Bettina Fulco, la actual capitana del equipo argentino de Copa Federación, fue una gran tenista. Incluso, a finales de los ‘80, una de las mejores jugadoras del circuito sobre canchas lentas.
Sólida, consistente, aguerrida, gran contragolpeadora, inteligente y de muy buena movilidad en la cancha, supo ser una jugadora capaz de complicar a muchas de las estrellas del circuito de aquel entonces y, también, de vencer a más de una, como lo hizo con Martina Navratilova, Hanna Mandlikova o Manuela Maleeva.
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Bettina en Roland Garros, donde fue cuartofinalista en 1988.
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Contemporánea de Gabriela Sabatini, su carrera quizás no tuvo el reconocimiento que merecía para una tenista que a lo largo de su campaña llegó a ocupar la 23ª posición del ránking mundial, alcanzó los cuartos de final de Roland Garros, las semifinales en Roma y venció en varias oportunidades a jugadoras top ten.
Nunca pude ver jugar a Bettina, más que en algún video de escasa duración, pero, a partir de diversas entrevistas tanto de años anteriores como de esta temporada, pude reconstruir a una persona temperamental, apasionada del deporte y de ideas claras y firmes. Otra gran tenista argentina que brilló en el circuito y que enriqueció nuestro deporte a base esfuerzo, dedicación y muy buen tenis.
- Entre las mejores juveniles
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Bettina entrenando en sus tiempos de junior. |
Bettina Fulco finalizó el año 1986 como la segunda mejor junior del planeta, detrás de Patricia Tarabini. En esa etapa de su carrera (foto), conquistó tradicionales torneos como la Copa Bonfiglio, en Italia, y fue finalista del Orange Bowl Sub-18, cayendo 6-2 y 6-2 precisamente ante su compatriota Tarabini.
También en el ’86, sorprendió a todos logrando su primer torneo de 25 mil dólares en Philadelphia, Estados Unidos, sobre cemento, y accediendo a su primera final del circuito con 17 años en Tokio, Japón, también sobre canchas rápidas y dejando en el camino a las favoritas Mercedes Paz (4ª) y la local Etsuko Kaneshiro (7ª), antes de caer con la alemana Helen Kelesi (2ª) por 6-2 y 6-2.
Entre las mayores, finalizó esa temporada en la posición 116ª del ránking WTA.
- Una especialista en polvo de ladrillo
Si bien sus primeros grandes resultados en el tour fueron sobre canchas rápidas, Bettina Fulco se consolidaría entre las profesionales a partir de sus excelentes performances sobre canchas lentas.
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Bettina en el clay de Amelia Island '87 |
En el año ‘87, y desde la clasificación, accedería a los octavos de final en Amelia Island, Estados Unidos (foto), donde derrotaría a la local Stephanie Rehe (10ª cabeza de serie) en segunda ronda y sería vencida por la alemana Steffi Graf por 6-0 y 6-1.
Repetiría una gran actuación en otro importante torneo, Roma, alcanzando los cuartos de final, venciendo a Katerina Maleeva (8ª favorita) 6-4 y 7-6 (4) y cayendo en un buen partido ante Graf por un doble 6-4.
Jugaría en Roland Garros su primer torneo de Grand Slam como profesional y perdería en segunda ronda ante Katerina Maleeva 6-4 en el tercer set. En su debut, había aplastado por 6-0 y 6-0 a la local Marie Christine Calleja.
Semanas más tarde, sorprendería alcanzando la tercera ronda sobre el césped de Wimbledon, y meses después, debutaría en el US Open cayendo fácilmente en la primera ronda con Graf.
Finalizaría la temporada realizando semifinales en los torneos WTA de Buenos Aires y San Pablo, y ubicada entre las mejores 40 tenistas del mundo.
En 1988, lograría su mejor ránking llegando a la posición 23ª en la semana del 10 de Octubre.
Esa temporada, venció a la novena tenista del ránking, la alemana Claudia Kohde-Kilsh en la primera ronda de Tampa, Estados Unidos, sobre clay, y alcanzó su segunda final en el circuito en Barcelona, España, venciendo a Arantxa Sánchez-Vicario (2ª preclasificada, 23ª del mundo por entonces) 1-6 - 6-2 y 6-3 en semifinales y perdiendo en el partido decisivo con la brasilera Neige Dias (5ª favorita, 72ª) 6-3 y 6-3.
También repetiría los cuartos de final en Roma, siempre sobre polvo de ladrillo, cayendo en tres sets con Sánchez-Vicario
Días más tarde, lograría su mejor actuación en un Grand Slam alcanzando los cuartos de final en Roland Garros (foto), luego de obtener un enorme triunfo en segunda ronda ante la multicampeona checa Hana Mandlikova (8ª del mundo) por 6-4 y 6-3 y de vencer 6-2 y 6-4 a una juvenil Conchita Martínez (279ª) en octavos de final. Una vez más, la alemana Steffi Graf, número uno del mundo y futura vencedora en París, terminaría con las esperanzas de la marplatense, derrotándola por 6-0 y 6-1.
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Fulco en Roland Garros '88, su mejor torneo. |
“Me parece mentira estar en los cuartos de final de Roland Garros. Tengo mucha más confianza. Me animo a ir para adelante y así no tengo que esperar el error del rival.”, había expresado Bettina en ese momento.
Luego de este certamen, accedería a tres semifinales consecutivas del circuito sobre canchas lentas en Niza, Aix-en-Provence (Francia), y en el gran torneo de Hamburgo, donde vencería a la italiana Sandra Cecchini, 17ª del ránking, en cuartos de final y caería con Graf en semifinales.
Por otro lado, perdería en la primera ronda del US Open ante Gabriela Sabatini (4ª) por 6-3 y 6-0.
En el mes de noviembre, conquistaría en Guarujá, Brasil, su primer título oficial del circuito, imponiéndose en el dobles del torneo junto a Mercedes Paz.
Culminó la temporada en la posición 24ª del mundo.
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Bettina en Roma 1989, donde hizo semifinales. |
Del ‘89 se destacan sus semifinales en Hamburgo (venció a la 9ª del mundo, la búlgara Manuela Maleeva, 7-5 y 6-3 en octavos de final, cayó nuevamente en sets corridos con Graf) y Roma (foto, perdería con Sabatini), pero no lograría repetir el gran año que había tenido una temporada atrás.
Finalizó 1989 como la tenista número 47 del listado WTA.
Tras una temporada sin grandes resultados en 1990 (terminó fuera de las mejores 100 del mundo, si bien ganó su segundo torneo en dobles en San Pablo junto a la checa Eva Sviglerova), Bettina levantaría su nivel en 1991, llegando a cuartos de final en Roma, donde venció en octavos de final a Manuela Maleeva (10ª del mundo) y cayó frente a la estadounidense Mary Joe Fernández (5ª), y a la tercera ronda en Roland Garros, torneo en el que pasó la clasificación. También conquistó su tercer título del circuito en dobles, en Kitzbuhel, Austria, junto a la holandesa Nicole Muns.
Termino el año 76ª del ránking.
En 1992 jugará su primer Abierto de Australia, y caería en primera ronda ante la francesa Alexia Dechaume-Balleret (73ª) en sets corridos.
Alcanzaría semifinales en Estrasburgo, Francia (venciendo a la estadounidense Lori McNeil, 26ª del ránking, en octavos de final), y los cuartos de final en Auckland, Nueva Zelanda (sobre cemento), Houston, Estados Unidos, y San Marino, Italia, ambos sobre canchas lentas.
Concluiría el año en el puesto 82º del mundo.
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Bettina en Key Biscayne 1993. |
Después de salir del grupo de las mejores 200 del mundo en 1993, año en que llegó a la segunda ronda en Key Biscayne (foto) y ganó el ITF de 25 mil dólares en Capua, Italia, Fulco lograría en 1994 la mejor victoria de su carrera en los octavos de final de Houston. Ubicada 231 en el ránking mundial, la marplatense, quien debió atravesar la clasificación –en el debut derrotó a una adolescente Paola Suárez- venció a la estadounidense Martina Navratilova (4ª del mundo) por 1-6 - 6-3 y 6-4 sobre el verde clay americano. “Fue increíble, Navratilova era mi ídola", recordaría la argentina años más tarde.
Ese mismo año, caería en la primera ronda en Roland Garros (foto abajo izquierda), Wimbledon y el US Open.
Terminó el año en la posición 89ª, ayudada por los bonus points que en aquel entonces se otorgaban por vencer a una tenista top 10 como Navratilova. Sería el último año destacado en la carrera de la marplatense en el circuito, y el último que terminaría entre las 100 mejores.
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En Roland Garros '94. |
En 1995, consiguió su primer triunfo en el Abierto de Australia, ante la holandesa Noelle Van Lottum (113ª), antes de caer con la también holandesa Brenda Schultz-McCarthy (14ª) en segunda ronda. En la primera rueda de la clasificación de Roland Garros, caería 9-7 en el tercer set ante una muy joven Amelie Mauresmo, de 15 años.
Finalizaría el año en el lugar 138 del ránking.
En la temporada siguiente, jugaría su último gran torneo en el certamen donde mostró mucho de su mejor tenis, Roma, pasando la clasificación y llegando hasta los octavos de final cayendo 7-6 (5) y 6-2 con Arantxa Sánchez-Vicario.
Cerraría la temporada en el puesto 129.
Tras un 1997 sin buenos resultados, Bettina anunciaría su retiro del tenis profesional a finales de 1998, y luego de más de una década en el circuito, en el ITF de 25 mi dólares de Buenos Aires, donde cayó en su debut con la holandesa Seda Noorlander (113ª).
“Son muchos años... y muchos los buenos momentos”, manifestó Fulco en ese momento especial.
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Bettina Fulco en los Juegos Deportivos Panamericanos Mar del Plata 1995.
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Antes de ser capitana de la Fed Cup, Bettina Fulco representó al país en el torneo por equipos más importante del circuito en los años 1987, 1988, 1990 y 1994. Tiene un récord de 6-3 en singles y 3-3 en dobles, siempre en el Grupo Mundial.
Al mismo tiempo, la marplatense participó en los Juegos Olímpicos de Seúl 1988, donde cayó en la primera ronda ante la austríaca Bárbara Paulus.
Pero sin dudas, uno de los torneos más especiales en toda su carrera fueron Los Juegos Deportivos Panamericanos 1995 (foto), jugados en su ciudad natal, Mar del Plata. Allí, Bettina consiguió la medalla de bronce en singles, y la de oro en la prueba por equipos.
“Fue un orgullo”, expresó Fulco, al referirse a las medallas conseguidas en los Juegos, ya en la madurez de su carrera.
“Si Sabatini no existiera, probablemente yo tendría más popularidad”, sentenció tajante Fulco a comienzos de 1989, en su mejor momento profesional. Y, tras concluir su carrera, expresaría: “Eso nos restó apoyo, posibilidades de obtener mejores sponsors o ser más consideradas en nuestro país. Pero era lógico porque Gaby era una de las figuras mundiales. De todos modos, me siento feliz de haber compartido esa época con ella”.
Más allá de la crudeza de estas declaraciones, creo que es importante insistir en la idea de (re)valorar las actuaciones de las tenistas de esos años por todo lo bueno que consiguieron y, también, para tomar conciencia de lo gratificante que sería tener actualmente jugadoras del nivel de Bettina Fulco, y no repetir errores ligados al desconocimiento o al exitismo.
“Quiero seguir siendo útil para el tenis argentino”, había manifestado la argentina al momento de abandonar el profesionalismo. Años más tarde, y ya desde su lugar de entrenadora de la Copa Federación, esperemos que sus esfuerzos y compromiso puedan contribuir a mejorar el presente del tenis femenino en nuestro país.