiencia, entraron a cargar el juego sobre Mecha y allí el encuentro se equilibró. Pablo pareció sentir el impacto y la presión por tratar de cubrir a su compañera y eso hizo que los errores entraran en escena en la pareja argentina. Eso derivo en una pérdida del servicio por parte de Albano y otro por el lado de Mercedes que les permitió a sus rivales alzarse con el segundo set por 7-5.

Set iguales y a desempatar la gran final en un tercer y definitivo set.

La paridad no podía ser mayor, cada jugador mantuvo su saque. Bollegraf y Leach sentían que habían resurgido de una situación difícil, mientras Paz y Albano, pasado el shock de perder el parcial anterior, volvieron a complementarse muy bien.

Era imposible determinar quien ganaría aquel encuentro, pareció en un primer momento que sería para los argentinos, cuando le rompieron el servicio a Bollegraf y mantuvieron esa ventaja hasta que Mercedes sirvió 6-5 y sacaba por el campeonato.

La tensión era mucha y eso hizo que rápidamente perdiera su servicio y todo se definiría en el Tie-Break. Allí la mayor experiencia de sus rivales hizo que prevalecieran por 7-3 por lo que el tablero del estadio sentenciaba un 3-6, 7-5 y 7-6 para Bollegraf/Leach y su segundo Grand Slam de la temporada.

Para Mecha y Pablo quedaba la bronca de haber estado tan cerca, sin embargo en la entrega de premios no dejaron de sonreír y abrazarse mutuamente. Íntimamente, sabían que habían ofrecido lo mejor de sí, más no podían dar. Dejaron el alma en el court central de Flushing Meadows e hicieron entrar al tenis argentino, como otros tantos compatriotas, en la historia del tenis nacional.

Finales de Grand Slam no se juegan todos los días y que mejor obsequio que arribar a una para cerrar una carrera brillante como la de la tucumana Mercedes Paz.

En lo alto del estadio un grupo de argentinos hacía flamear la bandera argentina, que parecía mimetizarse con el firmamento, Pablo y Mercedes no dejaban de observarla porque, quizás, en sus corazones hayan sentido la incomparable sensación de sentirse campeones a pesar de la derrota. Pues, entonces, ¡Felicitaciones “campeones”!



  • Fuente bibliográfica: Diarios La nación, Olé, Popular. Revista Tennis magazine, Francia, número 259.





SÁBADO, 17 DE AGOSTO DE 2013


RENÉE RICHARDS EN ARGENTINA, VENCE A IVANNA MADRUGA EN LA FINAL DEL CAMPEONATO DEL RÍO DE LA PLATA


En memoria de Cory Monteith, brillante protagonista de una serie que ayuda a romper prejuicios.


Renée Richards e Ivanna Madruga durante el torneo Río de la Plata del '77.


A lo largo de su historia, el tenis mundial ha tenido pocas vivencias más impactantes que la de Renée Richards, jugadora estadounidense que a mediados de los '70, y con más de 40 años de edad, se sometió a una cirugía de reasignación de género, logrando competir en el circuito femenino con grandes resultados.

Ya transcurridas un par de temporadas de aquella trascendental decisión, Richards, oftalmóloga de profesión antes -y después- de su incursión en la WTA, llegó a la Argentina en Noviembre de 1977 para competir en el tradicional Campeonato del Río de la Plata, antesala del Abierto de la República, disputado en el Buenos Aires Lawn Tennis Club.

Pero no sólo la presencia de la por entonces cuestionada norteamericana causaría revuelo en el certamen nacional, sino que también llamaría la atención del público y la prensa la aparición en los primeros planos de una muy joven Ivanna Madruga, quien, con 16 años, alcanzaría la final del torneo proviniendo desde la clasificación.

Destacada en las pruebas de menores, la cordobesa tendría un andar espectacular en la competencia de su país, derrotando sucesivamente a notables jugadoras como la checa Renata Tomanova (top 25 del ránking), Claudia Casabianca (flamante ganadora del US Open junior) y la estadounidense Betsy Nagelsen, quien rondaba el puesto 50 del mundo.

La frescura de Madruga, a sus 16 años.

"Para mí jugar al tenis es importante, me gusta. Sé que tengo que aprender mucho, pulir algunos golpes y tener más experiencia. Pero también quiero evitar que el tenis me atrape. Por ahora es sólo una parte de mi vida", contaba en aquel tiempo Ivanna, entrenada por su padre y que causaba la admiración de los espectadores del B.A.L.T.C.

Richards, por su parte, también arribaría a la definición del torneo luego de superar sin perder sets a nuestras compatriotas Raquel Giscafré (alojó a Renée en su casa) en los cuartos de final y Viviana González-Locicero en semifinales. Cabe mencionar que Renée llegaba a la Argentina con buenos triunfos en el circuito pero con la controversia a cuestas. Ya que pese a haber disputado la final de dobles del US Open '77, de haber derrotado a varias jugadoras top y de ubicarse entre las principales tenistas del mundo, se encontraba impedida de competir en Europa por su condición de transexual, habiendo sufrido además la desaprobación de varias jugadoras y el rechazo de muchos espectadores.

"Con papá hicimos la táctica. Lo que más me preocupa es la devolución de saque y pienso jugarle pelotas altas al revés intercalándole drops. En cuanto vea la posibilidad, la ataco. Todo si ella me deja hacerlo", explicaba Ivanna antes del importante encuentro. Finalmente, en su primera final de relieve, Madruga, 14ª del mundo años después, caería 4-6 - 6-2 y 6-2. 

"Reneé Richards guarda aún la potencia de su etapa masculina y la utiliza en los momentos precisos. La dosifica sabiamente para no desgastar rápidamente su reserva de energía a que está limitada por sus 42 años", relataban, a veces un tanto despectivamente, las notas del momento. La fuerza, la potencia, su tamaño, dimensión y musculatura eran las propiedades que más subrayaban quienes consideraban injusta su participación en el circuito de mujeres. Por su parte, una todavía adolescente Ivanna diría luego de la derrota "sentí que jugaba contra un hombre".

Ivanna y Renée posan con sus trofeos.

Tras el mencionado título, Richards no pudo disputar el Abierto de la República y no volvió a competir en la Argentina. Al igual que los torneos europeos, y avalándose en las políticas de la ITF, la Asociación Argentina de Tenis le solicitó a Renée un examen cromosómico al que no estuvo dispuesta a someterse. Según los debates de la época su cambio de género no alcanzaba para determinar su condición femenina, sino que además deberían evaluarse sus cromosomas. Por esta razón, Richards hizo prácticamente toda su carrera en su país de origen. 

Desde su decisión, y como era esperable, Renée fue muy cuestionada, pero también apoyada por históricos tenistas como Billie Jean King, Martina Navratilova -a quien luego entrenó- y por el propio campeón Arthur Ashe, quien con un simple planteo describía muy bien la angustiante situación que tuvo que atravesar Richards tras su cirugía: "si no la dejan competir en los torneos femeninos, pero tampoco puede competir en los masculinos porque legalmente es una mujer, entonces, ¿dónde puede jugar?"

En lo personal, la figura de Renée Richards me produce una gran admiración y sensibilidad. La dramática encrucijada que plantea Ashe pone en evidencia la conmoción que generó la acción de Richards, quien, con determinación, logró fundar un nuevo mundo, aún inexplorado, en la órbita del tenis. ¿Hay lugar en el circuito para una transexual? ¿Qué reglamento debe establecerse en esos casos? ¿Cuáles son los derechos de alguien de su condición en el deporte profesional?.

Hoy, varios años después, las respuestas serían más fáciles. Una transexual es una mujer por ley y elección y debería competir en la WTA sin mayores impedimentos. Sin embargo, pocos años atrás, la polémica aparición de la también transexual chilena Andrea Paredes, sin el talento de Richards y quien pagaba por competir, desató burlas, chistes e ironías respecto a su condición que atrasaban décadas, develando machismos elementales y conflictos no resueltos.

El deseo es lo más precioso que tiene el ser humano. Sin él, la experiencia se vuelve un vacío gris, doloroso, insoportable. Y Renée Richards tuvo el valor de seguir su deseo, superando dudas, temores y cuestionamientos en búsqueda de lo que ella consideraba su identidad, su felicidad. Juzgarla, en lugar de intentar comprenderla, implica desconocer que la decisión sobre su género sólo le atañe a ella y a nadie más. Renée Richards, quien visitó la Argentina en aquel Noviembre de 1977, es un ejemplo de coraje y valentía.


"Voy al US Open cada año. Las jugadoras jóvenes no tienen la más mínima idea de quién soy. Juego al golf mucho más seguido que al tenis. Vivo en una cabaña a orillas de un hermoso lago. Me fue bastante bien. Tengo una vida satisfactoria que se centra en mi familia, mis amigos y mi profesión. Me siento muy afortunada. Quizás mi cromosoma (masculino) "Y" no es tan malo".



  • Fuentes e Imágenes: Archivo personal Revista "El Gráfico"; Film "Renéé" (2011), dirigido por Eric Drath y  Revista "People" (1999).


LUNES, 06 DE MAYO DE 2013

PAOLA SUÁREZ RECUERDA SU TRIUNFO ANTE SERENA WILLIAMS EN AMELIA ISLAND


"Vi que ganarle a las de arriba era posible, que eran muy buenas, pero que podía jugarles de igual a igual y ganar partidos en ese nivel" le cuenta a Tenistas Argentinas la gran Paola Suárez, evocando su importante victoria ante una de las mejores jugadoras de la historia del tenis mundial. 


(Foto gentileza orthetwo productions)
Paola Suárez en Amelia Island 2000, uno de sus primeros grandes torneos.


Con sólo 23 años, pero con más de seis temporadas recorriendo el circuito profesional, Paola Suárez llegaba al torneo de Amelia Island del 2000 ubicada 62ª en el ránking WTA, uno de los mejores puestos de su carrera hasta el momento.

En efecto, desde hacía varios meses que la talentosa pergaminense estaba rondando entre la posición 60 y 70 del mundo, pero sin lograr superar la barrera de las 50 tenistas top, un grupo en el que, considerando su nivel, era muy posible imaginarla.

El prestigioso certamen estadounidense, entonces, marcaría un salto de calidad en la carrera de Paola. Allí, quizás contra todos los pronósticos, encontraría la regularidad y consistencia necesarias para hilvanar una serie de grandes triunfos que comenzaron, nada menos, con uno ante la estrella local Serena Williams, 6ta. del mundo en esa época y campeona del Abierto de Estados Unidos 1999, meses atrás. 

Ante Serena, Paola logró su primer
triunfo ante una top ten.

Sobre el tradicional green clay en el que se disputaba el torneo, y en el estadio principal, Poly exhibió un gran juego para derrotar por 6-3 - 4-6 - 5-2 y abandono en segunda ronda a una Serena de 18 años quien, por una tendinitis en su rodilla izquierda, solicitó trainer cuando perdía 4-1 en el set decisivo, sin disponerse a terminar un encuentro que, hasta ese momento, venía disputando con normalidad.

"Fueron sensaciones raras porque me hubiese gustado que ella terminara el partido y, si bien disfruté la victoria, quedaban muchas dudas sobre su retiro cuando sólo faltaba un game" le contó a este blog Paola. Y siguió "El partido fue muy bueno, la cancha central estaba llena y creo que la gente lo disfrutó y por supuesto que yo también lo hice".

El triunfo de Suárez ante Serena le representó a la argentina su primera victoria ante una jugadora top ten. Por otra parte, hasta el día de hoy,  Paola es la única tenista nacional que logró superar en singles a la menor de las Williams, a quien también derrotó en dobles damas en las semifinales de Roma 1998 en dupla con la española Virginia Ruano-Pascual, enfrentándola junto a su hermana Venus.

"Ella es mejor jugadora, pero yo le gané. Tengo que jugar todos los días como hoy. Fue un partido parejísimo, con games muy largos. Le cambié los ritmos y le levanté la pelota, que a ella le molesta bastante. Lo que quiero lograr es no sólo jugar un encuentro muy bien sino una continuidad. Mi meta es mantener un equilibrio entre un 70 y un 100 por ciento de mis posibilidades todos los partidos", declaraba La Negra, ya consolidada como la tenista número uno del país, luego de su notable actuación.

Curiosamente, Poly y Serena no volvieron a enfrentarse en el transcurso de sus carreras, quedando Suárez con récord positivo ante la aún muy vigente número uno del ránking mundial y ganadora de 15 títulos de Grand Slam en individuales, 30  en total sumando dobles y dobles mixtos.

AP
El revés de Suárez ante Kournikova.

Luego de vencer a Williams, Paola derrotó 6-2 y 6-3 a la canadiense Jeyaseelan (96ª) para concretar después otro resonante triunfo en cuartos de final ante la rusa Anna Kournikova (14ª) 2-6 - 6-2 y 6-4, avanzando así a las semifinales de un torneo en el que participaron jugadoras de la talla de Mónica Seles, la propia Williams, Mary Pierce, Conchita Martínez, Arantxa Sánchez-Vicario, Bárbara Schett y Sandrine Testud, entre otras destacadas del circuito.  

"Me sentía jugando bien y sentía que en polvo de ladrillo le podía hacer partido a Serena y a cualquiera si jugaba a mi nivel. Siempre me sentí muy cómoda en ese torneo porque me quedaba en la casa de dos amigos americanos, Jack y Fran", continuó rememorando Paola, quien finalmente caería en semifinales con Seles, futura campeona, por 6-3 y 6-2. Aquella excelente performance de Suárez, entrenada entonces por Daniel Pereyra, nos hacía recordar las brillantes actuaciones de Gabriela Sabatini en Amelia Island, tricampeona del torneo en 1989, 1991 y 1992.

Tras su incursión en semifinales, Paola alcanzaría por primera vez en su carrera el top 50 WTA, ascendiendo 18 lugares hasta la 44ª posición. De allí en adelante, tendrían lugar sus primeras finales y títulos de Grand Slam en dobles, el número uno en la especialidad, y también sus grandes presentaciones en singles que la llevarían al puesto 9º del mundo en 2004 luego de su inolvidable semifinal en Roland Garros.

"Creo que ese torneo en general me dio muchísima confianza, no sólo por haberle ganado a Serena sino porque durante toda la semana me sentí jugando muy bien y vi que ganarle a las de arriba era posible, que eran muy buenas, pero que podía jugarles de igual a igual y ganar partidos en ese nivel. Creo que aquel Amelia Island fue el inicio de la parte más exitosa de mi carrera, pero el trabajo serio ya lo venía haciendo hace mucho tiempo". 


En Amelia Island 2000, tal vez como nunca antes, Paola Suárez pudo capitalizar todo el trabajo que venía realizando hace varios años y derrotar a dos grandes figuras del circuito como Serena Williams y Anna Kournikova. A veces, los resultados del esfuerzo no llegan rápido, pero el verdadero valor reside en seguir confiando en uno mismo. Con su valioso torneo en Estados Unidos, Paola continuó sumando confianza en todo su potencial y condiciones, forjando un camino lleno de éxitos y grandes actuaciones. Su perseverancia, y el hecho de no haber perdido las ganas de progresar, aun en las situaciones más duras, nos regalaron muchos momentos de felicidad a todos los seguidores del tenis argentino y también mundial.


A continuación, pueden leer la repercusión que tuvo el gran certamen de Paola en los principales diarios del país:


Diario Olé (13/04/2000)


Diario Clarín (13/04/2000)


Diario La Nación (16/04/00)



  • Gracias Paola por tu disposición y amabilidad para colaborar con esta nota, y por todas las alegrías que nos diste, a lo largo de tu carrera, a todos tus admiradores.


JUEVES, 07 DE FEBRERO DE 2013

LA SERIE DE FED CUP RÉCORD EN ARGENTINA


El Estadio colmado del Tucumán Lawn Tennis Club para alentar al equipo argentino ante Australia.


Por varios motivos, el cotejo que sostuvieron Argentina y Australia por un lugar en el Grupo Mundial I de la Fed Cup a mediados de 1995 sigue siendo, aún hoy, una de las series más destacadas que disputó nuestro país en toda la historia de la tradicional competencia.

El abrazo de Gaby y Todero, tras
definirse la serie.
Y es que aquel fin de semana del 22 y 23 de Julio del mencionado año, en el Tucumán Lawn Tennis ClubArgentina jugaba por primera vez en su historia un partido de Fed Cup en condición de local, contando nada menos que con la presencia de una ya consagrada Gabriela Sabatini en su seleccionado.

La figura estelar de Gaby, respaldada por sus notables compañeras de equipo Florencia LabatInés Gorrochategui y Patricia Tarabini, sumado al interés del público del interior, ávido por ver de cerca a sus ídolos deportivos, convirtieron también a dicha serie en la más exitosa hasta el momento a nivel concurrencia de espectadores, convocando aproximadamente siete mil personas en los dos días en los que transcurrió. 

A la fiesta de disputar por primera vez una serie en el país, de ver a Sabatini representando a Argentina y de contar con público récord alentando al conjunto nacional, se sumó la satisfacción del resultado deportivo. Argentina vencería 5-0 a Australia, definiendo la propia Gabriela el ascenso a primera al derrotar 6-0 - 3-6 y 6-2 a Nicole Bradtke, 34ª del mundo en ese entonces y singlista numero uno australiana, en el tercer punto. 

Previamente, Florencia Labat -67ª del ránking, medalla dorada en singles para Argentina en los Panamericanos meses antes- había superado sin inconvenientes en el partido a priori más complejo de la serie a Bradtke 6-2 y 6-3, facilitando el camino para que Sabatini (8ª) pudiera jugar con tranquilidad y vencer a Rachel McQuillian (82ª) 6-2 y 6-2 en la primera jornada.


El festejo de Florencia Labat y el capitán luego del primer punto fundamental para Argentina.


Ya con el resultado definido, Labat le ganaría 6-2 y 6-4 a Rennae Stubbs en el cuarto match e Inés Gorrochategui y Gabriela Sabatini completarían el 5-0 para el equipo dirigido por Jorge Todero, derrotando en el dobles a Bradtke/Stubbs por 6-2 y 6-3.

El talento de Gaby e Inés para ganar el dobles.


"Fue todo tan distinto. Me emocionó mucho escuchar el himno y ver al público", contaba Sabatini luego del triunfo. Un suceso importante para ella, que esa temporada había vuelto a jugar la Fed Cup después de casi ocho años.


Mecha Paz: "todo fue una fiesta"


Consultada por el blog respecto a sus recuerdos de la serie en Tucumán, Mercedes Paz, organizadora del evento aquel entonces junto al también ex jugador profesional Horacio De La Peña, y la mejor tenista tucumana de la historia, describe: 


Recuerdo que el ambiente fue espectacular! y nada común para una Fed Cup. Había muchísima gente, y gran expectativa por ver a Sabatini principalemnte ya que ella había estado en Tucumán cuando tenia 13 años, en una exhibición, y justo después de eso, ella empieza con su gran carrera. Se montaron tribunas tubulares en el Tucumán Lawn Tennis, el club insgnia del tenis en Tucumán. Y la Provincia se vistió de fiestaLa gente acompañó fervientemente, y fue una gran gusto y satisfacción ver ese marco en una Fed Cup, en la Argentina. Recuerdo que Cañas, era sparring, era un junior, que pintaba muy bien. Florencia Labat con gran actuación derrotó a Bradtke, en el partido  inicial, luego Gaby le ganó a Mc Quillian, y la serie terminó con un 5 a 0 a favor de Argentina. Era en Julio, una temperatura espectacular, días de sol... me acuerdo que todo fue una fiesta."



Gabriela Sabatini en su primer punto en Tucumán. Magnética y cautivante. 

En el Facebook del blog, pueden ver algunos puntos del partido de Labat con Bradtke y la definición de Sabatini.

En Abril pasado, en el Mary Terán de Weiss, el equipo argentino volvía a sentir el apoyo de un público masivo. Cerca de cinco mil espectadores alentaron a un conjunto que, todavía sin estrellas WTA como Gabriela Sabatini, transmitía unión, esfuerzo y buen juego en su regreso al Grupo Mundial II tras vencer a China. 

La serie protagonizada en la capital tucumana, rememorada por varios en Parque Roca, así como la última ante China, entre tantas otras, dan testimonio de grandes y emotivos momentos de interacción entre el público argentino y sus tenistas profesionales más destacadas. Acontecimientos muy especiales, teniendo en cuenta que no es fácil ni común poder disfrutar y alentar tan cerca a las mejores jugadoras nacionales. 

A pocos días de disputarse una nueva serie de Fed Cup en el país, se renuevan la ilusión de contemplar un triunfo argentino y la oportunidad de apoyar como locales a nuestras representantes. Y, si bien el match con Suecia es exigente, las chicas argentinas cuentan con posibilidades de lograr un resultado positivo, más aún al jugarse sobre polvo de ladrillo. Un estadio con buen marco de público, sin dudas, acrecentará las chances de una victoria nacional y, también, las de un mejor espectáculo, a la altura de nuestras jugadoras y de toda la pasión que sentimos los seguidores del tenis femenino argentino. 



  • Fuentes e Imágenes: Archivo personal Revista El Gráfico; Libro "Ayer y Hoy. El gran tenis argentino (Clarín, 2005); Páginas oficiales de la Fed Cup y la WTA; Inés Gorrochategui Tennis Academy Facebook, Diego García.
  • Agradecimiento especial a Mercedes Paz por su testimonio.



MARTES, 25 DE DICIEMBRE DE 2012


FLORENCIA LABAT, MEDALLA DE ORO EN LOS JUEGOS PANAMERICANOS DE MAR DEL PLATA 1995


La alegría de Florencia Labat con su medalla dorada, en la 
portada del suplemento deportivo de Clarín.  


En un torneo que jugó de manera brillante, y en la ciudad a la que concurría habitualmente durante sus vacaciones, Florencia Labat, una de las mejores tenistas nacionales de la historia, consiguió en los Juegos Panamericanos de Mar del Plata '95 el mayor logro de su carrera deportiva. 

La zurda porteña, tercera favorita y 40ª del ránking mundial por entonces, no cedió sets en todo el campeonato para colgarse con orgullo la presea dorada en las canchas de polvo ladrillo del Club Náutico de la ciudad balnearia. 

El drive de Florencia en Mar del Plata

Superando a la estadounidense Chanda Rubin, máxima favorita y 35ª del mundo 6-2 - 6-2 en semifinales y a la también norteamericana Ann Grossman, segunda sembrada y 36ª, 6-3 6-3 en la definición, Florencia tuvo un desempeño impecable en un evento que presentó un nivel excepcional a pesar de jugarse simultáneamente al gran torneo de Miami, el ex Lipton

Cabe destacar que Labat también había ganado con absoluta autoridad sus dos primeros partidos en la competencia, derrotando en su debut a la guatemalteca Ana Rojas 6-1 y 6-1 y en cuartos de final a la brasilera Andrea Vieira (6ta. favorita) 6-0 y 6-2. (El cuadro comenzaba desde octavos de final). 

¿La táctica empleada por la argentina para ganar los duros partidos de semifinales y final? Según los reportes de aquellos que vieron los encuentros, atenuar la potencia de las estadounidenses jugando con profundidad y mucho top spin, y, además, acertar varios winners con su destacado drive paralelo que despertó, en el partido con Grossman, el aplauso de los cerca de mil espectadores que presenciaron la definición. 

"Ando con mucha confianza para ganar la medalla de oro. Sé que Ann Grossman es una rival difícil, pero de ninguna forma quiero tener que conformarme con la medalla de plata", contó Florencia en aquel momento. "Arranqué este torneo sabiendo que tenía muchas posibilidades de ganar la final. Y ahora que llegué no voy a desaprovecharla". 

Ya con el oro, y al referirse al campeonato que aún en la actualidad destaca como el mejor de su carrera, Labat diría: "El apoyo del público fue increíble. Fueron dos semanas inolvidables y especiales porque los Juegos se realizaron en la Argentina. Por lo general no pasa que está toda tu gente mirándote jugar un torneo". 

El seleccionado argentino recibiendo las medallas por equipos.

Recordemos que los Panamericanos de Mar del Plata fue un torneo muy exitoso para el tenis femenino argentino en general. A la medalla dorada de Labat en singles, se sumaron las de oro de Mercedes Paz/Patricia Tarabini en dobles damas (superaron a Grossman/Rubin en la final) y la de todo el seleccionado en la prueba por equipos, la de bronce de la marplatense Bettina Fulco en individuales (perdió con Grossman en semis) y la de plata en dobles mixtos (Luis Lobo/Tarabini ). 

Un torneo notable para Florencia, quien disfrutó de una experiencia única ante su público, familiares y amigos. Labat es, junto a la legendaria Mary Terán de Weiss, quien lo consiguiera en Buenos Aires 1951,  la única tenista argentina en quedarse con el oro panamericano en singles. 

26ª del mundo en '94 entre las mayores, número uno del mundo en juveniles en el '89 y líder nacional varias temporadas tras el retiro de Gabriela Sabatini, Labat confirmó en Mar del Plata el gran orgullo y motivación que sentía por competir representando al país. Actitud que la convierte todavía actualmente en la argentina con más triunfos en la Fed Cup y en una de las referentes más importantes del tenis femenino argentino a nivel internacional. 


Epílogo: La historia de una foto 

Para concluir, quería compartir con ustedes que este es, quizás, el post más especial desde que comencé la página. Por Florencia Labat desarrollé y afirmé mi pasión por el tenis en general, y por el femenino en particular. Y desde entonces, más de quince años atrás, me acompañó un deseo recurrente: encontrar una foto de ella con su medalla dorada en los Juegos Panamericanos

Cuando me hice seguidor de este deporte, allá por finales del '96, el logro de Florencia ya había acontecido y no encontraba forma de conseguir la imagen. Pasaron los años, explotó Internet, pero no tuve suerte: la reproducción del momento más destacado de mi deportista favorita, sólo quedaba reservada a mi imaginación. 

Compré revistas de la época, continué buscando ilusionado, pero esa foto seguía sin aparecer. 

Un tiempo después, me animé a algo más: escribirle a una de las personas con mayor archivo de tenis nacional, y creador de una de las obras más grandes de los últimos tiempos. Pero, para mi desilusión, tampoco tuve éxito. Esa foto, según me contó él y después otros tantos periodistas o coleccionistas del tenis, no está en libros, ni pudo encontrarse en bibliotecas, archivos, etcétera.

Pero en Marzo último, ocurrió algo especial. Concurriendo al homenaje a las tenistas argentinas en la Legislatura porteña, y a pesar de mi timidez, me animé a pedirle a Florencia una foto con su flamante diploma. Eso, como admirador, ya era mucho. Pero, en el fervor de la charla, pude ir más allá y le consulté por la imagen de Mar del Plata, esa foto que, misteriosa, venía dibujándose en mi mente durante tanto tiempo. "Algo por ahí tengo guardado", expresó ella. 

Pasaron los días, las semanas y, casi un mes después, sucedió. A la alegre sorpresa de recibir un mail de Florencia Labat, se sumó mi salto cual adolescente de felicidad al ver las fotos que me enviaba. "Espero que sirvan, porque están en blanco y negro", escribió. Si supiera cuánto las esperé... 

El tiempo siguió sorprendiéndome y Diego, lector del blog, me facilitó la imagen que hoy encabeza este texto y, por supuesto, siguieron las sonrisas y la alegría que supone saldar una cuenta pendiente de tantos años. 

Gracias Florencia, gracias Diego y gracias a todos los que respondieron en su momento cuando buscaba la foto. Gracias a ustedes, también, por el apoyo de todo este tiempo al sitio. El recuerdo, ahora, está completo.







  • Agradezco nuevamente a Florencia Labat y Diego García-Cernuda por las fotos (N.del.A: años después el mismo Diego envió el video). La imagen de Florencia jugando el torneo pertenece a los archivos del diario Clarín (Ricardo Alfieri) y la grupal a bettinafulcotennis.com.
  • Fuentes: Archivo personal diario Clarín y La Nación; groups.google.com (Alberto Soltys).




LUNES, 22 DE OCTUBRE DE 2012


"MAESTRAS" ARGENTINAS


Disputado desde 1972, el Campeonato de fin de temporada de la WTA -aún mayormente reconocido como Masters- es, sin dudas, uno de los certámenes más prestigiosos del tenis femenino mundial.

A partir de su creación, el célebre torneo fue reservado para las mejores jugadoras de cada campaña, tanto en singles como en dobles y, entre sus participantes históricas, ha contado con varias tenistas argentinas, jugadoras nacionales que incluso se han consagrado en más de una oportunidad.


  • Gabriela Sabatini (Nueva York 1988 y 1994):


Gabriela con su primer trofeo del Masters, en el '88.



En el año 1986, Gabriela Sabatini participó de su primer Masters, torneo en el que por entonces competían las 16 jugadoras mejor rankeadas del año. En esa ocasión, el torneo se disputó en el mes de Marzo en el Madison Square Garden de Nueva York (jugaban las mejores del '85), y Gabriela cayó en su debut ante Steffi Graf. 1986 fue el único año en que se disputaron dos torneos de Maestras, ya que la WTA decidió esa temporada que el certamen históricamente jugado en Marzo se pasara a Noviembre, campeonato en el que también participó Gabriela perdiendo en primera ronda con Helena Sukova.

El juego de Gabriela en el Madison.

Al año siguiente, Gabriela alcanzaría la final sorprendiendo a Martina Navratilova, número 2 del mundo, en cuartos de final y cayendo en la definición ante Graf en cuatro sets (entre el '84 y el '98 el cotejo decisivo del torneo se jugaría al mejor de cinco parciales, único encuentro del tour con esa característica).

Pero en 1988 llegaría el "desquite" y el título más importante hasta ese momento para la gran Gaby. En un torneo impecable, en el que no cedió sets, la mejor jugadora de la historia del tenis argentino superó a la búlgara Katerina Maleeva (12ª) 6-2 y 6-1 en primera ronda, a la soviética Natasha Zvereva (6ta.) 6-1 y 6-1 en cuartos de final, a la checa Sukova (8va.) 6-4 y 6-2 en semifinales y a la estadounidense Pam Schriver (5ta., vencedora de Graf en semis) 7-5 - 6-3 y 6-2 en la final para quedarse así, a los 18 años y ubicada en el 4to. puesto del ránking mundial, con el gran torneo, el único de los eventos más grandes de la temporada que no pudo conseguir Steffi.

"Tengo que decir que jugué el mejor tenis de mi vida. Fui muy fuerte mentalmente, jugué muy bien y estoy muy feliz", comentó Gabriela tras quedarse con el título. "Si gané es por la ayuda de todos los que me apoyaron, de toda esta hermosa gente que vino hoy al Madison y me alentó permanentemente. Esta fue la mejor semana de mi vida", añadiría una emocionada Gaby que conquistaría allí el noveno trofeo de su carrera.

Dos años más tarde, Gabriela protagonizaría junto a Mónica Seles el primer partido de la historia de mujeres disputado a 5 sets, cayendo en la final por 6-4 - 5-7 - 3-6 - 6-4 y 6-2.

Gabriela y un nuevo trofeo de "Maestra",
seis años después.

Gabriela participaría consecutivamente en las siguientes tres ediciones, siendo semifinalista en el '91 y '92 y perdiendo en su debut en el '93.

Ya en el año 1994, y en una temporada en la que no tuvo los mejores resultados, Sabatini encontraría en el Masters un torneo reivindicativo. Despidiendo del profesionalismo en aquel entones a la gran Martina Navratilova en primera ronda y superando consecutivamente a HalardDate y Davenport, Gabriela se consagraría Maestra una vez más, con un sabor muy diferente: "Fue una dura semana, el año más duro debo decir, pero muy especial. Amo Nueva York, siempre lo hago muy bien acá, gracias por el apoyo, estoy muy contenta", contaría Gabriela tras su esperado triunfo.

En total, Gaby sumó entonces once participaciones en singles (del '86 al '95 inclusive) y cuatro en dobles (entre el '86 y el '88 junto a Graf y en el '95 con su amiga holandesa Brenda Schultz), todas ellas sobre el supreme court (carpeta sintética) del mencionado estadio neoyorquino.


  • Paola Suárez (Dobles Los Angeles 2003 junto a Virginia Ruano-Pascual)


Paola y Ruano-Pascual con sus trofeos del Masters 2003.



Con 24 años, Paola participó por primera vez del tradicional torneo formando parte del cuadro de dobles en el 2000 junto a la española Virginia Ruano-Pascual, en la última edición disputada en el Madison de New York. Con su habitual compañera, Poly jugaría el certamen ininterrumpidamente hasta la temporada 2004 inclusive.

La alegría máxima para La Negra llegaría en el año 2003 cuando junto a Ruano-Pascual se quedarían con el título del torneo disputado en Los Angeles venciendo en semifinales a Svetlana Kuznetsova / Navratilova 6-4 y 6-4 y en la final a Kim Clijsters / Ai Sugiyama 6-4 - 3-6 y 6-3. En esa ocasión, y como continúa siendo actualmente, sólo las cuatro parejas más destacadas de la temporada disputaron el torneo.

Suárez ganó además ocho Grand Slams
en dobles con la española.


En el '03, Suárez/Ruano eran sin dudas una de las mejores duplas del circuito, pero ese año habían caído ante sus rivales de la final en las definiciones de Roland Garros y Wimbledon, por lo que el triunfo tuvo un valor aún más especial para las ex número uno del mundo en dobles.

"Todavía no podemos creer que hayamos terminado un año de esta forma, ganando el Masters, realmente es algo increíble", declaró Suárez tras la emocionante definición. "Creo que es el premio a todo el trabajo y esfuerzo que hemos puesto durante muchos años" contó también Paola, campeona de ocho certámenes de Grand Slam en la especialidad con la española, luego de consagrarse en uno de los torneos más grandes y prestigiosos del circuito.



  • Gisela Dulko (Dobles Doha 2010 con Flavia Pennetta)


La alegría de dos amigas consagrándose en el Masters.



En su primera participación en el Campeonato de fin de año de la WTA, la tigrense Gisela Dulko, en compañía de la italiana Flavia Pennettase quedó con el título de dobles del importante torneo completando así una temporada arrolladora para la dupla de amigas, en la que conquistaron siete trofeos, incluyendo los certámenes Premier de Miami, Stuttgart, Roma, Montreal y Moscú.
 
En el torneo disputado en Doha, Gisela y Flavia derrotaron en semifinales a Vania King / Yaroslava Shvedova 6-4 - 6-4 y en la definición a Kveta Peschke / Katarina Srebotnik 7-5 y 6-4 consagrándose, además, como las número uno del mundo en la especialidad gracias a sus triunfos en la ciudad quatarí.

Gisela y Flavia durante el festejo. 


"Es increíble, nosotras nunca pensamos que podíamos lograr esto cuándo empezamos a jugar juntas", contó Gisela tras su victoria. "Es un sentimiento especial ser las número uno, y más aún teniendo la posibilidad de compartirlo juntas".

Dulko clasificaría también a la edición al año siguiente junto a Pennetta, pero cayendo en las semifinales.

Además de Gabriela, Paola y Gisela, otras argentinas disputaron el exclusivo torneo con buenas actuaciones: Mercedes Paz fue finalista en dobles en el '90 junto a la española Arantxa Sánchez-VicarioRaquel Giscafré clasificó en singles en el '75 gracias a sus destacados resultados de la temporada anterior, Patricia Tarabini participó en cuatro ocasiones en duplas ('95, '97, '98 y '99) con la también española Conchita Martínez e Inés Gorrochategui jugó el torneo del '93 en compañía de la sudafricana Amanda Coetzer.


Considerando la relevancia de un certamen en el que sólo compiten las mejores del mundo, la participación y consagración de las argentinas en el Masters se convierte en un insoslayable motivo de orgullo para el deporte nacional. Actuaciones que situaron continuamente a este sector del tenis argentino en lo más alto de la propia elite, participando de un torneo donde, es importante insistir, sólo clasifican las más destacadas del planeta. Valorar estos resultados, en estos tiempos duros de transición para el tenis femenino de nuestro país, quizás debería conllevar un aprendizaje. Un gesto de respeto que vengo defendiendo desde la creación del blog: destacar y reconocer todo lo hecho por las tenistas argentinas en los años anteriores. Mujeres talentosas que, muchas veces por fuera del furor mediático o incluso soportando exigencias impiadosas del público y la prensa, protagonizaron grandes páginas del tenis mundial. Considerar todo lo que hicieron, creo, permitirá apreciar precisamente los logros que puedan llegar.








Fuentes y Fotos:

  • Imágenes Gabriela Sabatini Masters '88: Archivo personal Revista El Gráfico, año 1994: Simon Bruty/Getty Images.
  • Imágenes Paola Suárez Masters '03: Robert Laberge/Jeff Gross/Getty Images.
  • Imágenes Gisela Dulko Masters '10: Bryn Lennon/Matthew Stockman/Getty Images.
  • Bibliografía: Anuarios y Perfiles de la WTA; Revista El Gráfico. Pueden encontrar más información del Masters ganado por Sabatini en el '94 en la sección "Replay The Point" del blog. También pueden ver videos de algunos de estos encuentros en Youtube. 
  • Muchas más fotos de las campeonas argentinas del WTA Championships en este álbum del Facebook del blog.



JUEVES, 4 DE OCTUBRE DE 2012

PATRICIA TARABINI Y JAVIER FRANA, CAMPEONES DEL DOBLES MIXTOS EN ROLAND GARROS '96


Patricia y Javier con su trofeo de campeones de
Roland Garros.



La edición 1996 de Roland Garros no venía siendo de las mejores para el tenis argentino. Sin la participación de una lesionada Gabriela Sabatini en la culminación de su carrera, sólo dos de ocho representantes nacionales habían superado con éxito el debut de singles en el Grand Slam francés: Paola Suárez entre las mujeres y Franco Squillari en hombres, ambos cayendo en segunda ronda.

En el cuadro de dobles, es cierto, la performance de los argentinos fue superior, pero sin alcanzar instancias decisivas. Mercedes Paz, junto a la local Alexandra Fusai, perdieron en los cuartos de final, igual producción conseguida por Javier Frana en compañía del estadounidense Rick Leach.

Sin embargo, las últimas jornadas del torneo más apreciado por los tenistas argentinos tendrían reservado nada menos que un momento histórico para el deporte del país, un hecho único que aún hoy sigue sin poder igualarse.

Y es que el sábado 8 de Junio de aquel año, Patricia Tarabini y el propio Frana derrotarían 6-2 y 6-2 a los estadounidenses Nicole Arendt y Luke Jensen y se consagrarían campeones del dobles mixtos de Roland Garros, convirtiéndose así en la primera pareja argentina en ganar un título de Grand Slam en la especialidad mixta, estadística que todavía sigue vigente.


Frana y Tarabini festejan su gran triunfo.


"Nosotros siempre avanzamos partido por partido, fuimos día a día sin pensar en la final. En realidad, no teníamos muchas expectativas", contaría Tarabini luego de su triunfo. Y agregaba: "Es maravilloso subir al estrado por el que han pasado los grandes del tenis mundial". Por su parte, un emocionado Frana añadiría: "Es una ilusión, una fantasía hecha realidad. Yo sé que el doble mixto es un adicional en los grandes torneos, pero no por eso hay que considerarlo una exhibición. Se juega por un premio importante y no hay que olvidar que ganar aquí es llevarse uno de los campeonatos de Roland Garros".

En la definición, la dupla argentina que acordó su participación en el torneo casi de casualidad durante una cena, tuvo como espectadora de lujo a la alemana Steffi Graf, campeona en singles del certamen horas antes de la final de dobles mixtos y gran amiga de Pato.

Camino al título, Patricia y Javier lograron notables actuaciones superando en primera ronda a Iva Majoli/Murphy Jensen 6-4 y 7-5, en segunda ronda a Irina Spirlea/Greg Van Emburgh (14tos. favoritos) 4-6 - 6-4 y 8-6, en octavos de final a los durísimos Gigi Fernández y Cyril Suk (2dos.) 5-7 - 6-3 y 10-8, en cuartos a Katrina Adams/Libor Pimek (8vos.) 6-4 - 2-6 y 6-3 y en semifinales a los también favoritos Manon Bollegraf/Rick Leach (3eros.) 6-2 y 7-6 (2).

Hasta aquel Roland Garros, Tarabini, que ese año junto a Conchita Martínez alcanzaría los octavos de final en dobles damas, llevaba ganados 10 títulos en la especialidad en compañía de jugadoras como la italiana Sandra Cecchini, la francesa Nathalie Tauziat y sus compatriotas Mercedes Paz e Inés Gorrochategui. En total, la argentina conseguiría 15 campeonatos en duplas femeninas, varios con la propia jugadora española con quien disputó cuatro Masters por equipos.

Sumado a la medalla olímpica lograda en Atenas 2004 con Paola Suárez, el trofeo de dobles mixtos de Roland Garros representa una de las mayores alegrías en la carrera de la talentosa Patricia; logros memorables que la confirman como una de las mejores jugadoras de la historia del tenis femenino argentino.




. Agradecimiento especial al lector Diego García-Cernuda que envió las fotos.
. Fuentes: Anuarios y Perfiles de la WTA; Archivos Diarios Clarín y La Nación (Fotos: Daniel Mordzinski).





MARTES, 18 DE SEPTIEMBRE DE 2012

LA GRAN ACTUACIÓN DE BETTINA FULCO EN ROLAND GARROS 1988

Notable artículo realizado por Diego García-Cernuda, lector del blog, seguidor hace décadas del tenis femenino argentino, ¡Muchas gracias, Diego!


Bettina Fulco saluda a Hana Mandlikova, nº 8 del mundo, tras
superarla en la segunda ronda de Roland Garros.


En 1988 el tenis femenino argentino brillaba intensamente en el escenario internacional. Gaby Sabatini deslumbraba a todos con su mágica muñeca conquistando torneos y ganándole, incluso, a la mismísima Graf en un par de ocasiones. Pero Gaby no andaba sola sino que varias colegas suyas la secundaban con muy buenos resultados, entre ellas Patricia Tarabini, Adriana Villagrán, Mariana Pérez Roldán, Mercedes Paz, y, quien nos convoca en esta nota, la marplatense Bettina Fulco.

Aquel fue uno de los mejores años de Bettina, llegando a ubicarse entre las primeras 25 jugadoras del mundo. Una de las grandes actuaciones que le permitió subir hasta dicho ranking fue la gran labor realizada en el French Open.

París, con su encanto y bohemia, esperaba a las grandes figuras del tenis mundial: Graf, Navratilova, Evert, Sabatini, Mandlikova, Sukova, Kohde Kilsh, y compañía. Las primeras cuatro citadas formaban un póker de ases en la cual la prensa mundial especulaba que de allí saldría la nueva reina de aquel año.

Los medios argentinos estaba pendiente de lo que pudiese desplegar Gaby Sabatini, pero sus primeros encuentros no alimentaban buenos augurios, muy irregular en su juego, Gaby fue sorteando sus obstáculos más por sus grandes condiciones que por un tenis brillante, y fue desde la primera rueda que otra colega suya empezó a sorprender a propios y extraños. Bettina Fulco, despacio y sin tanta prensa comenzó a construir una de sus grandes hazañas que hoy, a 24 años de aquel hito, debe seguir recordando con mucho orgullo.

Bettina en Roland Garros '88, junto a
Horacio De La Peña.
Su “misión” en París se inicio con una victoria frente a la soviética Leila Meshki por 6-0 y 6-2. Contundente y muy sólida desde el fondo, tal cual su costumbre, la marplatense lograba ubicarse en la segunda ronda de uno de sus torneos favoritos. Allí el sorteo indicaba que sus aspiraciones debían llegar a su final. La checoslovaca, nacionalizada australiana por aquel entonces, Hana Mandlikova la aguardaba para jugar su partido. Mandlikova, octava favorita, no venía de una buena temporada, varias lesiones la habían marginado de algunos torneos y su máxima actuación fue haber llegado hasta los cuartos de final en el open australiano cayendo frente a Steffi Graf. El partido había que jugarlo, y Bettina respaldada por una buena temporada salió a jugar “su” partido.

El match, en su arranque, tuvo como dominadora a Mandlikova, ex campeona del Abierto Francés en 1981, quien rápidamente tomó una ventaja de 4-2 y servía 40-15 para distanciarse en el set, pero desde entonces el dominio paso a manos de la argentina, con sus efectivos golpes de fondo de cancha. Luego Hana diría: “No definí ese punto y allí cambió el partido”. Así fue, desde allí hasta el final del encuentro Fulco daría una lección magistral de cómo jugar en canchas lentas: paciente, regular, decidida y pasando la cantidad de pelotas que sean necesarias para obtener los puntos.

Fue victoria por 6-4 y 6-3. Al final del encuentro Bettina diría: “No le tengo miedo a las primeras del mundo. Sé que ante ellas tengo poco que perder. Igualmente, Hana erró pelotas demasiado infantiles. Así no juega una top-ten”.

A partir de allí, vendría, quizás, lo más difícil para Fulco. No solo por la exigencia de partidos, sino sobre todo por la actitud mental. Debería evitar relajarse ante el gran éxito conseguido y no darse por conforme con lo realizado hasta el momento. Además su siguiente rival para la tercera rueda no era precisamente alguien a quien subestimar. Su nombre quizás no sugiera demasiado: Radka Zrubakova, pero esa joven Checa conocía muy bien a Bettina de sus tiempos de juveniles, habían jugado varios partidos en esa categoría por lo que Fulco sabía de lo duro que a priori resultaría aquel match. La checa era una jugadora que pegaba de todos lados y muy fuerte, con un juego muy lineal y difícil de contrarrestar.

Al comienzo del partido, Bettina sintió que la pasaban por arriba, se veía superada por la velocidad de su conocida rival, sin embargo, cuando Fulco empezó a devolver alguna pelota inesperada, cuando jugó largo y funcionó su contraataque, a la checa se le “pelaron los cables”. Ante tanta firmeza y seguridad, Zrubakova no tuvo nada que hacer porque su ley era la del pelotazo franco, y la de Bettina la de los cambios de ritmo, la del tenis menos agresivo, pero más inteligente. Así logró lo que los periodistas de entonces describieron como su mejor partido del torneo, ganando por 6-2 y 6-1 y accediendo, por primera vez en su carrera, a los octavos de final en un torneo de Grand Slam.

En la siguiente ronda la esperaba una promisoria jugadora que recién comenzaba a surgir en el circuito internacional, la española Conchita Martínez. Ésta venía de sorprender en las ruedas previas a la norteamericana Lori McNeil, novena cabeza de serie. Bettina contaba a su favor con la experiencia de unos años más en el circuito, aunque a esa altura del torneo cualquier cosa podía pasar. Según la prensa de entonces, Fulco jugó su partido más flojo del campeonato, quizás porque en ese cotejo se jugaba el pase a los cuartos de final con todo lo que ello implicaba. Así fue que Bettina se mostró discontinua y poco segura en su juego, lo cual no fue impedimento para vencer a la española por 6-2 y 6-4 y alcanzar por primera vez los cuartos de final en Roland Garros. A continuación se transcribe cómo recuerda Bettina aquel paso a cuartos de final y sus sensaciones en el partido con Martínez y luego con Graf, varios años después: “En 1988 alcancé la rueda de 16 en Roland Garros. Fue contra Conchita y fue cumplir un sueño. Ellos (los organizadores) nos pusieron en la cancha central, pero era tarde, alrededor de las 7 PM, y casi no había nadie en las tribunas y los pocos que había no estaban mirándonos a nosotras. Henry Leconte estaba jugando en la cancha de al lado y la gente que estaba en la parte superior de las tribunas podía ver esa cancha y seguían su partido. Ellos nos daban la espalda. Aplaudían y gritaban en el momento equivocado. Yo golpeaba un tiro ganador o Conchita y ellos no aplaudían. De repente estábamos en el medio de un punto y ellos aplaudían a Leconte. Gané ese partido, pero fue una horrible sensación. En la siguiente ronda, por los cuartos de final, jugué contra Steffi. Por supuesto perdí, pero al menos la gente que estaba en las tribunas estaba mirándonos a nosotras, y cuando aplaudían, sabíamos que era por nosotras”.

Bettina y Graf en su partido de cuartos de final
en París.

El día de su partido contra Graf fue un día desapacible, con la clásica llovizna parisina que obligó a suspender la jornada en varias ocasiones. Esto hizo más tediosa la espera y varios partidos fueron re programados para la jornada siguiente. Pero el match Graf vs Fulco fue uno de los pocos en completarse.

Bettina confiaba en que su constancia, su solidez y su rapidez le sirvieran para forzar errores y crear el descontrol de Steffi Graf. Era algo razonable, esa táctica le permitió perder un par de veces de manera decorosa frente a la alemana, pero Steffi estaba mucho más allá de esas pretensiones, venía en un nivel superlativo (aquel año completaría su famoso “Golden Slam”, es decir ganar en una misma temporada Australia, Roland Garros, Wimbledon, el Us Open y la medalla dorada en los JJ.OO de Seúl).

El partido duró 41 minutos y Bettina casi que ni tuvo tiempo de anoticiarse de que estaba jugando los cuartos de final de Roland Garros. Pese a todo su empeño y voluntad, recién pudo “robarle” un game a la alemana en el duodécimo juego para perder por 6-0 y 6-1. Una contundente derrota que, sin embargo, no empaña la gran actuación de la argentina. Al final del encuentro la marplatense confesaría: “Fue imposible hacer nada, Graf jugó muy bien, con una potencia increíble. Hizo muchos ace y semi-ace y sus derechas eran imparables. Tenía ilusión de llegar a la final de Roland garros, es mi sueño desde que empecé a jugar al tenis, pero sabía que iba a ser difícil ganarle a Graf. De todos modos fue una gran experiencia, llegue a cuartos de final y voy a mejorar mi clasificación”.

Así Fulco se despidió del abierto francés dejando una huella imborrable para las generaciones siguientes, huella que recuerda que con esfuerzo, garra, voluntad y superación se pueden alcanzar cosas que en principio parecen imposibles. Gracias Bettina.




  • BIBLIOGRAFIA: Revista Tenis semanal, número 5; Diarios Clarín, La Nación, La Razón; Michael Mewshaw, “Ladies of the court” Editorial: Warner Books (Traducción realizada por parte del autor de la presente nota), Revista El Gráfico.



MIÉRCOLES, 25 DE JULIO DE 2012

TENISTAS ARGENTINAS EN LOS JUEGOS OLÍMPICOS 

Las medallistas

  • Gabriela Sabatini 

Gabriela en Seúl 1988. La mejor actuación para un tenista del país en un evento Olímpico.

Ubicada entre las mejores 5 tenistas del mundo y tras haber alcanzado su primera final de Grand Slam en el Abierto de Los Estados Unidos, Gabriela Sabatini llegó a los Juegos Olímpicos de Seúl 1988 como una de las grandes candidatas a conseguir, por primera vez en la historia, una medalla olímpica para el tenis de nuestro país.

Era el debut olímpico para Sabatini, abanderada en aquella ocasión de la delegación argentina y tercera preclasificada del torneo. Y Gaby no defraudó: dejando en el camino a la por entonces yugoslava Goles en segunda ronda -tuvo bye en primera-, a la alemana Hanika (12ª) en octavos de final, a la soviética Zvereva (6ª), en cuartos de final y a la búlgara Manuela Maleeva (11ª) en semifinales, la mejor tenista nacional de la historia se aseguró así la medalla plateada alcanzando la final del certamen.

En la gran definición, a Gabriela la esperaría, una vez más en la temporada, la alemana Steffi Graf, que venía de superarla en la final del US Open y con quien ya protagonizaban uno de los grandes clásicos del tenis internacional. Finalmente, la alemana superó 6-3 y 6-3 a Gaby, quedándose la argentina con la presea plateada en la actuación más destacada, aún en la actualidad, de un tenista nacional -hombre o mujer- en los Juegos Olímpicos.

"Haber vivido la Villa Olímpica, haber tenido la experiencia de estar al lado de grandes atletas te da 'una' motivación, fue increíble. Fue una experiencia maravillosa, es algo único", contó Gabriela tras su memorable participación.


  • Paola Suárez y Patricia Tarabini

Paola y Patricia lograron el bronce en Atenas 2004.

En el año 2004, Paola Suárez, indiscutida líder mundial en dobles damas junto a la española Virginia Ruano-Pascual, tenía una meta claro: conseguir la medalla dorada olímpica en los Juegos de Atenas. Por ese motivo, y en búsqueda de su objetivo, la pergaminense le pidió a su amiga Patricia Tarabini, otra gran doblista que llevaba algunos meses fuera del circuito, que retomara la competencia para participar juntas en la ciudad europea.

Motivada, Pato, que por aquel entonces rondaba los 36 años, aceptó la propuesta y comenzó a competir junto a Gisela Dulko con el objetivo olímpico en el horizonte, logrando además muy buenos resultados.

No tuvieron un cuadro accesible Suárez y Tarabini en Grecia. En el debut, superaron a las duras españolas Medina-Garrigues/Arantxa Sánchez-Vicario 6-7 (8) - 7-5 y 6-2, en octavos de final a las japonesas Morigami/Obata y en cuartos de final a las exigentes francesas Dechy/Testud 6-4 - 1-6 y 6-4. Pero en las semifinales llegaría un duro golpe, Paola y Patricia caerían 6-2 - 2-6- y 9-7 ante las chinas Li/Sun luego de sacar 6-5 para partido en el tercer set y el sueño máximo del oro quedaría así sin poder concretarse.

El consuelo sin embargo llegaría al día siguiente, cuando dejando de lado la amargura y sobreponiéndose a la derrota, las argentinas lograrían la medalla de bronce al vencer a las japonesas Asagoe/Sugiyama 6-3 y 6-3 para conseguir la primera presea en dobles damas para Argentina y la única medalla en Tenis en los Juegos de Atenas. Un momento muy especial, además, en las exitosas carreras de Suárez y Tarabini, que siguen recordando aquella experiencia como uno de sus mayores logros deportivos.

"Paola me dijo que me diera cuenta que habíamos logrado algo que muchos no consiguen en toda su carrera. Entramos en la historia", contó una emocionada Tarabini tras ingresar al podio. Y Paola ampliaría: "Esto no es como el circuito. Se da cada cuatro años y pocas veces en la vida de una jugadora. Un Juego Olímpico es único".


  • Otras representantes

Mercedes Paz, Inés Gorrochategui, Florencia Labat y Mariana Díaz Oliva, 4 de las 12
representantes olímpicas argentinas de la historia.

Quizás no sea un dato muy conocido, pero fue la tucumana Mercedes Paz la primera tenista olímpica argentina de la historia al participar en los Juegos de Los Ángeles, Estados Unidos, 1984. Por entonces, el tenis fue un deporte de demostración para jugadores juveniles y a partir de allí volvió a tener status olímpico, tras haberlo perdido en 1924. En esa ocasión, Mercedes perdió en su debut con la inglesa Amanda Brown.

En Seúl '88, además de la medallista Sabatini, Bettina Fulco y la mencionada Paz también participaron del singles. Bettina cayendo en primera rueda y Mecha avanzando hasta segunda ronda. En dobles damas, Paz/Sabatini también cayeron en su presentación.

En Barcelona '92, Florencia Labat, Tarabini y nuevamente Paz integraron el equipo argentino. Tarabini alcanzó la segunda ronda en singles, mientras que Florencia y Mercedes perdieron en su debut. En dobles, Paz y Tarabini llegaron hasta los cuartos de final, cayendo ante Meskhi/Zvereva (C.I.S.) pero consiguiendo un diploma por su buena actuación. Cabe destacar que Gabriela Sabatini no pudo participar del evento por no haber jugado la Fed Cup.

Los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996 marcaron el regreso de Gaby, que sería derrotada por Mónica Seles en octavos de final. Quien tuvo un gran torneo allí fue la cordobesa Inés Gorrochategui, que tomó el lugar de Paola Suárez -lesionada en un dedo- y también alcanzó los octavos de final con un sorprendente tirunfo ante la favorita francesa Mary Pierce en segunda ronda. Florencia Labat perdió en segunda rueda en singles y en la prueba de dobles, Sabatini y Tarabini se despidieron en el debut.

Sydney 2000 sería el torneo elegido por Florencia Labat para retirarse del tenis profesional. La argentina cayó en primera ronda con la holandesa Oremans, poniéndole fin así a su destacada carrera. En la ciudad australiana, Paola Suárez tuvo su primera experiencia olímpica perdiendo en su debut de singles ante Lindsay Davenport y cayendo en segunda ronda del dobles junto a Laura Montalvo. Quien tuvo un buen certamen fue la por entonces número uno juvenil María Emilia Salerni, que alcanzó la segunda ronda con un importante triunfo en su presentación ante Natasha Zvereva.

"Una se dedicó a esto en forma profesional y vivió del tenis. No se vive sólo con el orgullo. Eso lo tengo muy claro. Por eso entiendo la posición de aquellos que privilegian otros torneos antes que ir a Sydney. Pero yo, en ese sentido, pienso diferente. Prefiero ir a las Olimpíadas antes que jugar por plata algún torneo más", contaba Labat antes de participar en la que sería su tercera experiencia como tenista olímpica.

En Atenas 2004, además de la medalla  lograda con Tarabini, Paola accedió hasta la segunda rueda en singles, mientras que Gisela Dulko jugó sus primeros Juegos cayendo en el debut con la croata Sprem. También fue el primer -y muy merecido- evento olímpico para Mariana Díaz Oliva, que no pudo con la favorita Kuznetsova en su debut.

Por último, en Beijing 2008, Gisela Dulko fue la única representante argentina en singles -perdió en primera rueda- y junto a Betina Jozami alcanzaron la segunda ronda en dobles damas.


  • Londres 2012: La vuelta de Paola junto a Dulko y Gisela/Del Potro en dobles mixtos

Gisela y Paola lograron clasificar a Londres 2012.

Este año, sobre el césped del All England y desde el próximo 28 de Julio, Gisela Dulko y Paola Suárez buscarán una nueva medalla para la Argentina. Así como Suárez con Tarabini, fue Gisela quien le solicitó a Paola jugar juntas en Londres, y, tras casi 5 años de inactividad, la pergaminense aceptó el desafío propuesto por su amiga después de pensarlo durante algunos meses.

Cabe destacar que en estos Juegos Olímpicos Gisela participará además en dobles mixtos junto a Juan Martín del Potro, soñando también con la medalla en una prueba que se reincorpora al evento en esta edición.


En el Facebook del blog, pueden encontrar un álbum con más imágenes de las tenistas nacionales en los Juegos Olímpicos:





  • Bibliografía e Imágenes: sitio oficial de la ITF, flickr.com/Gabriela Sabatini Gallery, sports.sohu.com, diariodecuyo.com.ar, Archivos Revista El Gráfico, Diarios Clarín, Olé y La Nación, Zamboni/Tennis Forum.



SÁBADO 02 DE JUNIO DE 2012

ARGENTINAS CAMPEONAS Y FINALISTAS EN ROLAND GARROS JUNIOR

Gabriela Sabatini con su trofeo de campeona juvenil de Roland Garros '84.

Con dos títulos y tres finales en singles y un par de trofeos en dobles Roland Garros representa, sin dudas, uno de los torneos de Grand Slam donde más se han destacado las juveniles de nuestro país en la historia del tenis femenino argentino.

Una muy joven Paola Suárez con 15 años y el premio 
de finalista en la edición de 1992. 

A sus recientes 14 años, allá por 1984, una adolescente Gabriela Sabatini se convertía en la primera campeona argentina en el certamen parisino en cualquiera de sus categorías femeninas luego de imponerse 6-3 - 5-7 y 6-3 sobre la búlgara Katerina Maleeva en la final del torneo junior. Un año después de esta consagración en juveniles, Gabriela alcanzaría sorpresivamente las semifinales entre las mayores, transformándose, en ese entonces, en la semifinalista más joven de la historia en un torneo de Grand Slam en un anticipo de lo que sería una espectacular carrera en singles donde se ubicaría en el top 3 mundial y ganaría el US Open de 1990.

Dos años más tarde de aquel título de Gabriela entre las menores, la talentosa Patricia Tarabini derrotaba 6-3 y 6-3 en la definición a la australiana Nicole Provis para quedarse con el campeonato junior francés en una temporada que "Pato" finalizaría, al igual que Sabatini en el '84, como campeona mundial juvenil.

Pero el título conquistado en 1986 no fue el primero para Tarabini en Roland Garros. La temporada anterior, Patricia, junto a la tandilense Mariana Pérez-Roldán, ganaron el torneo juvenil de dobles superando en la definición a las checas Andrea Holikova/Radka Zrubakova por 6-3 - 5-7 y 6-4. Cabe destacar que ya en el profesionalismo, Tarabini sumó un nuevo título en el torneo, ya que fue campeona del dobles mixto junto a Javier Frana en la edición de 1996.

Mariana Pérez-Roldán y Patricia Tarabini ganaron el
dobles juvenil en 1985.

El año 1991 volvió a presenciar a una argentina definiendo el campeonato juvenil del torneo más importante del mundo sobre polvo de ladrillo. La cordobesa Inés Gorrochategui, con 17 años, estuvo cerca de quedarse con el título, pero finalmente caería 2-6 - 7-5 y 6-1 ante la israelí Ana Smashnova, quien luego fuera una especialista en ganar finales entre las profesionales. Pese a la derrota en singles, Inés tuvo una gran satisfacción en el dobles, donde se consagró campeona junto a la española Eva Bes, derrotando cómodamente 6-1 y 6-3 a las checas Zdenka Malkova/Eva Martinkova.

Inés Gorrochategui en Roland Garros '91, donde  fue
finalista en sigles y campeona en dobles junior.

Tres temporadas más tarde, en 1994, Gorrochategui sería cuartofinalista de Roland Garros entre las mayores y ese mismo año llegaría al puesto 19º del ránking mundial WTA en singles, confirmando su gran nivel y todo su talento y habilidad como jugadora.

Con apenas 15 años, y en 1992, Paola Suárez alzaría la bandera argentina en un nuevo encuentro decisivo en el segundo Grand Slam de la temporada. Tras vencer a Lindsay Davenport 4-6 - 6-3 y 6-2 en semifinales, Paola caería en la final ante la paraguaya Rossana De los Ríos 6-4 y 6-0 en un gran torneo para la pergaminense. Roland Garros sería, entre las profesionales, un torneo muy especial para Paola, ya que allí alcanzó las semifinales de singles en 2004, actuación que le permitió ingresar al top 10 WTA, y conquistaría cuatro campeonatos de dobles junto a la española Virginia Ruano-Pascual en 2001, '02, '04 y '05, convirtiéndose en la representante argentina con más títulos en el histórico torneo.

Salerni y el trofeo de finalista junior del
'00, su gran año en juveniles.

El año 2000 encontraría en Maria Emilia Salerni a la última juvenil argentina, hasta el momento, en disputar la final de Roland Garros. En esa ocasión, Salerni, que se consagraría después tanto en el singles juvenil de Wimbledon como en el del US Open, cayó 5-7 - 6-4 y - 8-6 ante la local Virginie Razzano y quedó muy cerca de adjudicarse el título. Esa temporada, y gracias a sus triunfos antes mencionados, la argentina finalizó como la mejor junior del mundo en un desempeño memorable en la categoría.

Este año, de la mano de Victoria Bosio y Consatanza Vega, Argentina tendrá dos renovadas ilusiones en la rama femenina juvenil de un torneo muy apreciado por todos los jugadores argentinos, formados tenísticamente, la mayoría de ellos, sobre polvo de ladrillo. Dos jóvenes talentosas, con grandes actuaciones en el circuito C.O.S.A.T. que le permitieron ingresar directamente al torneo francés, un hecho de por sí ya destacado en un circuito junior cada vez más competitivo.


Antesalas del profesionalismo, eventos de transición hacia una nueva etapa y luminosa fuente de grandes tenistas, motivaciones, ilusiones y esperanzas, los torneos de Grand Slam junior poseen también para sus protagonistas el encanto y el prestigio que recubre a los mismos campeonatos en profesionales y que los convierte en lugares de privilegio donde transcurre y se escribe la historia grande del tenis mundial. Las jóvenes argentinas, a lo largo del tiempo, supieron tener destacados protagonismo y presencia en estos certámenes, en una prestigiosa tradición que, esperemos, pueda repetirse a lo largo de los años.

Actualizado



En el año 2022, Solana Sierra sumó su nombre a las juveniles argentinas finalistas en París con su notable subcampeonato parisino, evento en el que derrotó, entre otras, a las favoritas y top ten de la categoría Brenda Fruhvirtova y Hovde antes de ceder en la definición con Havlickova. El torneo le permitió a Solana ubicarse séptima del mundo en juveniles. 


  • Bibliografía e Imágenes: Anuarios y Perfiles de la WTA y la ITF, Archivo fotográfico personal Revista El Gráfico y Diario Clarín, Getty Images.



MARTES 10 DE ENERO DE 2012

MERCEDES PAZ, LA PRIMERA ARGENTINA CAMPEONA DE UN TORNEO WTA



Mercedes con los brazos en alto en San Pablo, luego de ganar el título.

Marzo de 1985. Mercedes Paz tiene 18 años y, tras una exitosa gira por torneos satélites brasileños, se prepara para disputar la clasificación del Abierto de Sudamérica en la ciudad de San Pablo. La joven tenista se encuentra allí con su querida amiga y compañera Gabriela Sabatini, quien, ya convertida en una estrella del tenis nacional, es la máxima favorita del campeonato con sólo 14 años. "Mecha" y "Gaby" hace más de un año que comparten viajes, torneos y también entrenador.

Más allá de sus buenas actuaciones previas, las expectativas de la jugadora tucumana son bajas ya que el torneo, válido por el circuito WTA, cuenta con muchas jugadoras de gran nivel y mejor ubicadas que ella en el ránking .

"Yo pensé que acá duraba nada más que hasta el martes. Hoy es viernes y no tengo más ropa", expresaba sorprendida Mercedes pocos días después, tras alcanzar las semifinales en el cuadro principal, dejando atrás en ajustados partidos a la tercera y a la séptima favoritas del certamen, la suiza Drescher y la griega Kanellopoulou.

Mercedes en su partido ante
Gaby Sabatini.
Pero la prueba de fuego llegaría, precisamente, en semifinales: Mercedes tenía el duro compromiso de enfrentar a Sabatini, en un partido que se le presentaba más exigente psicológica que tenísticamente. Es que en esos años, sabemos, Paz era como una hermana mayor para Gaby, a quien cuidaba, protegía y sostenía.

"Vamos, Pato, yo no le puedo ganar a Gaby", le decía por esas horas Mecha al entrenador de ambas, el chileno Patricio Apey. Pero pudo. A base de potencia, subidas a la red  y de anticipar las jugadas de su conocida amiga, Mercedes derrotaba 6-4 y 6-3 a Gabriela y se clasificaba así para la final del torneo.

Cuentan quienes presenciaron el partido que Mecha casi no festejó, que Gaby la besó a punto de romper en llanto por la emoción y que la propia tucumana se apenaba por vencer a su amiga y también compañera de dobles, con quien finalmente ganaría el torneo.

"Encontré mi tenis. Antes entrenaba y no sabía muy bien para qué. Si para acompañar a Gaby, para pasar el tiempo o para ser jugadora profesional. Este mes me aclaró el panorama. Me hizo crecer y creer". Cuando todos esperaban y apostaban por el primer título WTA de la excepcional Gabriela, Paz, con determinación, se animaba y daba la sorpresa.

Al día siguiente, Mercedes debería jugar la final ante otra jugadora preclasificada, la cordobesa nacionalizada peruana Laura Arraya, 2da. favorita y con más experiencia que la tucumana en el circuito grande. Paz perdió ajustadamente el primer set, pero finalmente, con paciencia e inteligencia para provocar el error de la rival, se llevó el partido y el torneo por 5-7 - 6-1 y 6-4

"Sentí miedo cuando estaba 4-2 y 30-0 en el tercero. Fue cuando hice la doble falta, pero me repuse enseguida. Eso antes jamás lo hubiera logrado, ahí está la gran diferencia de este mes. Ahora sé para qué juego y cómo. Todo tiene sentido, antes era sólo una búsqueda". 

Con 18 años, entonces, Mercedes Paz encontraba su lugar como tenista, pero también, inesperadamente, se posicionaba para siempre en la historia grande del tenis argentino: con el título ganado en San Pablo, la tucumana se convertía en la primera tenista argentina ganadora de un torneo oficial del circuito WTA en singles. Pero la actuación de Mercedes redoblaría la hazaña: la tucumana sería, también, la primera campeona de un torneo oficial proviniendo desde la clasificación. Una semana inolvidable, sin dudas.

"Ganar el título en San Pablo fue muy lindo y lo valoré aún más cuando me retiré. Un día jugaba con mi sobrino a las “Preguntas y Respuestas” y una de las preguntas del juego era: ¿Quién fue la primera argentina en ganar un título en tenis?. Mi sobrino, sorprendido, me dice: “tía, está tu nombre, fuiste vos”. Eso nadie me lo va a quitar".



Fuentes e Imágenes: Archivo personal Revista "El Gráfico";  Entrevista a Mercedes Paz en el diario La Gaceta de Tucumán.



DOMINGO 17 DE NOVIEMBRE DE 2011


GABRIELA SABATINI CAMPEONA DEL MASTERS '94 (17-11-1994)


Maestra. Gabriela y otro hito en su espectacular carrera.

En el día en que se cumplen 17 años del último gran campeonato conquistado por Gabriela Sabatini, el Masters de Nueva York 1994, me pareció importante realizar un post recordando aquel torneo tan significativo en la carrera de  Gabriela, por la situación en la que se encontraba la mejor tenista argentina de todos los tiempos cuando fue conseguido.

Gaby y el trofeo conseguido en
Nueva York. Fue su 26º torneo.
En aquella época, Gaby no venía atravesando un muy buen momento tenístico de acuerdo a sus expectativas. Si bien aun se mantenía entre las top ten, hacía dos años y medio que no ganaba títulos en el circuito y, para una jugadora de su enorme nivel y mentalidad ganadora, esa situación se volvía desalentadora, pesada, más aun si se tiene en cuenta la presión feroz con la que solía acosarla la prensa.
Esa fastidiosa circunstancia la llevó a jugar, por primera vez en siete años, el tradicional torneo de fin de año de la WTA fuera de las ocho primeras cabezas de serie (por aquel entonces se clasificaban al Masters las mejores 16 jugadoras del año), ingresando en el noveno lugar del ránking.
Sin embargo, contra todos los cálculos, Gabriela se quedó con el título sobre el tradicional cemento sintético del Madison Square Garden de Nueva York. Una victoria que volvía a ubicarla en los primeros planos del tenis mundial, que le devolvía la sensación de campeona, nada menos que en uno de los torneos más grandes del Tour.
Camino a este título glorioso, además, Gabriela tuvo una vivencia singular: en su partido de primera ronda debió enfrentar  a Martina Navratilova (6ª), quien había anunciado que ese era su último torneo como profesional, después de más de 20 años de una maravillosa carrera. Finalmente, Gaby venció a Martina por  6-4 y 6-2, despidiendo así a la enrome Navratilova, quien, varios años después regresaría el circuito. “Lamento haber ganado, no quería ser yo quien  ganara, pero ha sido un honor para mi”, le expresó Gabriela a la norteamericana, quien se mostró feliz por haber jugado su último match oficial ante su amiga Sabatini: “Si con alguien tenia que perder, nadie mejor que con Gabriela, que es una bellísima persona”.
Gabriela y el saludo con Navratilova, luego
de vencer a la estadounidense en su
último partido.
Ya en los cuartos de final, Gabriela venció por 2-6 6-2 y 6-3 a la talentosa francesa Julie Halard, quien en la primera ronda había dado la sorpresa eliminando a la española Arantxa Sánchez-Vicario (número 2 del mundo).
Gabriela festeja un punto durante
el campeonato.
En semifinales, la argentina tuvo otro partido exigente ante la potente japonesa Kimiko Date, a quien derrotó por 4-6 – 6-0 y 6-3 ante el inagotable aliento del público neoyorquino, que, históricamente, abrazó a Gaby como a una de sus jugadoras favoritas, y que la vio triunfar en dos de sus torneos más importantes: el US Open de 1990 y, precisamente, el Masters de 1988.
Si puedo ganar este torneo significaría mucho para mí. Nunca había tenido tanta confianza en mí misma como ahora. Estar en la final de un torneo así es algo muy especial porque aquí están las mejores 16 tenistas del mundo”, había declarado Gabriela después de su exigido triunfo ante la japonesa y tras recibir los “Vamos Gaby” del público local.
En la ansiada final, Gabriela debía enfrentar a la revelación del torneo, una adolescente Lindsay Davenport (18 años), quien, si bien era la séptima jugadora del ránking, incluso mejor ubicada que la propia Sabatini, nunca había jugado una definición tan importante. 

Y, más allá que según las palabras de la propia Sabatini, se trataría de un reto difícil, durante el partido no hubo equivalencias.  En la noche del 20 de Noviembre, ante más de 15 mil espectadores, entre los que se encontraba Guillermo Vilas, Sabatini aplastó con solidez, buen juego e inteligencia a una nerviosa Lindsay por 6-3 - 6-2 y 6-4 (la final del Masters era el único partido de mujeres en el año que se jugaba al mejor de 5 sets) en 1 hora y 39 minutos de partido y volvía, así, a sentir la alegría de conquistar un trofeo.
Gabriela en acción en el Madison.
“Que lindo es volver a sentirme ganadora. Amo Nueva York, siempre me gustó estar aquí, hay algo en esta ciudad que me hace sentir bien. Gracias a su gente y a la de Argentina, fue una semana hermosa y la guardaré entre las mejores de mi vida”, expresó emocionada Gabriela en sus palabras al público tras su victoria. 
Gaby pega de revés en la final.
“No sabía si estaba despierta o soñando. Pero cuando vi el marcador supe que estaba aquí, que era verdad, que había hecho todo yo. Me enorgullecí de mi misma.”, comentó Gabriela, feliz, luego de quedarse con el campeonato de maestras, el 26º de su carrera. Y agregaíra: “Aunque tuve una mala racha, conservo mi tenis y sabía que podía ganar”.

Por su parte, Davenport declararía: "Ella ha tenido dos años muy duros. Si debía perder con alguien, prefiero que sea ante ella".

Las palabras de Lindsay, así como las de Martina, muestran que Gabriela no se destacaba en el circuito sólo por su talentoso juego, o por su inigualable carisma, sino también, especialmente, por ser una de las jugadoras más queridas por todas sus compañeras.
Una noche especial para Gaby, quien con apenas 24 años vivió un momento de reencuentro con su esplendor, con la gran campeona que siempre fue. Sobreponiéndose a la presión, las críticas y los comentarios que lastimaban, Gabriela, cuando pocos creían en ella, marcó otro punto importante en la historia del tenis argentino.

A continuación, subo dos videos destacados del Masters de 1994: El desenlace del partido con Martina, y el último tramo de la final con Davenport. Pueden encontrar más partes de los encuentros en Youtube, en muy buena calidad.   


Gabriela despidió a la gran Martina del Tenis.


El último tramo de la final ante Davenport y la entrega de premios.



  • Bibliografía e Imágenes: Archivo personal Revista El Gráifco; Libro "Ayer y Hoy. El gran tenis argentino" (Clarín, 2005); Hemeroteca digital ABC y Mundo Deportivo (España); Página oficial de la WTA; Getty Images.


DOMINGO 09 DE OCTUBRE DE 2011

EL PARTIDO QUE LE CAMBIÓ LA VIDA A PAOLA SUÁREZ

Eric Feferberg/AFP
Un hallazgo. Paola en su partido ante Mary Joe, en Roland Garros '95.

La historia es bastante conocida. En el año 1995, después de un conflicto con un manager, y en una temporada en la que no venía teniendo buenas actuaciones, Paola Suárez, con sólo 18 años, había decidido dejar el tenis si no ganaba su primer partido en el cuadro principal de Roland Garros. No tenía dinero para continuar viajando, los resultados no la acompañaban y su situación era realmente crítica.

Mary Joe en el match frente a
Paola en RG '95.
Como si esto fuera poco, el sorteo en París no la había ayudado para nada: Paola, 173ª del mundo, luego de haber sorteado una dura clasificación, debía enfrentar en su debut a una de las grandes figuras del circuito, la estadounidense Mary Joe Fernández, 12ª del ránking en aquel entonces, pero regular Top-Ten durante todos los '90.

"Si no gano el próximo partido, me retiro", habría comentado Paola al referirse a su exigente encuentro de primera ronda. E incluso, ante un grupo de periodistas, falta de confianza, habría manifestado: "Voy a jugar mi último partido".

Pero inesperadamente, contra todos los pronósticos -incluso el suyo-Paola Suárez dio la sorpresa: superó 6-4 y 6-3 a la norteamericana y, gracias al premio -aproximadamente 10 mil dolares- y a los puntos conseguidos, su carrera dio un giro rotundo.

"No tenía plata para seguir viajando. Fueron momentos duros. Pero por suerte gané y todo cambió", expresaría Paola en una entrevista realizada varios años después de su asombroso renacer tenístico.

"Es increíble, pero fue ese partido, fue la ayuda de mis padres, fue mi entrenador (Daniel Pereyra), todos ellos ayudaron a que yo esté hoy aquí", había mencionado Paola en el año 2004 durante el torneo más importante de su carrera, precisamente Roland Garros,  9 años después de aquel partido que cambió su vida y luego de haber accedido hasta las semifinales, convirtiéndose en Top-Ten en singles (fue 9ª después del torneo) por primera vez.
 
Paola en Roland Garros 2004, donde llegó hasta
las semifinales.

- "¿Qué hubiera pasado si no ganabas aquel partido contra Mary Jo-Fernández en Roland Garros '95, cuando no tenías plata para el viaje?",  le preguntaron alguna vez a Paola.

- "Ese partido fue muy importante. Pero siempre digo: es el destino. Soy agradecida a Dios y a todos los que me ayudaron".

El 9º puesto en singles (la única tenista argentina Top-Ten de la historia junto a Gabriela Sabatini), el número 1 en dobles durante años (la primera argentina, varón o mujer, en alcanzar un primer puesto de un ránking mundial de tenis), los 8 Grand Slams en la especialidad de parejas, los 4 títulos en singles y los 44 en dobles, la medalla olímpica en Atenas, y muchos logros más, decoran la enorme carrera de "La Negra". Curiosamente, todos ellos a partir de aquel partido iniciático, de aquel momento en el que la pergaminense pudo mostrar todo su talento, su potencial y todo lo que era capaz de realizar en una cancha de tenis. De aquel día en el que Paola volvió a creer en ella.

Un instante imborrable en la cerrara de una de las mejores representantes del deporte argentino de toda la historia, quien, lejos de los flashes de la prensa y del ruido mediático -no creo que tanto por una decisión personal de ella, sino más bien por descuido, poco profesionalismo, negligencia y lamentable desinterés de muchos periodistas - nos permitió disfrutar y emocionarnos con todo su talento y con sus grandes resultados durante muchos años.


Subo a continuación, una de las primeras entrevistas realizadas a Paola Suárez. Fue en el año 1998, en la revista "Mística" de Olé, luego que la tenista argentina conquistara su primer torneo WTA en Bogotá. Es una nota muy interesante ya que pueden apreciarse, entre otras cosas, los objetivos tenísticos que tenía Paola en aquel entonces (con sólo 21 años), su opinión respecto a la Copa Federación y, si bien ya es un lugar común, todo lo que tuvo que esforzarse para llegar hasta donde llegó.

(Haciendo un par de clicks en las imágenes, pueden leer la entrevista en un tamaño mayor)











Fuentes e Imágenes: Archivos Diarios Olé y Clarín; Libro "El séptimo game" (G. Salatino, 2006 ), Getty Images; Video gentileza Diego García.

  
MARTES 16 DE AGOSTO DE 2011

FLORENCIA LABAT EN LOS OCTAVOS DE FINAL DEL US OEPN 1997


Florencia Labat en acción en el US Open 1997, en un gran partido de 2da. ronda.

En el año 1997, cuando era un adolescente, imaginar a un tenista argentino en los octavos de final de un Grand Slam era una aventura audaz. Gabriela Sabatini se había retirado del deporte y los jugadores locales que participaban del circuito difícilmente lograban pasar más de dos rondas en los principales torneos del mundo, sumamente exigentes.

Pensarlo, entonces, ya era casi una osadía. Más teniendo en cuenta que en aquellos tiempos los Grand Slam sólo tenían 16 cabezas de serie y varias veces los jugadores Top 50 -como lo eran Florencia Labat o Hernán Gumy- podían medirse con algún Top Ten incluso desde la primera ronda

Florencia en su partido de segunda ronda.

Pero en esos años, recuerdo, no perdía las esperanzas. Fantaseaba. Soñaba. Cada nuevo Grand Slam que se presentaba, renovaba la ansiada expectativa de que alguna de las tenistas de nuestro país rompiera la barrera de la tercera ronda y lograra ubicarse entre las mejores 16 participantes del torneo.

Sin embargo, pasaban los certámenes, revivía el deseo, y la ilusión no se concretaba.

Asombrosamente, el US Open de esa temporada fue el escenario de la utopía y la extraordinaria Florencia Labat, su heroína.

Florencia, quien comenzó el torneo con 26 años y en el puesto número 40 del ránking WTA, había pasado con mucha comodidad sus dos primeras rondas sobre por el entonces verdoso cemento neoyorquino, aplastando a la mexicana Angélica Gavaldón (116ª) por 6-2 y 6-1 y a la italiana Francesca Lubiani (74ª) por 6-1 y 6-1.

Labat pega un drive en su match de 3ª rueda.
 
A pesar de estos resultados, todo hacía pensar, una vez más, que el camino de Florencia en el torneo bien podía detenerse en la tercera ronda, instancia donde la esperaría, seguramente, alguna de la principales candidatas al título.

Pero, llamativamente, la holandesa Brenda Schultz-Mc Carthy (13ª preclasificada y 14ª del ránking) había sido sorprendida en segunda vuelta por la juvenil bielorrusa Olga Barabanschikova (17 años, 91ª) y a Florencia se le presentaba así, por primera vez en muchos años, la posibilidad de acceder a los octavos de final de un Grand Slam sin tener que enfrentar a una de las mejores tenistas del circuito.

Un partido para aprovechar y para intentar repetir, según expresó en ese momento Florencia, la cuarta vuelta que había alcanzado en el US Open de 1992.

Todavía recuerdo claramente aquel encuentro. Varios de sus puntos, muchas de las sensaciones que me provocó. El canal Fox Sports Américas transmitía el campeonato en directo y, antes del match de Labat, recuerdo también que aquel sábado habían presentado el partido de Paola Suárez ante la estadounidense Mary Joe Fernández, quien la eliminó con facilidad.

Finalmente, un tiempo después, llegó el turno de Florencia en la cancha 10.
    
Florencia festeja su luchado triunfo ante
Barabanschikova. Ya estaba en octavos.

Mi impresión inicial, además de la emoción por ver jugar nuevamente a Labat (en ese tiempo, era muy difícil ver a una tenista argentina por televisión) fue que Florencia no estaba jugando en el mismo nivel que la primera vez que la vi  en aquella semifinal de Madrid, en la misma temporada, cuando llevó a Mónica Seles a un tercer set. Sus pelotas quedaban cortas, iban sin potencia y cometía muchos errores que no eran propios de su juego, de su estilo. La soviética dominaba entonces el partido con solidez y profundidad y llegó a adelantarse con inimaginable contundencia 6-4 - 5-3 y a disponer de dos match points que hacían pensar, con desilusión, que Florencia no iba a concretar una nueva aparición en los octavos de final de este Major.

Sin embargo, Labat apeló a su oficio, a su experiencia, a su inteligencia, presionó en ambos puntos y le trasladó a la joven Barabanschikova la responsabilidad de cerrar el partido, una situación que la europea no supo resolver. De este modo, Florencia forzó el tie-break, se impuso en el mismo con total autoridad (7 a 0) y terminó llevándose un triunfo inolvidable por 4-6 -7-6 (0) y 6-1.

Recuerdo que aquel tercer set Florencia sacó mucho mejor, sus golpes eran más potentes y la soviética cometió más errores, provocados en gran parte por la regularidad de la argentina.

"Sé que empecé muy nerviosa y mi pelota no pasaba la mitad de la cancha, pero cuando vi que se le escapaban esos dos puntos, me convencí de que el partido podía ser mío. Me pareció que no se animaba a ganarme. Ya en el último set estuve más tranquila. Lo más rescatable fue que lo gané luchando y eso me pone contenta", declaró Labat en la conferencia de prensa tras la victoria, concluyendo con una frase que la describe cabalmente: "Me iba mal pero seguí luchando, y creo que ahí estuvo la clave".

Labat se lamenta en un punto de su 
partido con Hingis.

En octavos de final ya no habría guiños de fortuna en el cuadro  y la esperaría nada menos que la número uno del mundo y prácticamente invencible jugadora de esa temporada, la suiza Martina Hingis.

"Contra ella no tengo nada que perder. No depende de mí", había anunciado Labat antes del partido. El resultado final de 6-0 y 6-2 no refleja el gran nivel con el que jugó Florencia aquel match, donde la zurda porteña fue una buena rival para la suiza. Convertida en la primera tenista argentina -hombre o mujer- en jugar en el flamante estadio central Arthur Ashe, Florencia concretó muy buenos puntos, acertó varios winners e incluso definió algunas pelotas en la red. También hubo muchos games que llegaron al deuce, pero allí Hingis fue más precisa. 
 
"Es muy difícil ganarle un punto, porque da la impresión de que juega a otra cosa. Pero me voy contenta porque volví a llegar a octavos y terminé redondeando un buen año", fueron las palabras de Labat luego de su despedida.

Florencia en un descanso del partido de octavos.
Jugó un digno encuentro en el Arthur Ashe.

A la distancia, pienso que haber podido ver ese encuentro fue un lujo. Una tenista argentina, en la madurez de su carrera, jugando en los octavos de final de un Grand Slam de igual a igual ante la indiscutida número uno del mundo en el estadio central, en un contexto en el que sólo se hablaba de la crisis del tenis argentino y ninguno de sus representantes accedía a esas instancias, fue algo fabuloso.

Confieso que si bien, todavía hoy, nunca dejo de ilusionarme, de pensar que las tenistas argentinas pueden superarse y lograr resultados aun por encima de las expectativas, esta actuación de Labat es, en lo personal, casi insuperable. Más allá de la felicidad propia, viví ese resultado como un premio para Florencia, para su profesionalismo, para su esfuerzo, para ese estilo de juego singular y personal que mostraba cada vez que pisaba una cancha de tenis. Lo sentí, interiormente, casi como si hubiera ganado el torneo.

A los catorce años, seguramente pueda fantasearse más, sí, pero no por ello la concreción de una fantasía se valora menos. Los octavos de final de Florencia Labat en el US Open 1997, los primeros que viví de una tenista argentina, aun hoy, catorce años después, me producen una inmensa alegría.





Fuentes e Imágenes: Archivo personal Diarios Clarín y Olé, AFP y Getty Images. 


LUNES 04 DE JULIO DE 2011

A 20 AÑOS DE LA IMPRESIONANTE FINAL DE GABRIELA SABATINI EN WIMBLEDON


Gabriela y Steffi en el saludo final. Un clásico de la historia del tenis.

Fue un partido único. Memorable. Emotivo. A la altura de las dos grandes jugadoras que lo protagonizaron. Esta semana se cumplen 20 años de la histórica final de Gabriela Sabatini en Wimbledon, aquella en la que un 6 de Julio de 1991, la mejor tenista argentina de la historia, caería 8-6 en el tercer set ante la enorme alemana Steffi Graf.

Y, como solía pasar en aquel entonces, el resultado de Gabriela despertó opiniones diferentes, sensaciones encontradas, si bien, en su mayoría, asociadas al lamento por la oportunidad perdida, con una cuota solapada, lógicamente, de reproche, enojo y frustración.

Hasta hace un tiempo, influenciado por el exitismo que se transmite tanto en la sociedad como en los medios, sólo podía percibir la actuación de Gabriela como aquella en la que estuvo nada más que a dos puntos de ganar el torneo más importante del circuito (6-5 y 30 iguales con su saque) y de poder llegar a ser la número uno del mundo (al menos, si bien no pude confirmarlo con el cálculo de puntos, es parte de la leyenda que si ganaba accedería a dicha posición ya que Mónica Seles, la líder, estaba lesionada).

Hoy, afortunadamente, veo las cosas con el signo contrario. Lo hecho por Gabriela en Londres es maravilloso, supremo, inagotable. Una fiesta. Y no sólo por haber llegado a la final del torneo, no. Sino también por la calidad que mostró en la misma, por el nivel altísimo y cautivante de juego que sostuvo.

Para todos aquellos que no la vieron, pueden encontrar la final completa en Youtube, en muy buena calidad. Un festival de reveses, voleas y "toques" de Gabriela, dueña de un estilo precioso, talentoso. Aquí subo el tramo final del encuentro, incluída la clásica ceremonia de premiación con la participación de la realeza británica.




Una curiosidad que me llamo la atención. No logré encontrar en archivos -ni webs, ni de las revistas locales más importantes de la época- una foto de Gabriela con el clásico plato de finalista. Seguramente en algún lugar la imagen esté. Pero es significativo que tamaño ícono, no haya sido registrado ni publicado, ni pueda ubicarse fácilmente, como si los medios locales no consideraran la importancia de lo acontecido, o como si un segundo puesto no fuese digno de destacarse.

La volea de Gaby en Wimbledon '91,
uno de sus mejores golpes.
Más allá de todo esto, el cambio interior no es una vivencia únicamente personal, propia. Las visiones cambiaron y actualmente un resultado así, creo y espero, sería ampliamente valorado y reconocido. Sigue conmoviéndome, no obstante, descubrir la presión que le transmitían a Gabriela desde todos los lugares, y, especialmente, la actitud de ella, siempre educada, siempre respetuosa, incluso como disculpándose por no cumplir con las expectativas ajenas. Única, grande.

"No estoy triste, pero sí decepcionada. Pienso que hice todo lo que pude. La diferencia fue mínima y el partido estaba para cualquiera de las dos. Jugamos nuestro mejor tenis y obviamente tenía que ganar una sola", fueron las palabras de Gaby tras el encuentro. Y luego analizaría: "Creí sinceramente que le ganaba porque estaba jugando a voluntad, y ella sólo defendía".

Camino a alcanzar el que sería su mejor resultado en el tradicional campeonato inglés (también hizo semifinales en los años 1986, '90 y '92), la argentina había derrotado sin ceder sets a Monique Javer, a Karine Quentrec-Eagle, a Andrea Strnadova, a Nathalie Tauziat (12ª favorita), a Laura Arraya y a una adolescente Jennifer Capriati (10ª) por 6-4 y 6-4 en semifinales. "Fue un partido apretado, donde pensé mucho cada punto y donde jamás sentí que podía perder. Sé que contra Graf será distinto, pero no creo que Steffi tampoco haga nada nuevo de las últimas veces que nos enfrentamos. Me tengo mucha confianza".

Desde este espacio, no hay lamentos: la final de Gabriela Sabatini en Wimbledon no es aquella en la que, como todavía se sostiene, "Nunca estuvo tan cerca de la gloria", o en la que "dejó pasar el tren", sino aquel momento en el que Gabriela volvió a deleitar a todos con su extraordinario y poético tenis, marcando otro hito en su brillante carrera. Podría pasar a ser, entonces, desde una posición más adulta y madura, la gloriosa final de Gabriela Sabatini en Wimbledon


N. del A. 

Un tiempo después de publicada esta nota, Diego, estimado lector del sitio, me envió la siguiente foto de la Revista "Súper Deportes" que incluye un retrato de Gaby y su premio de finalista en el All England. La publicación, a cargo de Gonzalo Bonadeo, le dio un lugar merecido a la histórica actuación de Sabatini.







Bibliografía e imágenes: Archivo personal Revista "El Gráfico"; Anuarios y Perfiles de la WTA; Getty Images.


DOMINGO 17 DE ABRIL DE 2011


EL DÍA DE GLORIA DE MERCEDES PAZ


Jordi Cotrina
Amigas. Mercedes saluda Arantxa luego de eliminar a la española
de Roland Garros.

"Es el día más feliz de mi vida, es un sueño que se hizo realidad" expresaba Mercedes Paz aquel inolvidable jueves 31 de Mayo de 1990. Es que, en el estadio central de Roland Garros, la tucumana había derrotado sorpresivamente a la campeona defensora del torneo, la española Arantxa Sánchez-Vicario (4ª del ránking mundial) por 7-5 - 3-6 y 6-2, luego de intensas 2 horas y 22 minutos de partido.

Con 23 años y ubicada 39ª en la clasificación WTA, Mercedes lograría, en aquella jornada, el triunfo más importante de su carrera y se convertiría, además, en la única tenista argentina, sin tener en cuenta a Gabriela Sabatini, en derrotar a la histórica jugadora española cuando esta última era top ten (estadística que siguió vigente hasta el retiro de Arantxa).

Jordi Cotrina
 Toda la felicidad en el rostro de Mercedes.

En un encuentro con bastantes errores, según expresan los medios de aquella época, Paz logró imponer su potente tenis aprovechando también la inestabilidad y los nervios de Sánchez-Vicario, quien era, además, su amiga y compañera de dobles (ese mismo año llegaron juntas hasta las semifinales del torneo y disputaron la final del Masters de fin de año).

"Cuando vi que Arantxa no sabía qué hacer, me di cuenta de que podía ganarle", manifestaba la argentina luego de la victoria. La española, por su parte, señalaba: "Este es un torneo más y Mercedes ha jugado mejor que yo. El tenis es así a veces se pierde y a veces se gana. Y añadió: "No estoy triste ni nada. Hay que aprender de las derrotas y ésta ha sido una experiencia para mí".

Al concluir su carrera profesional, Mercedes -28ª del mundo en 1991- destacó este momento de su trayectoria como uno de los más importantes que vivió como tenista: "Ganarle a Arantxa Sánchez, que defendía el título, en el court central, fue espectacular. Mis 14 años en el circuito valieron por lo que sentí en ese momento . Estaba tan emocionada que casi me olvido de saludar a Arantxa. Fue, tal vez, el mejor momento de todos", recordaba "Mecha" allá por 1998.

La tucumana pasaría una ronda más -derrotaría a la suiza Celine Cohen (247ª) en 3era.- antes de caer 6-0 y 6-3 en octavos de final ante una adolescente Jennifer Capriati (de sólo 14 años) y completar así su mejor actuación en un torneo de Grand Slam.

Un Roland Garros histórico para Mercedes, en el que fue protagonista, sin dudas, de una de las mayores sorpresas del certamen. Representa, hasta el día de hoy, la única vez en la historia del tenis profesional que una tenista argentina, exceptuando a Sabatini, derrota a una campeona defensora en un Grand Slam. Glorioso.




Fuentes: Diarios españoles La Vanguardia y Mundo Deportivo; Diarios Clarín, Olé y La Nación; Video gentileza Diego García.


LUNES 04 DE ABRIL DE 2011

MARÍA JOSÉ GAIDANO, EN LOS OCTAVOS DE FINAL DEL US OPEN '93


Gaidano pega de revés en Flushing Meadows '93.

La historia de María José Gaidano en el Abierto de los Estados Unidos de 1993 fue, por lo menos, sorprendente. Ubicada en la posición 137 del ránking mundial, y en un año en el que se encontraba en ascenso, la jugadora argentina -actual entrenadora de María Irigoyen, también trabajó con Florencia Molinero- intentó ingresar al último Grand Slam de la temporada atravesando la clasificación.

Sin embargo, a pesar de haber ganado las dos primeras rondas de la fase previa, María José cayó en el último partido de la qualy ante la holandesa Manon Bollegraf 6-2 y 7-5. Por el ránking del resto de las jugadoras que habían accedido a la rueda final, Gaidano contaba con buenas posibilidades de ingresar al main draw como "lucky loser", aquel jugador "suplente" que logra entrar al torneo si se lesiona algún participante.

Pero el desarrollo no fue tan sencillo. En una primera instancia, le comunicaron que la francesa Mary Pierce presentaba molestias en una de sus rodillas, y que por ese motivo no iba a jugar. Sin embargo, finalmente, decidió participar. Y cuando la argentina ya planificaba su regreso a Buenos Aires, recibió la confirmación que la local Mary Joe Fernández se encontraba con molestias estomacales que le impedirían debutar.

"Como era la mejor rankeada de todas las derrotadas en el turno final, quedé como primer suplente, a la expectativa de algún abandono y, cuando ya pensaba más en el regreso que en otra cosa, porque sólo faltaba un partido para completar la primera rueda, me avisaron que Mary Joe se sentía mal", explicaba María, en aquellos años, el comienzo de una hazaña personal.

Gaidano en su match de octavos ante Zvereva.

Y agregaba: "No tuve tiempo de pensar demasiado, sólo de precalentar y analizar cómo enfrentar a mi rival. Así pasé tres rondas y quedé entre las 16 mejores en mi segunda participación en un torneo de Grand Slam. La verdad, fue una emoción enorme". Camino a lo que sería la mejor actuación de su carrera, Gaidano aprovechó muy bien su cuadro y venció en el debut a la brasilera Andrea Vieira (151ª) 6-2 - 5-7 y 6-0, en segunda ronda a la suiza Emanuela Zardo (62ª) 6-4 y 6-1 y en la tercera rueda a la australiana Jenny Byrne (170ª) 2-6 - 6-2 y 6-3. Finalmente, caería 6-0 y 6-2 ante la experimentada bielorrusa Natasha Zvereva (25ª en ese entonces, top- ten en años anteriores) en octavos de final.

Luego de su excelente desempeño en Flushing Meadows, Gaidano alcanzó el puesto número 93 del ránking mundial, un lugar muy cercano a la que sería su mejor posición, 85ª, en Octubre de ese año.

"Estoy muy feliz con mi tenis, y feliz de que puedan verse todos los esfuerzos que vengo realizando", expresaba "Majo" al concluir su participación en Nueva York.

Diseño "El Gráfico"
La prensa internacional, como por ejemplo el prestigioso diario The New York Times, hacía eco de la singular historia vivida por Gaidano, y le dedicaba una columna en su sección de deportes: "Perdedora afortunada deja el Abierto con una sonrisa" (clickeando un par de veces la imagen de la izquierda podés leer la nota). Al mismo tiempo, en otros medios, destacaban el juego de María José, apodándola incluso como una "Steffi Graf latina", en referencia a la potencia de su derecha. Los medios locales, a su vez, y a partir de este desempeño, la consideraban como una de las grandes promesas del tenis argentino.

Si bien consiguió algunos buenos resultados en otros torneos, en Estados Unidos Gaidano cobró notoriedad local e internacional como no volvería a hacerlo en su carrera. Lamentablemente, y pese a su dedicado esfuerzo, Mará José no pudo sostener ese nivel de actuaciones durante el resto de su campaña profesional. Sin embargo, la espectacular semana que protagonizó en Nueva York quedará, seguramente, entre los recuerdos más especiales de esta gran tenista y de todos los seguidores del tenis femenino argentino.


Fuentes: Archivo personal Revista "El Gráfico"; Anuarios y Perfiles de la WTA; entrevista a Gaidano en  ASAP Sports.


MARTES 08 DE MARZO DE 2011

PRIMER GRAN IMPACTO DE DULKO EN SU CARRERA, VENCE A PETROVA EN INDIAN WELLS 2004
 
EFE
Gisela Dulko, celebrando un punto ante 
 Petrova en Indian Wells 2004.

A pocas horas de comenzar el torneo Premier de Indian Wells, me pareció interesante recordar el momento en que Gisela Dulko empezó a cobrar notoriedad en el mundo grande del tenis, ya que fue justamente en el certamen estadounidense donde la argentina obtuvo el primer gran triunfo de su carrera tenística.

El 14 de Marzo de 2004, con 19 años y ubicada en la posición 97ª del ránking mundial, la tigrense derrotó en la tercera ronda del campeonato norteamericano a la rusa Nadia Petrova (7ª favorita y 12ª del mundo) por 6-3 y 6-3, causando una gran sorpresa tanto en el circuito como en los medios locales e internacionales.

"Yo también me sorprendí de que fuera tan cómodo el resultado. No caigo todavía", declaró Dulko en ese entonces, tras su inesperado éxito.

Gisela llegó hasta los cuartos de final.

Gisela había atravesado la clasificación del torneo y ya en la segunda ronda había conseguido un buen triunfo ante la española María Sánchez Lorenzo (25ª preclasificada y 35ª del ránking) por 0-6 - 7-6 (1) y 6-1. Para completar un excelente resultado, Dulko continuó con las victorias, venciendo en octavos de final a la local Marissa Irvin (142ª) 7-6 (3) y 7-6 (2), hasta caer en cuartos de final con la estadounidense Lindsay Davenport (3ª candidata y 4ª del mundo) por 6-3 y 6-2.

Lo anecdótico de la situación tiene que ver con que Gisela casi no disputa el certamen -que marcó un antes y un después en su carrera profesional- porque no le llegaba la VISA y además no se tenía mucha confianza por el alto nivel de competencia. Hay que recordar que Dulko era una de las grandes promesas del tenis argentino, pero sin embargo, hasta este campeonato, se hablaba más de su belleza que de sus buenos resultados deportivos, que aun no habían llegado.

Tras esta actuación en Indian Wells, Gisela repetiría una buena performance en Miami, llegando hasta los octavos de final, y culminaría una consagratoria temporada en la posición 33ª del ránking WTA.
  
En este post, el reflejo de algunos diarios del país, tras el sorpresivo triunfo de la tenista argentina ante Petrova.

 
Clarín

Olé
Fuentes: Archivo personal Diario Clarín y Olé.


MARTES 01 DE MARZO DE 2011

CLARISA FERNÁNDEZ, SEMIFINALISTA DE ROLAND GARROS 2002




Reconstruir lo hecho por Clarisa Fernández en Roland Garros 2002, implica reavivar una gran sorpresa, un gran impacto, quizás uno de los más grandes en la historia del tenis femenino nacional. Ni el más optimista en esa  época, creo, podría imaginar que la jugadora cordobesa, 87ª del ránking cuando comenzó el torneo, llegaría nada menos que hasta las semifinales.

¿Se le simplificó el cuadro? ¿Ganó algún partido por walkover? Todo lo contario. Camino al resultado más importante de su carrera, Clarisa derrotó a las rivales más complicadas que le podía deparar el draw, tanto por ránking como por experiencia.
Paliza a la belga Kim Clijsters (4ª del mundo y finalista el año anterior) en tercera ronda, gran triunfo sobre la rusa Elena Dementieva (13ª) en octavos de final y una emotiva victoria ante su experimentada compatriota Paola Suárez (47ª) en cuartos de final, compusieron el camino de Clarisa a las semifinales, exhibiendo un gran juego, inteligencia y una notable mentalidad para pelear todos los partidos.  
Y si bien es cierto que Fernández había tenido una buena gira previa  obteniendo triunfos relevantes ante jugadoras como la italiana Farina Elia (13ª) en Charleston y la japonesa Sugiyama (29ª) en Madrid, figurar entre las cuatro mejores del Grand Slam francés no estaría en los cálculos, ni siquiera, de ella.
Recuerdo que durante ese torneo, la emoción que sentí  fue muy grande. A la sorpresiva actuación que estaba teniendo Clarisa, se sumaba el gran maratón de triunfos de Paola Suarez sobre las ídolas locales  – (Testud (10ª), Dechy (28ª) y Mauresmo (12ª) en cancha central– y la garantía de ver a una argentina en semifinales, ya que ambas se eliminarían entre sí en cuartos. Como espectador y amante del tenis, representaba asegurarme la vivencia de algo inusitado, ya que era muy chico cuando Sabatini lograba esas performances en los grandes torneos y nunca había presenciado una actuación similar.
Para ser sincero, en ese entonces hubiese preferido que fuese Paola quien lograra acceder a semifinales. Me gustaba más su juego, me parecía que tenía más posibilidades de avanzar a una virtual final y ya había desarrollado un gran afecto y admiración por su carrera. Pero ahora, viéndolo en retrospectiva y luego de las semfinales alcanzadas por La Negra en Roland Garros 2004, pienso que no podría haber sido mejor. Sobre todo pensando en Clari y la alegría vivida en aquellos días inolvidables, de los más felices de su carrera.
En esta entrada, la cobertura de los principales medios sobre lo hecho por Clarisa (otro día hablamos acerca de qué hubiese pasado con la repercusión de la actuación de la cordobesa si algún tenista varón la hubiera acompañado en la misma instancia) y un video de Youtube con imágenes del match frente a Dementieva (más adelante, en la sección Videoteca, tras la digitalización de mis VHS, voy a poder subir más videos del torneo). Recordá que clickeando un par de veces las imágenes, podés ver y leer las notas en un tamaño mayor.

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En la tapa de Clarín.

 
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Fuentes: Archivo personal Diarios Clarín y La Nación.

LUNES 31 DE ENERO DE 2011

ARGENTINA SEMIFINALISTA DE LA COPA FEDERACIÓN '86

Ante el inminente comienzo en nuestro país de la serie de Fed Cup por la Zona Americana I, me pareció interesante recordar uno de los mejores momentos de la Argentina en la competición por equipos más importante del tenis femenino profesional.
Entre el 20 y el 27 de Julio de 1986, en el estadio Stavanice de Praga -por entonces Checoslovaquia, hoy República Checa- tuvo lugar la 24ª edición de la Copa Federación. En esa ocasión, la Argentina, de la mano de Gabriela Sabatini y Mercedes Paz, accedió por primera vez en su historia a las semifinales del torneo

Texto de Luis A. Hernández y César Litvak.

Sobre las canchas de polvo de ladrillo del estadio checo, las tenistas argentinas avanzaron hasta esa instancia luego de derrotar a los seleccionados de Uruguay por 3-0 en el debut, de Corea por 2-1 (Mercedes Paz, 2ª jugadora nacional perdió el primer partido ante la segunda coreana, Jeong-Soon Lee, luego Sabatini ganaría su single y juntas triunfarían en el doble) en octavos de final y de Austria, nuevamente por 3-0, en los cuartos de final.

Finalmente, en el encuentro de semifinales, las argentinas cayeron derrotadas por 1-2 ante el equipo local, obteniendo, como en las oportunidades anteriores, la victoria en el doble (previamente, Paz cayó en tres sets ante Sukova, y Gabriela  no pudo con la talentosa Mandlikova).      

En este post, encuentran un regisro de la revista "El Gráfico", con información e imágenes de aquella actuación. (Como quizás sepan, en esa época el torneo duraba una semana y se jugaba en una sede única, al mejor de tres partidos).

Sólo en una oportunidad más nuestro país logró ubicarse entre los cuatro mejores equipos del mundo. Fue en 1993, en Frankfurt, Alemania y con Florencia Labat, Inés Gorrochategui y Patricia Tarabini como representantes. Caba destacar que en el ´86, Tarabini también había integrado el equipo argentino, pero sin disputar ningún punto del torneo que sería ganado por los Estados Unidos.


Bibliografía: fedcup.com, Revista "El Gráfico" Nº 3486.


MIÉRCOLES 19 DE ENERO DE 2011

PRIMER TÍTULO DE SUÁREZ  (22/02/1998)

A comienzos del 1998, con Florencia Labat disputando los grandes torneos del tour por el mundo (inundados de top ten), era algo impensado contar con una tenista argentina campeona de un torneo WTA en singles.

La última copa había sido levantada por Gabriela Sabatini hacía más de tres años en Sydey y, tras su retiro, eran muy pocas las expectativas de ver a alguna de las tenistas de nuestro país adjudicándose un trofeo del circuito.
Las estadísticas, pavorosas, desalentaban: hacía casi 8 años que una jugadora de tenis argentina que no fuera Sabatini no conseguía un título oficial (la última había sido Mercedes Paz en Estrasburgo `90). No lo habían logrado grandes jugadoras como la propia Labat, Inés Gorrochategui, Bettina Fulco o Patricia Tarabini, como si los títulos para las tenistas argentinas estuviesen reservados, de alguna forma, exclusivamente para la enorme Gabriela.  
copacolsanitas.com
Sin embargo, en Febrero de ese año, sucedió lo inesperado: Paola Suárez, con apenas 21 años de edad y ubicada 116ª del ránking mundial, se consagraba campeona del torneo WTA de Bogotá, Colombia.

La alegría fue inmensa. Seguía con pasión el circuito desde finales del `96 y realmente, ante el contexto  que describí anteriormente, no esperaba ser testigo de una campeona argentina.

Pero Paola, durante esa semana, fue aumentando las expectativas de campeonato partido tras partido hasta alcanzar la final. Y si bien es cierto que se trataba de uno de los torneos más modestos del tour, lo de La Negra fue admirable. Por derrotar al crédito local –Fabiola Zuluaga– en cuartos y, sobre todo, por saber manejar  adecuadamente la presión en una final en la que, además, no era firme candidata (sin ser cabeza de serie, enfrentó en el encuentro decisivo a la 6ª preclasificada).  
Una gran noticia para todos los que amamos el tenis concedió Paola ese Domingo. Sería uno de los primeros hitos de su extraordinaria carrera.  
En esta entrada, subo de mi hemeroteca la cobertura que tuvo este resultado en los principales medios. La imagen de Paola con el trofeo que se halla más arriba -extraída de la página oficial del torneo-, como verán, no se encontró en los diarios locales que, a excepción de La Nación, utilizaron imágenes de archivo. Fue muy interesante la cobertura de la final del Diario colombiano El Tiempo, sponsor del certamen, en la que se relatan muchos detalles interesantes del partido.

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La Nación
SÁBADO 01 DE ENERO DE 2011

TRIUNFAZO DE LABAT (08/03/1997)

Sigue intacto, dibujando sonrisas.

Recuerdo ese Domingo en que me levanté, abrí el Diario (directamente en la sección de deportes, comenzando por atrás, donde suele ubicarse el Tenis) y me encontré con esta noticia. No podía salir del asombro. Fue el primer gran triunfo que vivencié en “directo” de una tenista argentina: Florencia Labat había vencido a la durísima sudafricana Amanda Coetzer (13ª del mundo) en la segunda ronda del supertorneo de Indian Wells. Un batacazo sorprendente al estilo Florencia: sufrido, remontado desde abajo, salvando match points y seguramente muy pensado, muy trabajado, con mucho revés con slice y esa derecha invertida memorable.

Ese mismo año (1997), Coetzer había eliminado a Graf en los octavos de fina del Abierto de Australia –llegando a semifinales– y luego terminaría la temporada como número 4 del mundo.

A diferencia de lo que ocurrió –y ocurre– en otras oportunidades, esta información fue muy destacada por un medio (en este caso, Clarín), que le dedicó una página completa, con imagen –si bien de archivo– incluida. Aquí va la reseña tal cual se publicó en aquel entonces:

Domingo 09 de marzo de 1997, Buenos Aires, República Argentina

TENIS: REMONTO DOS MATCH POINTS ANTE AMANDA COETZER
Labat lo dio vuelta y ya está en octavos
La argentina avanza en Indian Wells. Anoche perdía 4-0 el tercer set, pero ganó el partido por 1-6, 7-5 y 7-5.


FLORENCIA LABAT.
 (Indian Wells, Estados Unidos. Especial).- El sueño de Florencia Labat se hizo realidad. La argentina venció anoche en la segunda rueda del torneo de Indian Wells -que se juega sobre cemento con 1.250.000 dólares en premios y puntos para el ránking mundial- a la sudafricana Amanda Coetzer (8) por 1-6, 7-5 y 7-5 y avanzó a los octavos de final, donde enfrentará a la ganadora del partido entre la estadounidense Lisa Raymond y la francesa Sandrine Testud. Labat comenzó a recuperarse en el segundo set, peleó punto a punto hasta conseguir la igualdad y en el tercero, luego de remontar una deventaja de 4-0, levantó dos match-points en el décimo game y construyó una notable victoria. A su vez, la española Arantxa Sánchez -que quedó como máxima favorita en este torneo como consecuencia de las deserciones de Steffi Graf y Monica Seles- se metió en los octavos de final al derrotar a la italiana Silvia Farina por 6-4 y 6-2. En tanto, la francesa Nathalie Tauziat (13) también pasó a octavos al vencer a la checa Helena Sukova por 6-2 y 6-2. En otros encuentros que se disputaron ayer, la estadounidense Kimberley Po (11) logró el pasaporte a la segunda ronda al vencer a su compatriota Ann Grossman por 5-7, 6-0 y 6-0 mientras que la austríaca Barbara Paulus (10) también dio con éxito el primer paso superando a la italiana Francesca Lubiani por 6-7 (8-10), 6-1 y 6-4.
(Fuente: Clarín Digital)


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