viernes, 18 de marzo de 2016

El amor después del dolor


El festejo de Florencia al ganar su campeonato más grande en Vicente López.

A los once años, tras sufrir un accidente automovilístico en su Cañuelas natal, Florencia Moreno vio postergados sus sueños en el básquet, deporte en el que se perfilaba como una gran promesa con varios títulos en las categorías de menores.

Hoy, quince años después, la habilidosa zurda es la mejor tenista argentina en tenis adaptado, ocupando un lugar entre las mejores 55 tenistas del mundo con apenas dos temporadas compitiendo en el circuito internacional. Semanas atrás, la cañuelense confirmo dicha posición de privilegio adjudicándose su trofeo más importante en el Miguel Zuniga Memorial Open, donde también fue subcampeona en dobles.

"Hace sólo dos años que Florencia arrancó a jugar al tenis. Nunca había practicado este deporte ni tampoco sabía usar una silla de ruedas ya que se maneja con muletas o prótesis", nos cuenta Luciano Rivas, entrenador de Moreno. Y agrega: "desde chica tiene facilidad para los deportes y en un par de temporadas ya ganó torneos en Brasil, Chile y Argentina".

Con un juego de golpes agresivos y trabajo intenso día a día con su formador, Florencia se declara admiradora de "Nadal por su garra y entrega y de Federer por su estilo y perfección" y sueña con ser número uno del mundo y poder ganar un Grand Slam. Su compatriota Gustavo Fernández, campeón de Wimbledon y top ten en wheelchair tennis es, también, un modelo donde reflejarse.


Junto a Pralong, compañera de dobles y también top 100

Pero Florencia no es la única argentina en el top 100 ITF de tenis adaptado. Antonella Pralong, de sólo 14 años y habitual compañera de Moreno en dobles, se ubica actualmente 65ª y Andrea Medrano (clase '69) está 100ª. Un presente alentador para el tenis de mujeres nacional en esta rama del deporte que, si bien con escasa difusión, no requiere menos sacrificio y esfuerzo que el formato clásico, sino más bien todo lo contrario.

"Con Florencia estamos buscando algún sponsor ya que por el momento no cuenta con ninguno (incluso ni de indumentaria ni raquetas) y es muy difícil viajar a otros países a competir ya que las ganancias no son muchas y ella tiene un gran potencial para seguir creciendo y mejorando. El tenis adaptado tiene el mismo entrenamiento que el tenis profesional, y mucho más también, pero las recompensas no son tantas", cierra Rivas. Para tener una idea, en Sudamérica los precios para entrar a competir a los torneos superan al dinero en premios incluso para el que salga campeón.

Puede pensarse que el deporte en general y el tenis en particular representan para Florencia Moreno esas pasiones que ayudan a dejar atrás el gran dolor que provocó el accidente de su infancia. Una historia de amor propio, superación y valor que conmueve a quien se acerque a conocerla. "Si bien juego tenis hace sólo dos años, poco a poco se convirtió en mi vida", explica Florencia. Desde este espacio, deseamos y colaboraremos para que cada vez sean más los interesados por el tenis adaptado y el admirable esfuerzo de sus protagonistas.


Florencia y su entrenador junto a Gustavo Kuerten tras ganar un título en Brasil.





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