Maestra. Gabriela y otro hito en su espectacular carrera.
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En el día en que se cumplen 17 años del último gran campeonato conquistado por Gabriela Sabatini, el Masters de Nueva York 1994, me pareció importante realizar un post recordando aquel torneo tan significativo en la carrera de Gabriela, por la situación en la que se encontraba la mejor tenista argentina de todos los tiempos cuando fue conseguido.
En aquella época, Gaby no venía atravesando un muy buen momento tenístico de acuerdo a sus expectativas. Si bien aun se mantenía entre las top ten, hacía dos años y medio que no ganaba títulos en el circuito y, para una jugadora de su enorme nivel y mentalidad ganadora, esa situación se volvía desalentadora, pesada, más aun si se tiene en cuenta la presión feroz con la que solía acosarla la prensa.
Esa fastidiosa circunstancia la llevó a jugar, por primera vez en siete años, el tradicional torneo de fin de año de la WTA fuera de las ocho primeras cabezas de serie (por aquel entonces se clasificaban al Masters las mejores 16 jugadoras del año), ingresando en el noveno lugar del ránking.
Sin embargo, contra todos los cálculos, Gabriela se quedó con el título sobre el tradicional cemento sintético del Madison Square Garden de Nueva York. Una victoria que volvía a ubicarla en los primeros planos del tenis mundial, que le devolvía la sensación de campeona, nada menos que en uno de los torneos más grandes del Tour.
Camino a este título glorioso, además, Gabriela tuvo una vivencia singular: en su partido de primera ronda debió enfrentar a Martina Navratilova (6ª), quien había anunciado que ese era su último torneo como profesional, después de más de 20 años de una maravillosa carrera. Finalmente, Gaby venció a Martina por 6-4 y 6-2, despidiendo así a la enrome Navratilova, quien, varios años después regresaría el circuito. “Lamento haber ganado, no quería ser yo quien ganara, pero ha sido un honor para mi”, le expresó Gabriela a la norteamericana, quien se mostró feliz por haber jugado su último match oficial ante su amiga Sabatini: “Si con alguien tenia que perder, nadie mejor que con Gabriela, que es una bellísima persona”.
Ya en los cuartos de final, Gabriela venció por 2-6 6-2 y 6-3 a la talentosa francesa Julie Halard, quien en la primera ronda había dado la sorpresa eliminando a la española Arantxa Sánchez-Vicario (número 2 del mundo).
En semifinales, la argentina tuvo otro partido exigente ante la potente japonesa Kimiko Date, a quien derrotó por 4-6 – 6-0 y 6-3 ante el inagotable aliento del público neoyorquino, que, históricamente, abrazó a Gaby como a una de sus jugadoras favoritas, y que la vio triunfar en dos de sus torneos más importantes: el US Open de 1990 y, precisamente, el Masters de 1988.
“Si puedo ganar este torneo significaría mucho para mí. Nunca había tenido tanta confianza en mí misma como ahora. Estar en la final de un torneo así es algo muy especial porque aquí están las mejores 16 tenistas del mundo”, había declarado Gabriela después de su exigido triunfo ante la japonesa y tras recibir los “Vamos Gaby” del público local.
En la ansiada final, Gabriela debía enfrentar a la revelación del torneo, una adolescente Lindsay Davenport (18 años), quien, si bien era la séptima jugadora del ránking, incluso mejor ubicada que la propia Sabatini, nunca había jugado una definición tan importante.
Y, más allá que según las palabras de la propia Sabatini, se trataría de un reto difícil, durante el partido no hubo equivalencias. En la noche del 20 de Noviembre, ante más de 15 mil espectadores, entre los que se encontraba Guillermo Vilas, Sabatini aplastó con solidez, buen juego e inteligencia a una nerviosa Lindsay por 6-3 - 6-2 y 6-4 (la final del Masters era el único partido de mujeres en el año que se jugaba al mejor de 5 sets) en 1 hora y 39 minutos de partido y volvía, así, a sentir la alegría de conquistar un trofeo.
“Que lindo es vovlver a sentirme ganadora. Amo Nueva York, siempre me gustó estar aquí, hay algo en esta ciudad que me hace sentir bien. Gracias a su gente y a la de Argentina, fue una semana hermosa y la guardaré entre las mejores de mi vida”, expresó emocionada Gabriela en sus palabras al público tras su victoria.
“No sabía si estaba despierta o soñando. Pero cuando vi el marcador supe que estaba aquí, que era verdad, que había hecho todo yo. Me enorgullecí de mi misma.”, comentó Gabriela, feliz, luego de quedarse con el campeonato de maestras, el 26º de su carrera. Y agregaíra: “Aunque tuve una mala racha, conservo mi tenis y sabía que podía ganar”.
Por su parte, Davenport declararía: "Ella ha tenido dos años muy duros. Si debía perder con alguien, prefiero que sea ante ella".
Las palabras de Lindsay, así como las de Martina, muestran que Gabriela no se destacaba en el circuito sólo por su talentoso juego, o por su inigualable carisma, sino también, especialmente, por ser una de las jugadoras más queridas por todas sus compañeras.
Una noche especial para Gaby, quien con apenas 24 años vivió un momento de reencuentro con su esplendor, con la gran campeona que siempre fue. Sobreponiéndose a la presión, las críticas y los comentarios que lastimaban, Gabriela, cuando pocos creían en ella, marcó otro punto importante en la historia del tenis argentino.
A continuación, subo dos videos destacados del Masters de 1994: El desenlace del partido con Martina, y el último tramo de la final con Davenport. Pueden encontrar más partes de los encuentros en Youtube, en muy buena calidad.
Gabriela despidió a la gran Martina del Tenis.
El último tramo de la final ante Davenport y la entrega de premios.
- Bibliografía e Imágenes: Archivo personal Revista El Gráifco; Libro "Ayer y Hoy. El gran tenis argentino" (Clarín, 2005); Hemeroteca digital ABC y Mundo Deportivo (España); Página oficial de la WTA; Getty Images.
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