jueves, 10 de febrero de 2011

Perfiles

Mariana Díaz Oliva

Mariana Díaz Oliva, como tenista, construyó una excelente carrera profesional a base de mucho esfuerzo, trabajo y dedicación. Temporada tras temporada, fue mejorando su tenis y su mentalidad para ganarse un lugar respetable dentro el circuito. Dueña de una personalidad aguerrida para correr todas las pelotas y de una muy buen juego de fondo (especialmente, de una destacada derecha), la argentina consiguió excelentes resultados en el tour.
Pude presenciar varios partidos de Mariana jugando para la Argentina en la Copa Federación, competencia en la que siempre dijo presente. Pero, sin dudas, el que más recuerdo es aquel match ante la eslovaca Karina Habsudova, en el Buenos Aires Lawn Tennis, que finalmente “Mari” terminaría perdiendo 11-9 en el tercero. Dependía de Díaz Oliva poder llegar a definir la serie en el quinto punto y Mariana no era favorita ante la ex top ten. Pero peleó, a base de garra y muy buen tenis, y casi logra la hazaña. Ese encuentro fue uno de los más apasionantes que pude ver en estos años y, a partir del mismo, y según las propias palabras de la tenista, Díaz Oliva vivió un antes y un después en su recorrido profesional.
Recorrido que supo encontrarla entre las mejores 50 del mundo y ganadora de un torneo WTA en singles, además de haber conseguido meritorios triunfos ante varias jugadoras top 20. En la actualidad, se extrañan jugadoras como Mariana, tenistas con coraje y tenis capaces de obtener muy buenos resultados en cualquier torneo del circuito.

  • Los comienzos

 A finales de 1992, y con 16 años de edad, Mariana conquistaría su primer título ITF, nada menos que en Buenos Aires. El certamen repartía 10.000 dólares y Díaz Oliva venció, camino a la conquista, a las tres principales cabezas de serie. “Pienso que el comienzo de todo fue acá (en Buenos Aires), llegué al torneo entrando última al cuadro principal, no tenía ni ránking WTA y ganar el torneo a los 16 años cuando nunca lo imaginé, fue algo fuerte”, recordaría la argentina.
Al año siguiente, también en torneos de 10 mil, logró una serie de 19 triunfos consecutivos, incluyendo los títulos en Dublín, Rebecq y Koksidje y la final en Buenos Aires, todos certámenes sobre polvo de ladrillo.
En el ’94, comenzó a disputar las clasificaciones de diferentes torneos WTA (incluyendo Miami y Houston), sin lograr acceder a ningún cuadro principal. A mediados de ese mismo año, sufrió una lesión en la muñeca, de la que debió ser operada y retornaría al tour recién al año siguiente
1995 encontró a Díaz Oliva recuperada, obteniendo 5 campeonatos ITF en América del Sur, 4 de 10.000 (en la final de Buenos Aires derrotaría a Paola Suárez) y el primero de 25.000 dólares, en San Pablo, ante su compatriota Laura Montalvo (260ª).

  • La inserción en el circuito 
Ya instalada entre las mejores 200 tenistas del mundo, Mariana  volvería a consagrarse en Buenos Aires en 1996, esta vez en un challenger de 25 mil, doblegando a la argentina María Fernanda Landa (215ª) en el partido decisivo. En septiembre, hizo su debut en torneos oficiales WTA, superando la clasificación en Karlovy Vary (República Checa), y cayendo en primera ronda ante la local Radka Vodkova (108ª). Repetiría el título en el ITF de San Pablo y culminaría su hasta entonces mejor temporada en el puesto número 127 del ránking mundial.

El año 1997 sería el del despegue
. Jugó su primera clasificación de un Grand Slam en el Abierto de Australia, pasando dos rondas. Debutaría luego como titular en la Fed Cup y, semanas más tarde, alcanzaría, con fortuna, los octavos de final de Amelia Island, tras ingresar al main draw como lucky loser y de avanzar en el cuadro principal por Walk Over. Semanas después, logró clasificarse para el gran torneo de Roma, tras conseguir muy buenas victorias ante la italiana Rita Grande (72ª) y su compatriota Bettina Fulco (124ª), para luego caer en su debut ante la checa Adriana Gersi (57ª).
Conseguiría un nuevo acceso a un certamen WTA en Estrasburgo, si bien volvería a caer en primera rueda con la francesa Anne-Gaelle Sidot (31ª).
Debutando entre las 100 mejores del ránking internacional, jugó por primera vez el cuadro principal de un torneo de Grand Slam en Roland Garros, siendo doblegada por la estadounidense Chanda Rubin por un ajustado 7-6 (5) y 7-5 en primera ronda.
Dos semanas después, disputaría su segundo Grand Slam consecutivo en Wimbledon, cayendo en su debut ante la croata Iva Majoli (4ª, y campeona en París), pero ganándole el primer set.
Un tiempo más tarde, obtendría su primera victoria en la práctica en un cuadro principal de un torneo WTA ante Paola Suárez (103ª) por 6-2 y 6-2 en Praga.
En el último tramo del año, participó del US Open –cayó en primera vuelta– y obtuvo los torneos ITF 25 k de Tucumán y Mogi das Cruzes (Brasil). En este último campeonato, como máxima preclasificada y número 104 del ránking, derrotaría en la final a la española Conchita Martínez Granados (208ª) por un doble 6-0.
Al año siguiente, se consolidaría entre las mejores 100 tenistas del ránking y, en Abril, tras la serie de Copa Federación antes mencionada, daría un salto de calidad en su juego, su confianza y su físico, lo que se reflejaría en los resultados venideros. “El partido con Habsudova no se dio, pero a mi anímicamente me hizo muy bien y me hizo arrancar una gira espectacular”.
En dicha gira, por primera vez en su carrera, alcanzaría los cuartos de final de un torneo  WTA en Bol, Croacia, venciendo en segunda ronda a la octava favorita, la checa Sandra Kleivanova (56ª), antes de caer en sets corridos ante la ídola local Mirjana Lucic (4ª).
Tiempo después, tuvo un impresionante torneo de Roland Garros (foto) donde, proveniente de la clasificación, accedió hasta la tercera ronda luego de derrotar a la china Fang Li (37ª) en 2da. vuelta y perdiendo con la campeona defensora  Majoli (10ª) por 6-2 y 7-6 (2).



Ese mismo año, también obtendría un triunfo en el main draw de Wimbledon, ante Paola Suárez, para hacer su primera participación en la 2da. ronda del certamen inglés (sería derrotada por la local Samantha Smith).
Se lesionaría la rodilla disputando la primera ronda del US Open ante la estadounidense Jacqueline Trail –fue operada– y finalizaría allí su temporada. 
No obstante la lesión, por primera vez en su carrera, Mariana culminaría el año entre las 100 mejores del mundo, en el puesto 96.
Tras un pobre comienzo de temporada, alcanzaría en Abril de 1999 su primera semifinal de un torneo oficial del circuito en el WTA de Estoril, Portugal, doblegando a la tercera favorita, la luxemburguesa Anne Kremer (43ª) en cuartos de final y cayendo luego ante la húngara Rita Kuti-Kis (107ª).
Tras este resultado, volvería a ingresar al grupo de las 100 primeras del ránking y se clasificaría como la mejor argentina en el ránking WTA durante algunas semanas.
Como actuaciones destacadas, clasificaría para el certamen de Berlín, y alcanzaría la segunda ronda de Roland Garros (perdería 6-3 y 6-4 con Serena Williams, 10ª en el ránking) y Wimbledon (derrotaría en 1ª ronda a la israelí Anna Smashnova, 39ª del mundo).
Al año siguiente, alcanzó los cuartos de final en Palermo, derrotando en el debut a la primera favorita, la croata Silvija Talaja (21ª) por 6-1 – 3-0 y abandono. En Septiembre, consiguió el título en el challenger de Tbilisi, Georgia (25.000 dólares).


  • En la elite de las top 50

El 2001 sería su mejor año como profesional. A comienzos de temporada, alcanzó la segunda rueda de Australia, las semifinales en Bogotá y los cuartos de final en Acapulco (en este certamen, derrotó a la francesa Sandrine Testud, 18ª del mundo, en segunda vuelta).
Luego de atravesar la clasificación, logró ingresar al torneo de Miami, donde llegaría hasta la tercera ronda con muy buenos triunfos ante la sueca Asa Carlsson-Svensson (69ª del listado internacional) y la zimbabuense Cara Black (39ª y 31ª preclasificada). Sería derrotada luego fácilmente por la estadounidense Jennifer Capriati (5ª). “Yo nunca había tenido una buena actuación en  la Ericsson y llegar hasta la tercera rueda fue toda una hazaña. Después me agarró Jennifer Capriati y me dió una paliza en la cancha central, pero...¿Quién me quita lo bailado?”, declaró Mariana.
En Abril de ese mismo año, llegaría a su primera final del circuito oficial en Bol, luego de derrotar en semifinales a la máxima favorita, la belga Kim Clijsters (15ª) por 0-6 - 6-2 y 6-3. “Ese partido me marcó bastante. Perdía 6-0 – 2-0 y pude levantarlo para llegar a mi primera final de un WTA. Parecía un sueño. Poco más de una hora antes me estaban dando una paliza y en ese momento, sin entender cómo, yo saltaba y apretaba el puño con una increíble alegría.”, comentó después.
Finalmente, caería en la definición ante la española Ángeles Montolio (36ª) por 3-6 - 6-2 y 6-4.
Esta actuación le permitió ubicarse por primera vez en su carrera entre las mejores 50 tenistas del ránking mundial. “Para mí fue importantísimo meterme entre las primeras 50, ni siquiera era una meta que tenía”, confesaría años más tarde.
Alcanzaría luego la segunda ronda en Roland Garros y Toronto, y culminaría la temporada como la número 53 del ránking mundial (habiendo llegado en Julio su mejor posición en el puesto 42 del listado internacional).
En 2002, repetiría la segunda rueda en el Abierto australiano –superando en el debut a la 26ª favorita y 32ª jugadora del ránking, la española Cristina Torrens Valero- y alcanzaría la tercera ronda en Miami –doblegando a la eslovaca Henrieta Nagyova (31ª del mundo) en segunda vuelta y siendo derrotada por Venus Williams (2ª) 6-2 - 1-0 y abandono – y los cuartos de final en Bol, venciendo en segunda rueda a Kremer (23ª) y cayendo sorpresivamente con la checa Prusova (318ª).


Pero el mejor momento llegó en el WTA de Palermo, donde Mariana conseguiría su primer título oficial en el circuito. Sobre el polvo de ladrillo italiano, Díaz Oliva vencería en semifinales a la segunda favorita, la propia Nagyova (52ª) y en el encuentro decisivo a una juvenil Vera Zvonareva (84ª del mundo y 5ª candidata al título) por 6-7 (6) - 6-1 y 6-3. “Mi meta principal para este año era ganar un título. Estoy muy contenta”, expresó Mariana tras la consagración.
Este triunfo le permitió reingresar al lote de las 100 primeras, del cual había salido siete días atrás.      
Dos semanas más tarde, vencería en el ITF 50K de Saint Gaudens, Francia, derrotando en la final a la 
primera preclasificada, la eslovaca Maja Matevzic (61ª).
Finalizaría el año 89ª del ránking internacional.
El 2003, Mariana alcanzaría la tercera final de su carrera en el torneo WTA de Acapulco, cayendo ante la sudafricana Amanda Coetzer, 2da. favorita y 20ª del mundo, por 7-5 y 6-3. En primera ronda, había derrotado a Paola Suárez (24ª), quien se retiró cuando perdía 5-2 en el primer set.
Una fractura en el pie izquierdo le hizo perder gran parte de la temporada, y  retrocedería varios lugares en el ránking hasta finalizar el año en la posición 188ª.
En la temporada siguiente, alcanzó la segunda instancia en el Australian Open (venía de la qualy), Indian Wells y Miami. También se adjudicó el torneo challenger de 25.000 dólares en Puebla, México -su primer torneo en canchas duras–, derrotando en la final a la sueca Mathilde Johansson (399ª).

Comenzaría el 2005 de gran forma, accediendo por primera vez en su carrera a la tercera ronda del Abierto de Australia. En Melbourne, venció a Gisela Dulko (29ª preclasificada y 32ª del ránking) en tres sets, y luego cayó ante la rusa Svetlana Kuznetsova (5ª) por 6-3 y 7-6 (5).



Ese mismo año, volvería a doblegar a Dulko para alcanzar la tercera ronda en Indian Wells y llegaría a los cuartos de final en los WTA de Estoril, Praga, Módena y Palermo.
Alcanzaría la segunda ronda en Roland Garros, Wimbledon y el US Open (aquí por primera vez) y caería con Justine Henin (5ª) en la segunda ronda de Toronto.
En Septiembre, por la primera ronda del gran torneo de Beijing, obtendría el mejor triunfo de su carrera en cuanto a la posición de la rival,  ante la quinta favorita, la australiana Alicia Molik (14ª del mundo) por 7-6 (1) - 6-7 (4) y 6-4.    
Terminaría su muy buena temporada en el puesto 56 del ránking WTA.
El 2006 fue el último año como profesional de Mariana.  Sin resultados destacados hasta entonces, fuera de las mejores 150 del mundo y en su último torneo oficial, venció en la primera ronda de Bangkok, Tailandia –luego de pasar la clasificación-, a la segunda favorita, la española Anabel Medina Garrigues (28ª) por 6-7 (4) - 6-4 y 6-3. Concluyó su carrera en singles en la ronda siguiente, cayendo ante la japonesa Aiko Nakamura (71ª) por 6-4 y 6-3.
No obstante, sobre el final de temporada, Mariana alcanzaría sus dos únicas finales WTA en dobles. Lo haría en Seoul, junto a C. Chuang, de Taipei (cayendo en la definición ante Ruano Pascual/Suárez) y, en el mismo Bangkok, en compañía de la sudafricana Natalie Grandin. 

"Venía pensando hace mucho tiempo en el retiro. Ahora no me costó asumirlo, pero en algún momento sé que sentiré tristeza. Fueron muchos años... En los últimos tiempos aguanté varias lesiones y ya no disfrutaba tanto el hecho de jugar", declaró Díaz Oliva en el momento de comunicar su decisión de abandonar el tenis profesional.
  • Para la Argentina


Integrante del equipo argentino de Copa Federación en los años ’97 (en cuartos de final del Grupo Mundial II, definió la serie ante Corea), ’98 (foto vs. Eslovaquia), ‘99’, 2002, 2004, 2005 y 2006, Mariana tiene un récord en la competencia de 13-12 en singles y 6-2 en dobles.

"Cuando era chica jugaba al hockey y al tenis, y cuando me decidí por la raqueta, me quedó el sabor amargo de no poder jugar en equipo. La Fed Cup me dio esa posibilidad. Escuchás game Argentina y no game Díaz Oliva , y eso hace todo diferente. Una está representando a todo el país, por eso lo viví siempre como algo especial“, expresó Díaz Oliva tras su retiro. 


A su vez, consiguió la medalla de bronce en los Juegos Deportivos Panamericanos de Winnipeg 1999 tanto en individuales como por equipos (junto a Clarisa Fernández).
También representó a  la Argentina en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, cayendo ante Kuznetsova (10ª) en el debut.
Para mi ir a Atenas es cumplir un sueño, estoy más que contenta” manifestó Mariana al enterarse que se convertiría, por primera vez, en jugadora Olímpica.
Algo merecido para una jugadora que no sólo se interesó por el tenis en lo estrictamente deportivo, sino también en lo político, peleando por los derechos de las jugadoras como miembro oficial del Comité a partir del 2001 y elegida más tarde para integrar el Consejo de Jugadoras de la WTA.
La mentalidad es mi fuerte. La garra es lo que más me caracteriza. Como no soy habilidosa, baso mi juego en los golpes de fondo y en tener la cabeza fría”, se autodescribió alguna vez Díaz Oliva.
En lo personal, fue un gran placer haber podido seguir la carrera profesional de Mariana y también haber podido verla jugar personalmente. Siempre me resulta emocionante ser testigo de este tipo de tenistas con mística; jugadores que no regalan ningún punto, que nunca bajan los brazos y que pelean un partido hasta el final. Que, pese a no ser parte de los líderes del circuito, con muy buen juego y trabajo, consiguen destacarse en su profesión y, quizás sin proponérselo, dar ejemplo, motivación y enseñanza con su gran esfuerzo, perseverancia y lucha.


  • Bibliografía: Anuarios y Perfiles de la WTA; Archivos diarios Clarín, La Nación y Olé; marianadiazoliva.com.ar; Página oficial de la Federation Cup.
  • Archivos Fotográficos: Archivo personal Diarios Clarín, La Nación y Olé; marianadiazoliva.com.ar, Getty Images.


No hay comentarios:

Publicar un comentario