lunes, 12 de octubre de 2020

Celebración del top 50

Florencia Labat, Nº 1 de Argentina tras el retiro de Sabatini

Y
a conté un par de veces que empecé a seguir tenis femenino con intensidad a finales de 1996, coincidentemente con el retiro de Gabriela Sabatini. Por entonces, los lamentos del público y la prensa por la decisión de Gaby eran tan grandes (acordes, por supuesto, a su trayectoria elevada) que no podía más que angustiarme al pensar que el deporte que empezaba a entusiasmarme con locura quedaba huérfano de tenistas argentinas en la elite. Sin embargo, consultando diarios y revistas, descubrí inmediatamente que esto no era así y que, para mi sorpresa, nuestro país contaba en ese momento con Florencia Labat, ubicada 43ª del mundo, entre sus jugadoras más destacadas. Difícil recordar qué pensé exactamente en aquel instante, pero habrá sido algo así como "de miles de tenistas que hay en el planeta, Argentina todavía tiene una entre las 50 mejores, y eso es genial". Con los días, nombres como los de Inés Gorrochategui, Paola Suárez, Mercedes Paz, Bettina Fulco, Patricia Tarabini, Mariana Díaz-Oliva y muchas más que, o bien comenzaban o bien competían hace años en el circuito, fueron potenciando mi admiración por este sector del deporte. Ni hablar cuando, con los pocos recursos que se disponían por esos tiempos (algunas revistas de colección en papel, Internet precario) pude reconstruir las carreras enormes de todas ellas y de tantas más. De este modo se fundó una pasión que me acompaña aún en la actualidad.

Desde anoche, Nadia Podoroska ingresó por primera vez al grupo de las mejores 50 tenistas del mundo. A diferencia de los tiempos de Gabriela, cuando incluso un puesto 3 podía prestarse a insólitos cuestionamientos, el ascenso de la rosarina es celebrado y festejado con justicia y unanimidad por todos los medios y la audiencia masiva. Casi 25 años después podemos sostener la hipótesis de que el exitismo se ha ablandado, que logros brillantes como el de Nadia adquieren su real dimensión y que los esfuerzos sacrificados de l@s deportistas van reconociéndose en su medida precisa. 25 años después, también, siento mucha felicidad al contemplar que tantas personas, como me ocurrió en la adolescencia, están comenzando a descubrir y fascinarse con el presente y la historia del tenis femenino del país gracias a una jugadora top 50.

Gabriel

  • Foto: Labat en Rosmalen '97, cortesía de Florencia para Tenistas Argentinas. 

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