lunes, 14 de abril de 2014

Jorgelina Cravero, la actualidad de una jugadora copera


Jorgelina, su esposo y los alumnos de la Tucker Tennis Academy de Tulsa.


De cara a una nueva cita de Fed Cup, post sobre el presente en el exterior de una de nuestras grandes representantes en la competencia, la cordobesa Jorgelina Cravero.

Más de seis años transcurrieron desde aquel recordado match ante Austria en el Mary Terán de Weiss, cuando Jorgelina Cravero se convirtió en protagonista de la serie. Georgi, por entonces número tres del país y 155ª WTA, consiguió decisivos triunfos ante Ivonne Meusburger (61ª) y Melanie Klaffner (venía de sorprender a Salerni), clasificando a la Argentina a los play-offs del Grupo Mundial I en Febrero de 2008.

"Representar al país fue algo que siempre me gustó mucho, desde chica, jugando por equipos, sola, no importaba, siempre lo disfruté mucho. Cuando tuve la oportunidad de empezar a jugar Fed Cup me sentí súper feliz y me dije....'¡por fin se me dio!'", cuenta a este sitio la deportista cordobesa.

"La serie contra Austria fue muy especial. Me acuerdo que toda la semana los medios, la gente del tenis, todos hablaban de que teníamos una chance si 'Pitu' ganaba sus puntos y si lográbamos el dobles. Creo que nadie  contaba con lo que yo podía hacer, más que mis personas cercanas (familia, marido, amigos) y creo que me dije a mí misma que al final del fin de semana, la gente iba a tener que hablar de mí.

Creo que jugué mucho con la cabeza, pero más con el corazón, y eso hizo que el público se sorprendiera y me empezara a querer. Digamos que la gente misma fue la que me hizo disfrutar tanto la Fed Cup. Yo abrí la serie, y al momento de estar terminando el primer set, todos estaban gritando 'Georgi...Georgi...Georgi.....' eso no se cambia por nada".

Tres años más tarde, a comienzos de 2011, afectada por diversas lesiones, quien alcanzara el puesto 106º del mundo en 2007, resolvió poner fin a su carrera profesional. Una campaña que incluyó la participación en los cuadros principales del Abierto de Australia, Wimbledon y el US Open, la medalla dorada en dobles en los Panamericanos de Río 2007 junto a Betina Jozami y 15 títulos ITF Women's Circuits en individuales.

Sin embargo, luego de su decisión, Jorgelina siguió vinculada en todo momento al tenis. Después de instalarse en Rosario junto a su esposo Matías Marín (ex tenista y actual entrenador), donde trabajaron en el club de Guillermo Coria, el matrimonio decidió hace dos años trasladarse a Estados Unidos

"Todo se fue dando de a poco, pero el gran motivo de venirnos fue porque acá tenemos mucha más chance de crecer profesionalmente, de aprender y formarnos como mejores entrenadores. Además, Matías ya vivió acá varios años ya que él jugo college tennis en la Universidad de Baylor y teníamos muchas puertas abiertas porque el fue muy importante en la historia deportiva de la universidad.


Junto a su marido y otros entrenadores de la TTA.

Estamos en Tulsa, Oklahoma, en la academia TTA (Tucker Tennis Academy). El coach de Baylor fue también el coach asistente del dueño de la academia y salió la posibilidad de venir y trabajar los dos. Cuando apenas vinimos hicimos un poco de todo, academia, escuelita, adultos, clases particulares, pero nos acomodamos rápido: dos meses después pasamos a ser directores de alto rendimiento, así que estamos más abocados a eso".

Actualmente, Jorgelina también trabaja con niños, disfrutando de forjar un semillero y una buena base de infantiles en la Institución.

La mencionada academia, explica Georgi, es un centro regional de la USTA (Asociación de tenis de EEUU) y eso les permite tener acceso a trabajar en conjunto con jugadores y entrenadores de alto nivel: "Nos ayudan a capacitarnos y tenemos posibilidades de entrenar a los mejores chicos de distintas edades de todo el país".

El tenis femenino en Estados Unidos

"Acá el tenis femenino está mucho mejor que en Argentina, por varias razones: la USTA apoya mucho al tenis de mujeres, hay muchos torneos, hay más posibilidades y se hizo un trabajo por varios años con chicas jóvenes y se empezaron a ver los resultados. Creo que lo importante es que en USA la federación ayuda y apoya mucho a las chicas, y en Argentina la federación no ayuda tanto (las condiciones económicas no son las mismas que acá) y la gente y los medios apoyan muy poco, siempre están criticando y te tiran abajo, acá no es tan así.

Esperemos que con los buenos resultados que están teniendo las juniors y Paula, Mery y Flor, más lo que pueda ayudar la AAT, pronto podamos tener mejores jugadoras".

Consultada por la diferencia entre los métodos de trabajo norteamericano y argentino, Cravero concede la palabra a su marido:

"Pienso que la mayor diferencia está en la cultura, acá son un poco más cerrados, la relación coach/jugador es más fría que en Argentina. Acá se acostumbra a 'canastear' mucho, lo cual no es tan bueno, ya que cuando apenas empezamos los chicos le pegaban muy bien a la pelota pero no sabían pelotear. Fue todo un tema cambiar esa forma de trabajo, cuesta pero de a poco vamos imponiendo un poco la manera de entrenar más al estilo argentino. Lo que nos ayuda mucho es que uno de los principales coaches de la USTA es José Higueras, español, y nuestro sistema de entrenamiento es sacado de la escuela española, así que tenemos una manera y creencias muy parecidas a las de José y eso facilita nuestro trabajo.

Hoy tenemos los mejores jugadores de la zona en todas las categorías, y al nivel nacional hemos mejorado mucho, tenemos dos chicos top ten del país en 16, una de las chicas con 14 años ya top 50 en 16, otra chica de 16 años 65 del mundo en ITF, así que de a poco y con todo el trabajo duro vamos teniendo jugadores a gran nivel nacional e internacional".

Además de ser director de coaches en la academia, Matías colabora part time con el top 70 ATP alemán Benjamin Becker, enriquecedora experiencia que tanto él como Jorgelina transmiten a sus jóvenes entrenados. 

Pero no sólo la raqueta ocupa actualmente el interés de esta familia. En pocos meses, y en eco con sus colegas y amigas Paola Suárez y Gisela Dulko, Jorgelina se convertirá por primera vez en madre de una nena

Pasado y presente ligado al tenis para una luchadora de su profesión, dispuesta a formar parte del seleccionado local en cada convocatoria cuando era jugadora. Los seguidores del tenis femenino argentino, agradecemos y valoramos esa disposición de Georgi y toda su pasión por la bandera albiceleste. Valores de esfuerzo y compromiso que hoy, años después de su retiro, le infunde con entusiasmo a sus alumnos estadounidenses. 

"Jugar Fed Cup fue único, me encantaba, me ponía nerviosa pero siempre lograba jugar en mejor nivel. Siempre dije que tener la camiseta puesta me daba un plus y sostengo que jugar con la celeste y blanca no es para todos".


Jorgelina en acción en la Fed Cup vs. Austria, uno de sus mejores resultados.


  • Fotos: Jorgelina Cravero y Agencia Télam


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