jueves, 18 de mayo de 2017

Bettina Fulco: el factor Roma


Fulco impactando su derecha en Roma '88.. 

Once años consecutivos jugó Bettina Fulco el Abierto de Italia en Roma, doce si sumamos la edición en que uno de los campeonatos más importantes y prestigiosos del tenis mundial se disputó en la ciudad de Perugia. De todas esas participaciones, la jugadora marplatense arribó en siete oportunidades por lo menos hasta los octavos de final, incluyendo cuatro instancias de cuartos y una semifinal recordada ante Gabriela Sabatini en 1989. 

Entre 1986 y 1997, el certamen italiano documentó la mejor versión de Fulco, tenista sólida de fondo de cancha, rápida de piernas y dueña de una persistencia y tenacidad que la llevaron a ubicarse 23ª del planeta en la temporada 1988. Roma fue, entonces, una ciudad particular donde el talento de Bettina se lucía especialmente.

"En realidad el torneo de Perugia lo separo del resto que jugué en Roma ya que cuando estuve allí todavía estaba jugando Juniors y fue uno de mis primeros buenos resultados en el profesionalismo llegando a cuartos de final", le cuenta la marplatense a Tenistas Argentinas. Y explica: 

"Con respecto a Roma, fue definitivamente mi torneo preferido junto a Roland Garros. Durante ese torneo, mi sponsor de ropa, Sergio Tacchini, me proveía la indumentaria para todo el año, por lo tanto recibía dos o tres bolsos de ropa nueva y era un placer jugar con esa indumentaria cada año en el Abierto de Italia. Además el hotel, la transportación, la comida y la hospitalidad en general eran excelentes. Me encantaba el sonido del impacto de la pelota en esas canchas que parecían estar construidas en un subsuelo, rodeadas de tribunas de mármol. Y también coincidía que Roma era mi segundo torneo en polvo de ladrillo de la gira europea y siempre me sentí perfecta físicamente a esa altura del año". 


Bettina después de vencer a Katerina Maleeva en la edición de Roma '88 y fotografiada en el año '89
cuando llegó hasta las semifinales. 

En el Foro Itálico, Fulco obtuvo también triunfos resonantes ante rivales top 20 del ránking WTA como las hermanas búlgaras Manuela y Katerina Maleeva y la canadiense Helen Kelesi, además de presentarle batalla nada menos que a las ex número uno Steffi Graf y Arantxa Sánchez-Vicario

"Durante la misma semana de Roma habían torneos más chicos en Hungría o Polonia pero yo siempre preferí jugar en Italia, incluso si lo tenía que hacer en la qualy. Recuerdo haber pasado un par de qualies y eso me dio siempre mucha confianza para enfrentar a las top 20 que vencí. Contra las Maleevas me gustaba jugar, eran agresivas y sólidas desde el fondo, pero no me molestaba su juego y les pude ganar a las tres, más allá de la diferencia del ránking", reflexiona Bettina, quien en la edición 1991 del torneo italiano, estando 131ª del mundo, superó la clasificación y derrotó a Manuela Maleeva (10ª) en su camino a repetir los cuartos de final que ya había alcanzado también en 1987 cuando perdió 6-4 y 6-4 con Graf y en 1988, año en que la venció Arantxa por idéntico marcador. 

Consultada por sus principales remembranzas en el certamen, la ex jugadora y capitana de Fed Cup y cuartofinalista en Roland Garros 1988 evoca: "El partido contra Graf es uno de los que más recuerdo ya que estaban mis padres presentes -eran pocos los torneos que me podían ver- y jugué re bien, casi le gano un set y fue el partido más parejo que disputé contra ella en las ocho ocasiones que la enfrenté. Otra anécdota que recuerdo es estar paseando por los pasillos de las canchas y ver que Martina Navratilova se me acercó y no solamente me saludó sino que se detuvo a mirar mi acreditación, me nombró en voz alta para saber si pronunciaba bien mi nombre, me dio la bienvenida al circuito de la WTA y me deseó suerte. Yo sólo la conocía de vista y me temblaban las piernas de saber que la número uno del mundo me reconocía y me hablaba con tanta humildad y carisma".


Decíamos que en 1989 Bettina tuvo su desempeño más excelso en Roma trepando hasta las semifinales luego de imponerse en cuartos a la ídola local Raffaella Reggi (35ª) por 6-4 y 6-2. Por el pase a la final, Fulco tendría que enfrentar a otra jugadora fetiche del público italiano, la gran campeona Gabriela Sabatini (ver video arriba). 

"Con Gaby nos conocemos y somos amigas desde los 12 años y nunca le pude ganar. Me tenía fe en Roma ya que yo venía jugando muy bien, pero ella era la máxima ídola en Italia. Me acuerdo que el público estuvo todo el tiempo de su lado, no dejaban de alentarla y gritarle, eran súper fanáticos de ella. Así que no la pasé bien en ese partido, pero fue increíble para mí haber llegado a la semifinal". 

Resultados espléndidos, victorias importantes y recuerdos que perduran más allá de lo profesional confirman la influencia especial que tuvo el Abierto de Italia en la carrera de Bettina Fulco. Un escenario que, motivada, la vio rendir en su máximo nivel, inspiración que Bettina sigue provocando en todos los seguidores de nuestro tenis. 


  • ¡Gracias Bettina por tu disposición para colaborar en la nota!
  • Fuentes e imágenes: Archivo personal Revista El Gráfico; Diego García; Perfiles de la WTA.


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